Jackie Xydias eligió prescindir de las divisiones y convirtió su departamento del sexto piso en un amplio loft. La ambientación, actualísima y despojada, está inspirada en hoteles de varias ciudades a las que viajó para competir en maratones, triatlones o carreras en bicicleta.
Desde hace una década, Jackie se dedica a la competencia deportiva full time. Empezó a correr maratones en 2006; después, le siguieron las carreras en bicicleta. Aprendió a nadar el año pasado, y éste ya completó medio triatlón. Compitiendo es que viajó a innumerables destinos, y tomó de los hoteles en los que se hospedó ideas, conceptos y detalles arquitectónicos que aplicó en su departamento.
“Lo elegí por la ubicación, el edificio y la vista”, dice. La distribución interna era anecdótica. “Venía de vivir en lugares muy grandes: si me iba a mudar sola y a algo más chico, lo iba a readaptar para que me resultara lo más amplio posible”. De ahí que la obra eliminara todos los tabiques internos y se crearan muebles y divisiones livianas íntegramente en madera de incienso. “Contuve mi impulso de hacer todo en blanco y rosa y viré a algo neutro, por si después decido alquilarlo”.
Orlando, el carpintero, hizo los muebles de incienso. En el living, sofá Chesterfield de gamuza marrón comprado en una fábrica, lámpara de pie con brazo móvil (Iluminación Agüero), sillón y mesa con base de madera y alfombra natural (todo de Kikely). Cubre el departamento de punta a punta un flamante piso de porcelanato símil madera (SBG).
“Del departamento original dejé solamente la cáscara: la consigna principal fue no tener puertas, sino un gran loft funcional que me diera sensación de amplitud. Las únicas divisiones son parciales, con roperos o bibliotecas”
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“Vaya uno a saber si es algo que viene de mi infancia o qué, pero tengo una fascinación tremenda con el rosa. Objeto rosa que veo, compro. Están por toda la casa”. Rodeando la mesa del comedor, que es la continuación de la mesada de la cocina, sillas ‘Wishbone’ en madera a tono (Kikely). Detrás del sillón, la biblioteca donde Jackie guarda su calzado y cascos deportivos, que tiene como fondo un ropero blanco que oculta también la entrada al toilette cerrado, lindante con el baño principal.
A medida. La división entre el living y el escritorio se realizó con la altura y profundidad suficientes para archivar carpetas. Doble faz. Hacia este lado, el mueble sirve como espacio de guardado del escritorio. Hacia la pared espejada, completa el vestidor.
Los cerramientos originales de la cocina se reemplazaron por una versión moderna de aluminio que abrió la vista hacia la ciudad y sumó mucha luz natural. Debajo de la ventana se ubicó la mesada y alzada en mármol blanco, muebles con frente laqueado en blanco y bacha XL de acero inoxidable con grifería extensible Gessi (Barugel). Alineada en el centro, se ubicó la isla, que contiene el horno a un lado y espacio de guardado al otro.
“Tomé de un hotel en Río de Janeiro la idea de que la cabecera de la cama fuera del otro lado la alzada del antebaño, y que la mesa de luz se convirtiera naturalmente en mesada”. La división virtual entre el cuarto y el baño está inspirada en el hotel Fasano de Río de Janeiro: en este caso, se realizó en madera. La ducha ‘Gota’ de Gessi (Barugel), también tiene similar origen: Jackie la vio en el hotel Vik de José Ignacio. La zona húmeda del baño, dividida por una mampara de vidrio, se resolvió con piso de varillas de madera, que se continúan también en la pared.