Diseñadora, mamá e influencer, “Janajanita” tiene una casa a su medida y la de los suyos: abierta, original y con los contrastes que la hacen única.
Desde sus espacios virtuales, la diseñadora Alejandra San Juan comparte moda, deco y estilo de vida a la par de blogueras a las que dobla en edad. Destacarse en un océano de posts no es tarea fácil, y no fue sino hasta hace pocos años que Janajanita, como la conoce todo el mundo, pudo conquistar el secreto, en coincidencia con la consolidación de su familia y la construcción de esta casa.
La idea original era reciclar una vivienda antigua, pero la propiedad que compraron en Florida estaba tan deteriorada que hubo que demoler y empezar desde cero con proyecto y dirección de obra a cargo del estudio Castellani-Dagradi.
El feliz resultado está a la vista, pero esta experta viral hace una interesante salvedad: “No hay que creer todo lo que uno ve en las redes. Mi casa también tiene días de desorden total, de desayunar a las apuradas y salir sin glamour, pero uno muestra lo más lindo e interesante de la vida cotidiana”.
“Sabía que quería una planta baja integrada con ambientes abiertos, grandes ventanales y techos altos con las vigas de hormigón a la vista, una onda vintage industrial”, cuenta Janajanita.
Siguiendo esta inspiración, se acompañó el living con sillón Chesterfield (Pasión Chic) con cuerito ($1.590, Alegría Hunterdeco) y almohadones con manchas doradas ($1.900) y de piel ($1.300, todo de Marcelo Mazza). Butacas de cine antiguas (Mercado Libre), cajón (Puerto de Frutos) y lámpara de pie.
Además, la mesa de comedor de un amigo se transformó en coffee table cortándole las patas. Sobre ésta, vela en vaso de cobre ($480, Bohemia Velas), y más arriba, araña colgante (Boulevard Sáenz Peña).
La biblioteca es una galería de curiosidades de la más variada procedencia: un cartel de taxi, globos terráqueos, juguetes antiguos, un sifón, la máquina con la que cosía cuando era chica y hasta un monedero de colectivo. En el piso, sobre un viejo baúl restaurado, hormas de madera.
Durante la obra les regalaron un piso de madera. Jana y su marido lo tiñeron y luego lo patinaron con pintura látex aguada y trapo. “A la madera no le hace bien el agua, fue clave trabajar rápido”, cuenta sobre esas jornadas de 10 horas.
“Lo primero que le pedí al arquitecto fue que desde la puerta de entrada se viese el fondo de la casa. Me encanta ese ‘shock verde’ apenas entrás”.
En el sector comedor, mesa hecha a medida, con sillas Eames (Mercado Libre) y un arreglo de flores frescas en un frasco de galletitas (Falabella). Atrás, floreros de vidrio (Puerto de Frutos) y de cerámica; cuadro corazón, hecho por Jana en un evento; una obra enmarcada de Milo Lockett y un acrílico de Mariana San Juan.
La transición entre el living y el jardín es a través de esta galería con mesa de hierro, sillón y banqueta (todo de Della Casa Express) con almohadones y mantas (Alegría Hunterdeco). Complementan una mesa luz encontrada en la calle, un taco de madera (Desli) y una salamandra comprada en una tienda de antigüedades.
Como se ve arriba, la medianera cobra protagonismo gracias a los postigos que asoman en medio de la frondosa enamorada del muro.
En la cocina, la zona de lavado mira al patio a través de un ventanal de vidrio repartido. En el centro, mesón (Mercado Libre) con donas y cupcakes (House of Cupcakes Argentina) y banquetas (Puerto de Frutos) intervenidas por la dueña de casa, igual que la araña de bronce, que Jana pintó de verde y colgó con una soga color mostaza, vaciada para pasar los cables.
El amoblamiento del colorido ambiente contiene el microondas (White Westinghouse) y el horno (Domec). Repasadores (Anthropologie, Estados Unidos) y delantales (desde $395, Ay Fidela). Carrito de compras y pie de torta de vidrio (todo de Falabella); tetera (Petite Margot) sobre el mueble que separa el playroom.
La cocina y el play están pintados en el mismo tono de gris, un color moderno, cálido y en marcado contraste con los muebles blancos.
El cuarto de juegos se equipó con un mueble bajo (Della Casa Express) con canastos de mimbre (Mercado Libre), repisas, lámpara de ratán (ambos de Sodimac), una mesita restaurada por Jana y sofá (Jazmeen Deco).
Jana quería un color fuerte en el patio, en contraste con el verde de las plantas. No se decidía entre rojo o azul y fue su marido, fanático hincha de Racing, el que terminó de inclinar la balanza por este original tono de añil.
La puerta principal de listones decapados por un carpintero fue una de las primeras imágenes que tuvo Jana de su casa soñada y da acceso al pasillo. Éste está ambientado con una lámpara colgante ‘Flower volumen’ que compró en Chile (Casa Ideas, Chile), y que viajó con ella en el avión dentro de una voluminosa caja.
Al lado del pasillo están, primero, el estudio de Jana; a continuación, el toilette. En éste, araña (Urban Outfitters), aplique y espejo (Falabella), cesto de alambre y una escalerita con découpage.
“Siempre estoy generando contrastes: me encanta tanto en la deco como en el vestir, es una regla que sigo mucho; lo industrial con lo vintage, romántico y rocker”.
La cama tiene una cabecera hecha por la dueña de casa, faldón (Falabella) y cover traído de un viaje (H&M Home), pie de patchwork (Boulevard Sáenz Peña), manta amarilla (Julia De Jong Tejidos) y almohadones varios (Wanama Home).
Por su parte, el baño está revestido con azulejos blancos que, en la zona de la bacha, se cortaron para un efecto ‘Subway’. Además, una puerta de armario moldurada con dos caballetes resolvió la mesada y definió la onda del baño.
Completan un dúo de lámparas de zinc (artista plástico Oscar Grillo Ortiz) y espejos biselados (Ejército de Salvación). Cortina rayada a tono con la bañadera (Claudia Adorno), alfombra, bata, toallas (todo de Arredo) y accesorios de chapa (Puerto de Frutos).
En el baño de los chicos, la bacha y la mesada fueron realizadas por el artista plástico Oscar Grillo Ortiz.
Una de las cosas que caracteriza el estilo de Jana es el DIY. Ideas propias o inspiradas en los sitios de deco se plasman en espacios a tono con las tendencias, pero siempre con un twist de originalidad.
En los espacios de los chicos hay muñequitos, frases en créole y artesanías de Haití. “Hicimos varios viajes durante el proceso de adopción y fuimos trayendo recuerdos”, cuenta su mamá.
En el dormitorio, cubrecamas (Arredo), alfombras de césped sintético (Mercado Libre), mesas de luz encargadas a un carpintero, y árbol pensado por Miguel López Cornejo, diseñador y amigo, que colaboró mucho con Jana en la ambientación de la casa.
Texto: Lucrecia Álvarez