Eli Böttrich, de Iluminación Agüero, hizo de esta prístina caja blanca un comedor para el deleite integrado a un living sorprendentemente acogedor
El arquitecto Tomás Magrane, responsable de este elegante living-comedor, convocó a su colega Eli Böttrich, de Iluminación Agüero, para el diseño de iluminación. Al tratarse de un departamento con techo de losa, no era posible embutir artefactos, por lo que se optó por un práctico riel con spots. Se combinaron halógenas de haces abiertos, que dan un baño de luz sobre las bibliotecas, y otros puntuales, para destacar cada uno de los nichos centrales ocupados por cuadros enmarcados. Los libros y los objetos decorativos pasaron al frente gracias al efecto de profundidad que da la luz vertical de los spots combinada con las tiras de led ubicadas bajo los estantes.
LUZ Y SOMBRA | Los haces abiertos bañan la biblioteca desde el riel, mientras que las tiras de LED embutidas en los nichos resaltan los objetos.
DIFUSA | La textura de las pantallas y un difusor interior filtran la luz para un efecto armónico.
SOBRE RIELES | Dos halógenas puntuales alcanzan los cuadros desde la altura de los spots.
ESTRELLA | Para destacar la superficie de la mesa, evidente protagonista del comedor, se usaron dos cálidos focos incandescentes.
En el hall de recepción, nuevamente se apostó a las cualidades de la caja blanca que refleja y potencia la claridad en todo el ambiente sin necesidad de recurrir a numerosos artefactos. "En general, intentamos lograr un clima cálido enfatizando con la luz los colores claros y los materiales naturales elegidos por el interiorismo", describe la experta. En este sector, se colocó un plafón ‘Koi’ de estructura metálica con acabado de pintura blanca al horno y un difusor interior de acrílico opalino que reparte la luz de manera uniforme sobre la superficie y oculta el tubo fluorescente circular.
Para ambientar el comedor y el living, que ocupan los extremos de un mismo espacio, el diseño apostó a un elemento común que los integra: la iluminación envolvente y perimetral de las tres secciones de la biblioteca con planos parejos que producen lo que la arquitecta Eli Böttrich define como "confort visual". En el estar, se optó por la creación de un clima de descanso con zonas de sombra y otras que refuerzan funciones como la lectura, con la lámpara de pie de luz difusa orientable ‘Tolomeo Mega’, un diseño de la marca italiana Artemide con pantalla símil pergamino y base y articulaciones de aluminio pulido.
Produccion: Cristina Solanet | Texto: Lucrecia Álvarez.
LA NACION