Con una reforma a la medida de sus dueños, la planta baja de este departamento se amplió para incluir living, comedor y una sala de estudio vidriada que reúne a la familia
El potencial fue lo primero que vimos al entrar en el dúplex. La planta baja, con gran superficie, era muy luminosa, pero la principal dificultad estuvo en el piso de arriba, cuyos dormitorios eran pequeños y hasta construidos en falsa escuadra. El objetivo principal del proyecto fue darle más y mejores funciones al espacio y trazar un ambiente que sirviera como área de trabajo y estudio, donde la familia pudiera compartir su tiempo”, cuentan las arquitectas a cargo de la obra, Mariana Lehrer y Giselle Gutman, del Estudio G+L.
“Moviendo el comedor principal a su ubicación actual y ampliando el espacio del living (la terraza era mucho más grande antes) se generó el sitio ideal para la sala de estudio. Ésta se volvió el corazón de la casa: allí madre e hijos trabajan y conviven”, aseguran las profesionales.
Texto: Marysol Antón