Un té para el alma
Una experiencia tan placentera como prepararse un buen té y refrescar los sentidos no es asunto menor. Inés Berton, una de las once narices mundiales del té y creadora de la marca Tealosophy, explica cómo preparar un verdadero té, sin usar bolsitas para infusiones rápidas
1. Caliente el agua hasta unos minutos antes de que empiece a hervir. Sí: a diferencia de lo que suele creerse, el agua para preparar el té no tiene que hervir.
2. Elija el té que prefiera. Hay uno para cada momento del día. Para mencionar algunos, el Ceylan y el Oolong son ideales para la mañana, mientras que mezclas tales como Sweet Tibet o Indian Market, con especias, son de gran ayuda para tomar un respiro durante el día.
3. Calcule una cucharada de té rasa por persona, lo que equivaldría a 2,2 gramos.
4. Vierta primero el agua y después las hebras para que el vapor las vaya abriendo poco a poco. Es mejor servirlo en un cuenco que en una taza, y tomarlo con las dos manos.
5. Cuando se trate de té verde, déjelo reposar un minuto y tómelo a 80 grados.
6. El té negro necesita reposar durante tres minutos y lo ideal es beberlo a unos 90 o 95 grados.
7. Preste atención al aroma y después, sin que la infusión queme su paladar, sienta el sabor.
8. Siéntese, respire y disfrute mientras se relaja durante 10 minutos. Una buena música le ayudará a completar este momento.
Más datos: www.tealosophy.com