Tardaron tres años en darle un diagnóstico y recibió la peor noticia: “Me sentí tan sola”
Beth continúa en la lista de espera para recibir la terapia psicológica que necesita; le recetaron una fuera medicación al creer que tenía psicosis
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Un diagnóstico erróneo puede conllevar secuelas permanentes. La detección temprana de las patologías, según los expertos, es clave para el tratamiento contra la enfermedad. Y si se habla de salud mental, sucede lo mismo, aunque en estos casos quizá abarca un poco más de complejidad a la hora de dar en la tecla. Así fue lo que le ocurrió a Beth, una mujer británica, que no fue escuchada por los profesionales y recibió una fuerte medicación al creer que se experimentaba una psicosis, que empeoró sus síntomas. Finalmente, tres años después, dio con la verdad.
Todo comenzó con un mail. Beth Fletcher-Hall, de Shropshire, Inglaterra (Reino Unido), no era capaz de enviar un correo electrónico a su tutora de Enfermería y sentía una parálisis cuando pensaba en hacerlo. Cuando al fin pudo mandar uno, envió automáticamente otro, para pedir disculpas por el mensaje. “Luego, durante meses, me preocupé sin cesar por los mails. Enviaba una docena por día porque sentía que hacía algo malo constantemente”, advirtió, en diálogo con el medio Daily Mail.
Beth sufría un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que afecta al 1,4% de la población. Ante su sospecha, en abril de 2019 asistió a su médico de confianza y le planteó la posibilidad del diagnóstico. “Me dijo que solo era ansiedad y me dio la dosis más alta de medicamentos para combatirla. Pero mis sensaciones de pánico fueron 10 veces peores”, contó. Además, un año antes consultó por sus síntomas, pero los especialistas no detectaron nada extraño.
“Me sentí como si estuviera atrapada dentro de mi cabeza. Me di cuenta de que perdí el control y estaba consumida por la ansiedad. Pedí ayuda a mi médico de medicina general, que me derivó al equipo de crisis de salud mental”, describió la joven. En dicha unidad, un psiquiatra le diagnosticó psicosis y le recetó medicación antipsicótica, que únicamente le provocaron somnolencia, según informó el medio mencionado. “Me sentí muy sola, como si nadie se tomara en serio lo que decía”, apuntó.
“Se trata como una broma”
Los especialistas circularon entre las teorías de que Beth tenía depresión y ansiedad. “Si no evitás las grietas del pavimento, no será TOC”, aseveró su psiquiatra. Los expertos de Reino Unido advirtieron que la escasez de profesionales en el servicio nacional de salud (NHS, por sus siglas en inglés) provocó el descuido de los pacientes que presentan TOC, que se acercan al millón de británicos. “Se trata con demasiada frecuencia como una broma o no se le da importancia”, aseguró la doctora Lynne Drummonds.
Más de tres años después del inicio de los síntomas, Beth dio con el profesional de salud mental que consiguió su verdadero diagnóstico, en octubre de 2021. “Vio en mi informe que fue remitida en una revisión de salud mental, pero que no recibí tratamiento durante un año y se preocupó”, contó la joven.
Finalmente, le recetaron un antidepresivo, la fluoxetina, que ayuda a mantener los síntomas del TOC bajo control. Pero esta medicación también debería combinarse con terapia cognitivo conductual y un enfoque de exposición y prevención para combatirlo, según el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE). Beth continúa en lista de espera, luego de un año, para recibir la psicoterapia adecuada.
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