Tiempo de entrenar la resiliencia: una capacidad vital en un mundo cambiante
Es una palabra bastante de moda. Dada la velocidad a la que vivimos y el permanente estado de estrés, con situaciones impredecibles que afectan nuestras emociones, es un término muy repetido. Pero, ¿sabés qué es exactamente la resiliencia? Es la capacidad del ser humano para superar circunstancias adversas y hasta traumáticas, así como de adaptarse a nuevos desafíos. Es, en un mundo tan cambiante, una capacidad vital. Un tema que abordé bastante en mi libro Un camino sin excusas, porque en los últimos años descubrí que es otro increíble beneficio colateral de ponerse en movimiento. Es que esa fuerza para salir a adelante y ponerse de pie también se entrena.
Considero que gran parte de mi capacidad de adaptación se la debo al ejercicio que hice toda la vida. La mente y el cuerpo son un todo, no están disociados, y por eso lo que pasa en uno repercute en el otro. La fortaleza mental –aquello en lo que se basa la resiliencia– depende del estado físico. Cuando estás bien con tu cuerpo, te sentís en armonía, porque un estilo de vida saludable ayuda a mejorar la predisposición mental y emocional, permitiéndonos reaccionar sin tanta locura y ansiedad. El ejercicio canaliza, es una suerte de catarsis en la que se descarga la toxicidad del día. Así, si estás menos cargado tenés más claridad mental para reaccionar y no corrés el riesgo de que cualquier adversidad te dispare una pequeña crisis. Podría decirse que el ejercicio físico te ayuda a evolucionar y encontrar tu versión más calma y lógica.
A la vez, hay ciertas elecciones de entrenamiento que te pueden dar todavía más herramientas. Una es desafiarte. Si hacés todos los días la misma clase de localizada con el mismo profesor, no solo tus músculos se van a acostumbrar y dejar de responder, sino que hasta es probable que te aburras y abandones. Si, en cambio, encarás el ejercicio como un espacio en el que desafiar tus límites, y un día salís a andar en rollers, otro hacés trekking, otro te anotás en una clase de zumba y al siguiente te subís a una mountain bike, no solo es seguro encuentres algo que te apasione y entonces entrenar ya no sea una obligación, sino que además vas a estar forzando a tu cuerpo y mente a salir de su zona de confort, y por ende a tener que desarrollar nuevas capacidades de adaptación para enfrentar lo mejor posible esa circunstancia. Lo que se dice estar ampliando tu umbral de resiliencia.
Finalmente, es importante saber que la resiliencia consiste en recuperarse, no en aguantar. Es recuperarse para al otro día empezar a pensar cómo cambiar y avanzar. No es tragarse el veneno y aceptarlo como algo normal, ni mantenerse en lo mediocre. Es superar el mal momento de la mejor manera, y aprender del proceso. Y saber que aunque a veces podemos pasar por períodos en los que algo nos cuesta más (como entrenar y hacer ejercicio), siempre podemos volver al eje.
Cuatro libros para mantener la mente en forma
1 ¡No más migrañas!, Dra. Stephanie Weaver
2 Todos somo médicos, Jorge Tartaglione
3 Titanes, Tim Ferriss
4 Sanar es un viaje, Dr. O. Carl Simonton y Reid Henson