Comenzamos por armar cada diciembre nuestro árbol, y también solemos colgar adornos de las puertas. Llenamos botas rojas de dulces, o cantamos villancicos, o enviamos cientos de tarjetas que alguna vez fueron postales y hoy se mandan por whatsapp. Por lo general buscamos un outfit especial para la nochebuena, y en algunos casos hasta nos vestimos de Papá Noel. Quizás preparamos galletas y siempre pero siempre -así sean grandes o pequeños, unos pocos o para todo el mundo- nos dedicamos a pensar, comprar y repartir nuestros regalos de Navidad.
Es que la Navidad es una de las fiestas más populares del mundo, si cuanto menos una tercera parte de las siete mil millones de almas que habitamos este planeta levantamos esa noche nuestras copas para celebrarla.
Sin embargo los orígenes de la fecha y de la costumbre de hacer regalos no aparecen demasiado claros: la versión oficial habla del nacimiento de Jesús, pero lo cierto es que no existe certeza sobre el día exacto en el que sucedió ese hecho. También hay quienes sostienen que el hábito de obsequiarnos data en realidad de mucho antes, precisamente de los cultos agrarios que celebraban el solsticio de invierno. Era durante estas fechas que los romanos homenajeaban a Saturno, dios del tiempo y la agricultura. Y esas celebraciones incluían a la vez el intercambio de regalos y culminaban cada 25 de diciembre con la festividad del "Sol Invicto".
Como sea, la idea de fondo es que dar y recibir obsequios no tiene que ver solamente con algo económico, sino que se trata de una forma de propiciar la abundancia, las cosechas generosas y la prosperidad.
De rituales y costumbres
Hay tantas formas de celebrar la Navidad como personas existen en el mundo, y es así como los rituales, las costumbres y las convenciones varían según las latitudes. En la Argentina se trata de una fiesta eminentemente familiar y los regalos tienden a entregarse en Nochebuena, para la que se organiza una gran cena en casa. Pero por caso en Australia la celebración suele hacerse al aire libre -ya sea en plazas, parques, jardines o directamente en la playa- mientras que en México persiste la tradición de que los chicos rompan una piñata repleta de mandarinas, caña de azúcar y maní.
Posiblemente ningún símbolo resulta tan universal como el árbol de Navidad, esa costumbre que cada 8 de diciembre nos congrega y pone a desempolvar campanitas y guirnaldas de luces para colocar al final, justo en la cima, la estrella de Belén. Se supone que tal tradición data de la cultura celta, que también con motivo del solsticio de invierno seguía el hábito de adornar con frutas un roble para asegurarse el regreso del Sol.
Pero no todo sucede en las casas y puertas adentro: las ciudades también han ido adquiriendo la costumbre de cultivar el espíritu de diciembre y así surgen ejemplos como los de Núremberg, en Alemania (en cuyo mercado navideño con una impronta medieval "de cuento" se ofrecen desde galletas de jengibre hasta vino especiado); o el pueblo de McAdenville -en Carolina del Norte, Estados Unidos- directamente bautizado "Christmas Town USA" por la cantidad de luces que cada año enciende.
Desde no hace demasiado tiempo existe en Buenos Aires una forma de añadir a la fecha un toque especial: se trata de visitar el árbol justo debajo de la cúpula de Galerías Pacífico y vivir una experiencia especial. Es que ahí mismo las fragancias de Carolina Herrera (la firma que desde hace siete años es responsable del armado del majestuoso abeto) pueden customizarse con motivos navideños inspirados en los dulces en la exclusiva "wrapping station", ubicada en la planta baja de ese centro comercial. "Queremos difundir la alegría de vivir en el mundo", marca al respecto la directora creativa de Fragancias de Herrera Fragrances, Carolina A. Herrera. "Y qué mejor manera de hacerlo -concluye- que imaginar un lugar donde todos sean felices: la tienda de dulces definitiva".
Temas
Más notas de Navidad
- 1
El brutal dictador que fue fusilado junto a su esposa en Navidad y su muerte fue transmitida “en vivo”
- 2
Qué significa que tu gato no te dé la bienvenida al llegar a casa
- 3
Estaba desilusionada con el país, se fue, y hoy siente orgullo: “Muestro lo maravilloso de Argentina y su gente”
- 4
Cómo evitar que se entumezcan las manos al dormir, según un experto