Un poco más sobre las creaciones de Noguchi
Un espacio de sutiles y armónicas formas
El diseñador Isamo Noguchi fue uno de los primeros en incorporar el papel a la decoración occidental. Quizá sus raíces japonesas (cultura que utilizó ese material desde siempre) tuvieron influencia en sus creaciones.
De madre norteamericana y padre japonés, heredó una parte de la cultura de cada uno de sus progenitores; y de ambos, su inclinación por el arte (su madre era escritora y su padre, un reconocido poeta). Aunque nació en los Estados Unidos, los primeros años los vivió en Japón. Pero más tarde, durante su adolescencia, volvió al país de origen para completar sus estudios. Luego de ganar una importante beca del Museo Guggenheim, fue enviado a París donde fue aprendiz del maestro de escultura Constantin Brancusi.
De vuelta en Nueva York, en 1935, Noguchi se asoció a dos grandes figuras norteamericanas: el filósofo y arquitecto Buckminster Fuller y la bailarina Marta Graham, que reafirmarían su profesión.
El impacto que le causó una de las obras de Fuller lo llevó a dar sus primeros pasos en el diseño de espacios públicos, lo que sobrepasaba los límites de la escultura. Luego de ayudarlo con su primer trabajo ambiental, Graham le encargó el diseño de un set de teatro para su ballet Frontier. A esa altura su profesión estaba definida. La percepción y el volumen del espacio en las tres dimensiones del teatro marcaron para siempre el estilo de este gran diseñador.
Todavía en los años 40 y 50 continuó desarrollando propuestas para parques y plazas públicas. Sin embargo, en ese momento se decidió a explorar otros aspectos del diseño. Así fue como en 1942 intentó sus primeros modelos de muebles y lámparas, entre las que recrea prototipos en papel, algo que daría un nuevo rumbo a la historia de la iluminación.
Su vida terminaba a fines de los años 80, pero en Long Island, Nueva York, se halla The Isamu Noguchi Garden Museum Store, el museo en el que puede verse gran parte de su obra.