Surtsey, la isla de Islandia que nunca podrás visitar por una razón insólita
A los seres humanos nos gusta viajar y conocer nuevos destinos, sobre todo esos lugares exóticos que fueron visitados pocas veces o que representan experiencias únicas. Sin embargo, existe un lugar que nunca podrás visitar por mucho que lo intentes: Surtsey.
La pequeña isla, ubicada en la costa de Islandia y postulada a patrimonio de la humanidad en 2007, es una de las más jóvenes del mundo con sólo 50 años de existencia. Fue creada por una explosión volcánica en 1963 que duró cerca de cuatro años, la cual fue registrada por los científicos del país nórdico.
Su nombre es inspirado por el dios nórdico Surtur, quien es considerado como el líder de los gigantes de fuego en esa mitología.
Surtsey se encuentra a sólo 32 kilómetros de Islandia. En comparación, la Isla de Pascua se encuentra a 3700 kilómetros del continente.
Sin embargo, la Isla de Pascua es un destino turístico común, mientras que Surtsey simplemente no es accesible. ¿Por qué?
SURTSEY, ISLANDIASi estás mirando un mapa antiguo de Islandia, no encontrarás Surtsey. Esta isla fue creada después de una serie de terremotos a fines de la década de 1960, y los científicos la han mantenido como un laboratorio impoluto desde entonces. pic.twitter.com/nLPsJXYtYW&— el awe lito carteluo (@liricalman) March 28, 2018
La respuesta se encuentra en el potencial científico de este territorio.
El origen reciente y bien documentado de la isla la convierte en una oportunidad única de investigar la creación de la vida en la Tierra, cómo se forman las masas territoriales como nuestros continentes e islas y cómo funciona un ecosistema sin seres humanos.
Debido a esto, sólo científicos licenciados y con permisos especiales pueden visitar Surtsey. Estos permisos son entregados rara vez, ya que se debe asegurar que la influencia humana no contamine el proceso natural de éste terreno.
Debido al aislamiento de Surtsey de Islandia, los únicos habitantes aparte de los científicos son aves, las cuales buscan un lugar de descanso durante su vuelo, e insectos, de los cuales todavía no se tiene una explicación para su aparición.
Es posible que la isla sea abierta al público a futuro, aunque la probabilidad es muy baja debido a que no existe otro lugar en el mundo con las mismas condiciones y que presente una oportunidad similar para estudiar su formación y colonización por formas de vida natural.
LA NACIONTemas
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