Turismo: siete tendencias globales de viajes que ganarán terreno en esta década
Más sostenible ambiental y socialmente comprometida, menos rápida y más consciente. Estas son algunas de las tendencias que se vislumbran para el turismo que emergerá luego de la pandemia en un entorno en el que el cambio climático, la globalización, y la llegada de nuevos millones de turistas de países emergentes obligará al sector a afrontar el futuro de forma diferente a las pasadas décadas.
Estas son las principales tendencias detectadas.
1. Con sabor local
Experiencias nuevas cerca de nosotros. "De fuera vendrán y más sobre tu ciudad sabrán". Esta adaptación del popular refrán puede ser muy cierta. Los confinamientos perimetrales nos han obligado a parar los motores y mirar más cerca a la búsqueda de opciones de ocio y experiencias. Portales como Viator.com, Civitatis.com o Hellotickets.com ofrecen visitas guiadas y experiencias en destinos cercanos, incluso sin salir de la ciudad. Lima, Buenos Aires, Ciudad de México o Bogotá ofrecen recorridos guiados para que los ciudadanos hagan turismo doméstico. Y es además una forma de apoyar a la industria local.
2. Primero mi mascota
Es una tendencia que viene de años atrás, pero crece cada año. Y en tiempos de Covid-19, las mascotas pueden ser el mejor compañero del hombre y la mujer. A muchos los salvaron de la soledad en los tiempos más duros del confinamiento y, además, se están convirtiendo en compañeros de viaje cada vez más habituales.
En Europa, países como Francia, Alemania, Italia y Austria son los mejores destinos para los viajeros que quieran disfrutar del viaje en compañía de sus perros y gatos. En el mundo, menos del 10 por ciento de los hoteles aceptan hospedar a mascotas, aunque esa cifra sube al 55 por ciento en ciudades como Berlín, según un estudio de Trabber.com.
En América Latina, las líderes son México y Brasil. Esta web permite filtrar los resultados de sus búsquedas para conocer cuales sí aceptan mascotas.
3. Turistas activistas
El turismo es una de las principales actividades económicas del mundo, y los flujos de viajeros fueron siempre una herramienta para el desarrollo económico de un país. Esto llevó a una generación de turistas activistas que con su gasto apoyan las políticas de un país y sus gobiernos. Por ejemplo, miembros de la comunidad LGBTI podrían boicotear a los gobiernos polaco u húngaro no visitando sus países y viajando, por ejemplo, hasta Taiwán primer país de Asia en aprobar el matrimonio.
Lo mismo puede ocurrir con los hombres y mujeres feministas respecto de Qatar, Dubái y otros países del golfo Pérsico, como protesta por la situación de las mujeres; o a Marruecos, quienes apoyen la causa saharaui, de los habitantes del Sahara Occidental.
4. Por amor al planeta
Una de las principales tendencias del sector. No hace falta ser un ecologista radical para darse cuenta de que o viajamos de forma sostenible o no habrá a dónde viajar. En este sentido, hay tendencias entre los viajeros para hacer que los viajes impacten menos en el medio ambiente.
Utilizar el tren o el autobús para trayectos de corto y medio radio, frente al avión, compartir coche son algunas opciones. Cada vez más compañías aéreas, como Iberia, permiten compensar el CO2 que emitimos en un viaje mediante la compra de derechos de C02 en el mismo momento de la compra.
Otros portales permiten calcular las huellas de CO2 que deja nuestro viaje en cualquier medio de transporte y compensarlo mediante una donación. Un viaje entre España y México en avión produce, por ejemplo, tres toneladas de CO2. Compensarlo costaría alrededor de 50 euros en proyectos de reforestación, según el sitio web especializado myclimate.org
5. Lento y local
Los destinos masificados (Barcelona, Venecia, París) fueron golpeados duramente por la pandemia. La concentración de millones de turistas en unos pocos lugares y sistemas de transporte masificados van a ser un problema en el 2021. Pero otros lugares más pequeños o, más bien, a escala humana, como Guanajuato, Querétaro, Puebla o las poblaciones menores van a estar muy demandados este año.
En Europa, por ejemplo, el turismo rural fue el sector que mejor sobrevive a la pandemia. Son lugares que permiten al viajero desplazarse a pie, poco a poco, disfrutar con calma y, las pocas actividades que ofrecen tienen, entre otras ventajas, precios más asequibles, ayudan a integrarse más al destino y descubrir su gastronomía local, su gente y sus entornos. Nada de cocinas fusión, ni de agridulces.
Esta nueva modalidad (www.slowtourism-italia.org) es la antítesis de los otrora viajes de "Cinco capitales en cuatro días", que muchos hicimos en autobús litera como viaje de fin de estudios.
6. Destinos virtuales
Cada vez se hace más posible visitar las principales atracciones turísticas del mundo a un clic de distancia. Con un computador o una tableta o con gafas de realidad virtual es posible visitar algunos de los principales museos del planeta. Aunque emergentes, existen portales como www.cyark.org que permiten ver y realizar visitas guiadas por monumentos de los cinco continentes, o artsandculture.google.com
7. Un mundo digital y flexible
Tras un año de cancelaciones de viajes y gestiones sobre la marcha, la pandemia impulsó una tendencia en el sector que ya venía de antes, los nómadas digitales que no solo reservan online sus viajes, incluso el mismo periplo, cambiando sobre la marcha sus visitas a ciudades, museos o actividades. Reservas con poco tiempo y gestión digital sobre la marcha han acelerado, más cuando la situación del viajero en un destino puede variar en pocos días.
Las empresas deberán no solo digitalizarse, sino flexibilizar sus condiciones para cambiar online reserva en toda la cadena: desde las aerolíneas, pasando por hoteles o actividades en destino como actividades o excursiones.