Una arquitectura y un diseño interior orientados al uso le dieron forma a la casa de una joven familia. Materiales nobles y espacios pensados para hacer realidad el sueño del hogar dulce hogar
Una pareja joven, una casa muy grande. Las proporciones están a favor y sin embargo, el desafío es enorme. “Los dueños querían una planta con dos sectores bien diferenciados para tener privacidad en los dormitorios y flexibilidad en los ambientes sociales”, repasa Ricardo Pedreira, presidente de Power República, la desarrolladora que planificó el diseño, construcción y equipamiento del proyecto.
Una suite, tres cuartos y una sala de TV grande y cómoda para juntarse con amigos a ver los partidos fueron los principales pedidos. Estéticamente se inclinaban hacia lo moderno y los amplios espacios vidriados (“pero que no fueran fríos”). Sobre esas premisas, se hicieron entonces dos volúmenes unidos elevando el que corresponde a los cuartos, que se despega del nivel cero.
El diseño interior contó con la colaboración de dos expertas: Cata Solari y Maica Bruzzo, de Mesopotamia BA, responsables de concebir ambientes “con personalidad”. Y aquí está, finalmente, el flamante hogar de quienes ahora tienen el tiempo de su lado.
Nobleza siglo XXI
- “Partimos de la intención de generar espacios amplios en superficie y altura, construidos con materiales como el hormigón, la piedra y la madera”, cuenta Ricardo Pedreira, responsable de la obra.
- Para tener esas materialidades a la vista, se las jerarquizó el máximo: “El hormigón en techos y muros de doble altura fue cuidadosamente enconfrado; expertos artesanos colocaron las piedras rústicas e hicimos una selección de maderas con lo último en acabados y tratamientos para su aplicación en espacios con diferentes características”.
- “En una segunda etapa, nos concentramos en dosificar esos mismos materiales para conseguir armonía y calidez en los ambientes”, aclara Pedreira sobre el interiorismo, que se realizó con el asesoramiento del estudio Mesopotamia BA.
Texto: Lucrecia Álvarez.