Nada mejor que un refugio fuera de la ciudad en contacto con la naturaleza, simple, elegante y con buen diseño.
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“Te hago el proyecto pero no te hago la casa, así no nos peleamos”, le dijo el arquitecto Jorge Mazzinghi a sus amigos Sol Carreras y Ginés Perea. La casa en cuestión ya tenía un terreno (de dimensiones acotadas) y un destino: sería el lugar de fin de semana de esta joven familia que muy pronto sumaría a un integrante más. Mazzinghi les presentó dos proyectos, y aunque ambos eran buenos, se impuso el que incluía patios internos que aseguraban luz, ventilación y esa conexión con la naturaleza que los dueños buscaban para sábados, domingos y feriados.
La arquitecta Florentina Robles asumió la responsabilidad de la obra y muy poco después (vale decir, sin peleas), la casa estuvo lista. Para entonces, Sol ya tenía una panza de nueve meses, y decidieron mudarse para transitar los primeros días con el bebé en la flamante construcción. Al tiempo volvieron a la ciudad, donde los dos trabajan: ella, a cargo del estudio de maquillaje DUO; él, como CEO de Cool Hunter, especializados en viajes de lujo. Ahora los días de la semana pasan con la certeza de que su refugio de aire y sol los espera a unos kilómetros para recargar energía.
Living comedor
En la búsqueda de una "elegancia sin pretensiones", la arquitectura redujo la variedad de materiales para lograr una estética sobria y fácil de mantener.
En el living, sofá tapizado en lino azul. En la zona del comedor, consola de hierro y madera lustrada (Mimi Perea) con lámparas ‘Disco’ de bronce (Harturo).
La perfilería de hierro con vidrio repartido y los muebles oscuros, amplios y de líneas simples, contrastan con las paredes blancas de toda la casa para un look liviano y canchero.
Cocina integrada
Proyectamos la cocina totalmente conectada al comedor y al living buscando la máxima comunicación entre los ambientes y la menor cantidad de paredes posible
En la barra de hierro pintada en tono cobrizo, trío de banquetas cobreadas con asiento de gamuza (Mimi Perea). Sobre una de ellas, chalina de lino (Petite Margot).
El amoblamiento de cocina fue diseñado por la arquitecta Florentina Robles. Es un frente continuo pintado al agua con terminación mate y una isla complementaria que aloja la bacha y da apoyo a la barra desayunadora.
Como un rasgo de continuidad, los pisos de cemento alisado unifican la superficie interior de toda la casa. Aquí se usó una variante más rústica en las paredes para destacar el material.
Amplia y abierta, la galería funciona como una expansión al exterior. Y los tubos calefactores garantizan su uso durante todo el año.
Vida al aire libre
Junto a la parrilla, la zona de comer tiene mesa y bancos de madera (Muebles Rústicos). Dos ventiladores ‘Florencia’ en ratán (Martin & Martin) se alternan con sendas lámparas colgantes (Mimi Perea).
Cuando el arquitecto nos hizo esta propuesta con dos patios nos encantó, porque es un terreno chico y eso nos permitía estar rodeados de verde
"Los patios son una porción de naturaleza que se integra y llena los ambientes de pájaros, flores y sol. Además, contribuyen con el control térmico al generar casas frescas en verano y cálidas en invierno", explica el arquitecto.
Calma y privacidad
Sol quería que la cómoda, que había sido de su mamá, estuviera en el cuarto del bebé. El mueble, recuperado con un radiante amarilllo (Mimi Perea), se convirtió en la piedra fundacional de esta ambientación de delicada frescura. Junto al empapelado ‘Animalitos’ (Tinta Chini) hace un dúo infalible para una habitación de cuento.
"Estoy siempre mirando decoración en revistas y redes. Creo que pedir las cosas con una visión clara y consciente de lo que te gusta hace un gran diferencia", nos cuenta Sol.
Los dueños le pidieron especialmente al arquitecto una salida al exterior desde su cuarto. “Tenemos perros y es muy cómodo despertarnos a la mañana y abrirles directamente”.
El ambiente tiene mesitas de luz y cama (todo de Mimi Perea) vestida con sábanas y acolchado en tonos neutros con un destello de amarillo. Ventilador de ratán (Martin & Martin) y lámpara de mesa vintage (Harturo). En el antebaño, mueble colgante (El Postigo).
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