Un diseñador de moda francés con trayectoria itinerante encontró su lugar en un generoso loft al que le imprimió su propia estampa
Lionel Peralta –un diseñador francés con madre española– desembarcó en Buenos Aires hace poco más de un año, convocado por la firma de accesorios de moda Isadora para ser su director de marca. Arrancar de nuevo en otro país no le era nuevo: nació en Francia, estudió diseño de moda en Londres, y trabajó en París, Nueva York, Los Ángeles y en varios puntos de España.
“Siempre me gustó vivir en lugares atípicos y bien abiertos”, dice. No bien vio este loft, en una fábrica textil reciclada, supo que no había que buscar más: una generosa planta baja con living, comedor, espacio de trabajo y cocina integrados en un único ambiente le permitían trabajar cómodo, recibir gente e inspirarse; mientras que en el primer piso un recibidor, un baño y un cuarto que balconea sobre la planta baja ofrecían privacidad sin aislarse por completo.
COSTUMBRES ARGENTINAS
¿Cuál es el rasgo distintivo del diseño local?
Se dice mucho que Argentina mira hacia Europa, pero por lo que he visto (y creo que se debe al aislamiento geográfico), aquí los diseñadores hacen mucha introspección: no están distraídos por vecinos belgas, italianos o ingleses como puede estarlo un diseñador europeo, y eso hace que su diseño de autor tenga impronta y sello propio.
¿Qué cambiaste viviendo acá?
El ritmo de Buenos Aires y de su gente me enseñó a ser más paciente. Esperar por algo o alguien ahora me resulta más leve.
¿Qué localismo te sorprendió?
El cariño que le tiene el diseñador argentino al arte popular, la artesanía, que no dudan en utilizar o reflejar en sus creaciones. Es una manera de mezclar dos mundos y extender la cultura de su país en el futuro.
Texto: Bárbara Orlando.