Un servicio al lector (no vaya a ser que lo choquen)
Primero lo primero: nunca saque el auto de su cochera de culata. Siempre de frente.
No vaya a ser que alguien lo choque. Y que ese alguien vaya hablando por celular y usted no lo pueda comprobar. Y no vaya a ser que ese alguien termine subido en la vereda de enfrente casi incrustado en el frente de otra casa y que la culpa sea suya. Tampoco vaya a ser que circule a más de los 40 kilómetros por hora permitidos en cualquier calle y que por eso no haya llegado a frenar y se haya aparecido de golpe contra su auto.
No vaya a ser que la denuncia en el seguro no sirva de nada porque -según la jerga interna de las compañías- el responsable es siempre quien baja y no quien circula, aunque vaya a más de la velocidad permitida y mirando su teléfono.
No vaya a ser que el impacto rompa el portón trasero de su auto, el paragolpes, el alma del paragolpes y el caño de escape. No vaya a ser que el auto haya quedado fuera de eje y que el arreglo le cueste algo así como 90 mil pesos. Inflados, por supuesto, porque tampoco vaya a ser que el chapista le pase un presupuesto justo pensando que la compañía vaya a ofertar un precio también justo.
No vaya a ser que pierda el tiempo intentando explicar que no venía nadie, que el auto apareció de golpe y a más velocidad de la permitida y que lo primero que hizo el conductor cuando bajó fue guardar su celular en el bolsillo. ¿A quién le importan las explicaciones cuando existen los inspectores que en base a suposiciones definen todo? Tampoco vaya a ser que por muy poquito -apenas 6 mil pesos- no sea considerado destrucción total, puesto que el auto está valuado en 130 mil.
No vaya a ser que tenga un seguro contra terceros y que, recién en este momento, se de cuenta de que sirve de poco. Y no vaya a ser que le terminen pagando al que lo chocó -que apenas rompió una óptica y una parte del paragolpes- y a usted nada.
Y no vaya a ser que su promotor de seguros termine toda la cadena de hechos desafortunados con un consejo "de onda": que vaya a Warnes a comprar los repuestos ilegales, porque cuestan mucho menos.
No vaya a ser que ahora, un año después, usted siga con el auto chocado, sin poder reclamarle a nadie.
Por eso es bueno saber que siempre hay que guardar el auto de culata, para poder sacarlo de frente. No vaya a ser que le pase todo esto que ya le pasó a quien escribe y que lo único que pueda hacer es contarlo en una nota para que no le pase a otros.
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