Emilio y Sol eligieron un PH para su primer hogar. Antes, la casa estaba de espaldas al patio; hoy, se integra con el exterior abiertamente
“Buscábamos un PH para refaccionar, y cuando vimos este, no lo dudamos”, nos cuenta Sol Galliano, arquitecta y una de las socias del estudio Galliano-Rivolta, que estuvo a cargo de la obra.
“Eran ambientes chicos y ninguno daba al patio. Dimos vuelta la casa completamente, incluso eliminamos cuartos porque había más de los que necesitábamos. Ahora la cocina está en el fondo –antes allí había dormitorios–, y tiene una ventana al verde. También ampliamos el living tirando una pared y avanzando sobre el pasillo lateral”.
Detalle extra: la casa era del artista Rubén Molteni. Donde estaba su atelier (ahora sala de ensayo de Emilio, pareja de Sol) encontraron varios cuadros de su autoría. Para que el PH conservara en parte su historia, qué mejor que colgar algunas en el living, acompañando objetos propios y recuerdos de viaje.
- En la cocina se reutilizaron aberturas: la puerta vidriada que conecta con el patio antes dividía el living de la zona de los cuartos; los postigos eran la entrada de la cocina, hoy la del lavadero.
- La casa se pensó en blanco y madera, por eso se restauraron marcos de ventanas, postigos y puertas, que estaban pintados.
- En el living se colocó una ventana a un costado del camastro para leer con comodidad.
Texto: Marysol Antón
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