Su padre le dejó una herencia millonaria, pero una inesperada cláusula podría hacerla perder todo
Una mujer tiene el derecho a recibir más de 8 millones de dólares; sin embargo, se niega a cumplir el último deseo de su familiar y podría quedarse sin nada
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Un insólito caso que ocurrió en Australia dio la vuelta al mundo y sorprendió a miles de personas. Una mujer es heredera de 8 millones de dólares por la muerte de su padre pero, para poder cobrar ese dinero, tiene que cumplir con el último deseo de su familiar: conseguir un trabajo. Ella se niega y recurrió a un programa de televisión para contar su historia y pedir que le den la fortuna.
Diariamente se conocen todo tipo de historias y situaciones en las redes sociales. El poder de difusión que dan las plataformas hacen que cualquier hecho pueda volverse viral en cuestión de minutos. Sin embargo, pocas veces se conoce una situación como esta.
La protagonista de esta historia se llama Clare Brown y vive en la Mount Druitt, en los suburbios de Sidney. Su padre, un exitoso corredor de bolsa, murió en enero y dejó para ella en su testamento la fortuna de 12 millones de dólares australianos, que se traduce en poco más de US$ 8,2 millones. El único requisito que debe cumplir para poder cobrarlo es tener un empleo.
Ante esta solicitud tan particular, la mujer se mostró afectada y aseguró que no está en condiciones de conseguir uno. “Denme lo que es legítimamente mío. Estoy sufriendo”, manifestó en diálogo con el ciclo televisivo A Current Affair. Según explicó, sufre de TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) y por ese motivo no logra conseguir y mantener un empleo.
A lo largo de su vida, Clare creció rodeada de lujos gracias al dinero familiar. Durante los últimos años, vivió sola y recibió los 500 dólares australianos semanales que su padre le enviaba para que se mantenga. Sin embargo, consideró que esto no era suficiente así que aplicó para ser beneficiaria de una asignación estatal debido a su condición. Con el dinero que obtenía de esas dos fuentes económicas, se las arreglaba. Luego, se puso en pareja y tuvo una hija.
En el pasado, intentó conseguir empleo. Su experiencia laboral incluye un puesto de media jornada en la organización Autism Spectrum Australia y un local en el que fue barista y duró menos de una hora. “Entiendo por qué esas personas quieren que sea un miembro funcional de la sociedad. Pero tienen que mirar mi diagnóstico y darse cuenta que no va a pasar”, aseguró.
Su pareja sostiene esta posición y afirma que no está en condiciones de mantener un empleo. Según su testimonio al programa, ella se esfuerza todos los días por cumplir con las actividades básicas y necesita recordatorios constantes para no olvidarse de lo que debe hacer.
La familia de Clare no está de acuerdo y considera que utiliza su TDAH como excusa para no trabajar. “Nos gustaría que consiga un trabajo y contribuya a la sociedad. En lugar cumplir el último deseo de su padre, le dio la espalda y traicionó su confianza”, expresó un primo. Al ser consultada sobre si tiene deseos tener un empleo, la protagonista respondió que sí, pero que no hay forma de lograrlo.
LA NACION
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