El mejor jugador del mundo y su mujer disfrutaron de la tranquilidad y las comodidades de una casa fantástica en el barrio más exclusivo de Nordelta
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Lionel Messi vive en París, tiene su hogar en Barcelona, pero sólo se siente como en casa en Rosario, en la imponente mansión que construyó en el barrio cerrado Kentucky. Tampoco le falta lugar donde dormir en Buenos Aires: siempre dispone del predio de la AFA, en Ezeiza, que ahora lleva su nombre, y posee también un “pied-à-terre” en Puerto Madero. Se trata de un penthouse de 400 metros cuadrados, el piso 50 del Château Puerto Madero, el noveno edificio más alto de la ciudad, con impresionantes vistas a la Reserva Ecológica y al Río de la Plata. Sin embargo, durante su última visita al país, probó un nuevo alojamiento.
Lionel Messi llegó a la Argentina el lunes 20 de marzo. Una cámara de ESPN lo grabó en Ezeiza bajando de un avión privado junto a su mujer, Antonella Roccuzzo, y sus tres hijos, Thiago, Ciro y Mateo. Durante las tres primeras noches, durmió en el departamento Puerto Madero y en la concentración de Ezeiza.
El jueves 23, después del mediodía, Antonella Roccuzzo llegó a La Isla, el barrio más exclusivo de Nordelta, donde tiene casa Eduardo Costantini. Por recomendación de amigos, dio con una imponente propiedad de estilo francés de 1300 metros cuadrados cubiertos sobre un lote de 5000 metros con 160 metros de costa sobre la laguna. La casa, llena de arte, tiene 6 dormitorios en suite, gimnasio, bodega, sala de juegos, cine privado, una piscina de 25 metros, enormes galerías y un gran deck sobre el lago. Además de las seguridad propia de Nordelta y de La Isla en particular, dispone también de un sistema de seguridad con cámaras. El parque cuenta con más de 50 árboles, de diferentes especies, entre los que se destacan tipas de 14 metros de altura, palmeras, jacarandás y taxodium. Respecto a los dueños de la propiedad, sólo trascendió que es un matrimonio joven, empresarios.
Tres noches disfrutaron los Messi-Roccuzzo de la casa en La Isla. Desde el jueves 23, el día del partido entre Argentina y Panamá, la primera gran fiesta de los Campeones del mundo, hasta el sábado 25 de marzo. Leo Messi tuvo a disposición, para trasladarse hasta el predio de AFA, el helipuerto de Nordelta, pero nunca lo utilizó.
No hubo fiestas ni reuniones multitudinarias. Prácticamente nadie supo que el mejor jugador del mundo, uno de los hombres más reconocidos del planeta, estaba en el barrio. Algunos vecinos apenas reconocieron a Patricia Blanco, la madre de Antonella Roccuzzo, mientras que otros juran que vieron a Rodrigo de Paul, que un día pasó a buscar a Lionel Messi en su auto.
Buscaban paz, intimidad, y la consiguieron. En la imponente mansión de La Isla, los Messi-Roccuzzo vivieron los días más tranquilos de su estadía en el país, que estuvo marcada por las fiestas y los merecidísimos homenajes.
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