Teresa Heinz Kerry: el poder en su salsa
Es la esposa de John Kerry, el actual candidatodemócrata a la presidencia de EE.UU. De su matrimonio anterior heredó Heinz,el emporio del ketchup, y es una de las filántropas más importantes de su país. Multimillonaria y políglota, asegura que no tiene ambiciones políticas
Dice que no es como Hillary Clinton. Que no tiene ambiciones políticas. Pero es una de las filántropas más importantes de los Estados Unidos, y seguiría adelante con sus actividades desde la Casa Blanca si su marido, John Kerry, gana las elecciones a la presidencia norteamericana en noviembre próximo.
Teresa Heinz Kerry se casó con John Kerry, hoy candidato demócrata a la presidencia de los EE.UU., en 1995. Es su segundo matrimonio, tras haber enviudado en 1991 de John Heinz III, senador y heredero de la empresa familiar Heinz (dedicada la fabricación de ketchup y pickles envasados). Heinz, con quien Teresa tiene tres hijos, perdió la vida en un accidente de aviación. "Cuando John murió -declaró Teresa-, tuve que aprenderlo todo: no sabía nada de inversiones."
Nacida en Mozambique, Teresa Heinz Kerry maneja fluidamente cinco idiomas; fue educada en Sudáfrica y en Suiza, y se estableció en EE.UU. para trabajar en las Naciones Unidas en los años 60. En 1966 se casó con el senador John Heinz. Tras la muerte de éste, rechazó el ofrecimiento de presentarse como candidata al Senado porque, según sus palabras, "las ideas más creativas no surgen precisamente de Washington", y prefirió abocarse de lleno a la filantropía.
A cargo de dos fundaciones de la familia Heinz, la actual esposa de John Kerry se ha dedicado con gran éxito a mejorar la decaída ciudad de Pittsburgh con hospitales, centros de convenciones y muchos otros edificios "verdes", tal como se conocen las construcciones que no agreden el equilibrio ambiental. También son muy respetados sus esfuerzos en el ámbito de la salud de las mujeres y los niños, así como sus actividades a favor de los derechos humanos, la protección ecológica en general y su activo respaldo a las manifestaciones artísticas.
Teresa dispone de una cifra elevada -entre 50 y 70 millones de dólares anuales- para sus actividades filantrópicas; por eso, se supone que su influencia será aún mayor que la ejercida por Hillary Clinton, que no consiguió nunca montos semejantes para financiar sus esfuerzos. Por su trabajo, Teresa Heinz Kerry ha recibido numerosos premios y 10 grados honorarios. El año último le otorgaron la Medalla de Oro Albert Schweitzer al Humanitarismo, por sus esfuerzos en el terreno de la ecología, en el ámbito de la salud, en el de la educación y en la protección de mujeres y niños en todo el mundo.
De hecho, Teresa y Kerry se conocieron gracias al compartido interés por las actividades ambientalistas, en la Cumbre Ecologista de Río de Janeiro, en 1992, donde ella asistía como representante de varias organizaciones no gubernamentales estadounidenses. Pero a pesar de esa preocupación común, ambos firmaron un acuerdo prematrimonial que mantiene separados sus respectivos patrimonios. Y ella ha repetido que sus tareas filantrópicas no inciden ni incidirán para nada en la carrera presidencial de Kerry. "Mi esposo tiene muy poco o nada que ver con lo que hace Heinz -afirmó-. Es mi vida y mi trabajo, y él no tiene poder de decisión sobre eso."
Para saber más
www.heinz.org
www.johnkerry.com