Qué es
Pagsa es la sigla de Promotora de Artes Gráficas Sociedad Anónima, marca líder en el mercado de carpetas que explotó con sus pósteres durante los 80. Fueron símbolo de una generación y quienes hoy tienen entre 40 y 50 años tuvieron (o desearon tener) uno de sus afiches en la pared de su habitación.
Su uso
Los pósteres tenían una medida de 47,5 x 57,5 centímetros, tamaño ideal para decorar paredes. Se clavaban con chinches y los más meticulosos los mandaban a encuadrar. La publicidad aparecía en las revistas dominicales de los diarios, así que muchos recortaban esa página y la usaban para forrar sus carpetas. También se coleccionaban las miniaturas de las propagandas, que tenían tamaño de carta.
Las imágenes
Había distintas líneas estéticas. Estaban los coloridos, con ilustraciones muy ochenteras, como una mujer a la que le rebasan de agua los binoculares con los que mira el paisaje marino. Las chicas maquilladísimas, los androides, escenas de películas, músicos, el The Wall de Pink Floyd, el soldado muerto con sangre y la leyenda "Why?" abajo, la boca femenina que toma jugo con sorbete directo en la manzana. Etcétera infinito de recuerdos.
La historia
- Inicio. Domingo Ardila aprendió el oficio con maestros alemanes y abrió su taller en el centro porteño en 1945. Grababa a mano en una piedra lo que trasladaría al papel en la única plana litográfica del país con sacapliegos automático.
- Modernización. Ya como empresa, Ardila y Asociados, se mudaron a Villa Luro. En el primer taller, aún funciona su depósito y en el segundo comenzaron a trabajar la litografía en offset.
- Explosión. De la mano de la nueva generación, la marca Pagsa se especializó en la fabricación de carpetas, señaladores, calendarios y pósteres que generaban un furor como de banda de rock. La publicidad radial la hacía Elizabeth Vernaci.
¿Quién es esa chica?
Tennis Girl es un póster que llegó a la Argentina de la mano de Pagsa. Es una chica que de espaldas a cámara camina hacia la red con una raqueta en su mano derecha y con la otra levanta su pollera para rascarse la cola: deja ver que no tiene bombacha.
Martin Elliott fue quien sacó esa fotografía en septiembre de 1976 en las canchas de tenis de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, y se publicó por primera vez como parte de un calendario. Fue ícono inmediato y dio la vuelta al mundo. La imagen se vendió por todos lados. Es uno de los pósteres más famosos de todos los tiempos. Sin embargo, hasta 2011 no se supo quién era la chica en cuestión.
Un año después de que falleció el fotógrafo, la protagonista develó el misterio. Se llama Fiona Walker, trabaja como ilustradora freelance y nunca recibió dinero por ser la modelo. Martin Elliott tenía 30 años y ella 18. Eran novios cuando él le propuso tomar la foto, que posteriormente vendió a la cadena Athena, que la comercializó como póster y como calendario. Luego de tres años se separaron, pero él se quedó con los derechos sobre el copyright.
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