El hallazgo de mentes treintañeras que trabajaron para forjar identidad y desafiar el paso del tiempo con la posibilidad de transformarse.
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Esta es la historia que escribieron Maggie Oxenford y Nico de Feo, recién casados, cuando les confiaron la ambientación de su flamante hogar al trío de amigas arquitectas Belén Anaya, Josefina Ceppi Perdriel y Lucila Fernández Mosquera. El camino implicó una auténtica dinámica de grupo en la cual Maggie catapultaba imágenes en busca de “algo diferente que no canse al poco tiempo”, y las chicas hacían funcionar su magia para amalgamar sueños múltiples en pocos metros.
En el comedor, salvo por las sillas de acero inoxidable (Desillas.com) con cueritos (Puerto de Frutos), el mobiliario es diseño integral de las arquitectas. Cuadro de Lucía Podestá y alfombra (Elementos Argentinos).
"Diseñamos esta biblioteca geométrica para que el ambiente no se develara de un pantallazo. Divide sin quitar luz ni espacio y propone un recorrido."
Arq. Belén Anaya
Butacón de madera en pana (Dharma Deco), sillón de dos cuerpos en lino con almohadones (Arredo), mesas rectangulares y espejo repartido (todo diseño de las arquitectas), alfombra (Elementos Argentinos) y gran espejo repartido (Estudio Trea) y lámpara colgante (Iluminación Agüero).
“Definimos el diseño de los muebles con la premisa de crear espacios de uso flexible. Resolvimos pensando en el hoy y en el mañana, en diferentes maneras de habitar los mismos ambientes”.
"Para acentuar la verticalidad y la escala del living recurrimos a un espejo de doble altura y a una escalera decorativa en hierro que, además, aporta un guiño, un misterio".
Escaleras arriba
La ligereza de los muebles a medida junto con una lograda combinación de tonos blanco, negro, madera y bronce componen una escena ecléctica y actual.
Balconeando al living, el estar en planta alta es el espacio más versátil de la casa: aquí miran pelis, pican algo, trabajan y hacen reuniones con un par de mesas de apoyo (Estudio Brocca) y un cómodo sillón esquinero con funda de lienzo tapicero color crudo (diseño de las arquitectas).
Escritorio y vestidor
El escritorio de Maggie se montó aprovechando un nicho existente con una tabla de lenga amurada, una cajonera y una silla giratoria (Desillas.com). El pez de madera es obra de Marina Marré.
Uno de los dos dormitorios del depto se transformó en vestidor a partir de un mueble de guardado en hierro capaz de convertirse en biblioteca el día de mañana.
Un cuarto invitador
"Quería que la cama fuera cómoda y atractiva. Puse especial atención en el respaldo: elegí el diseño y un herrero lo reprodujo con acabado mate."
Maggie Oxenford
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