Su esposo le hizo una broma y descubrió que tenía una devastadora enfermedad: “Parecés un Minion”
La mujer resaltó la importancia de los estudio médicos rutinarios para la detección temprana de los síntomas; “Me preocupaba lo que iban a hacer mis dos hijos”, recordó
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La enfermera Becki Buggs, del Reino Unido, se preparaba para la Navidad de 2021 cuando advirtió de que algo extraño pasaba con su cuerpo. Tras un comentario que le hizo su esposo Michael sobre un aspecto de su físico, decidió continuar con su día y pensó que solo se trataba de una broma. Sin embargo, a los minutos comenzó a sentirse decaída y el resultado de los estudios que llevó a cabo la tomó por sorpresa: le diagnosticaron cáncer. En la actualidad, cuenta su historia para alertar e informar que las personas se realicen chequeos con regularidad.
“Me levanté y logré ver a los niños, Jacob, de nueve años, y Georgie, de ocho, abriendo emocionados sus regalos. A medida que transcurría la mañana, me sentía cada vez peor y, a la hora del almuerzo, ya no podía levantarme y tenía que irme a la cama”, explicó en el medio Metro.
Si bien al principio pensó que las dolencias parecían ser síntomas de un estado gripal, cientos de interrogantes surgieron en su interior. Asimismo, la conversación que mantuvo con Michael fue el puntapié inicial de su preocupación.
“Logré levantarme y darme una ducha, y cuando salí, sin sentirme mejor, mi esposo me miró y me dijo: ‘Becki, parecés un Minion’. Solo respondí: ‘¡Gracias, yo también te amo!’, pensando que estaba bromeando, pero giré para mirarme en el espejo y tenía razón. Tenía ictericia y se me había puesto amarillo el ojo”, comentó.
Con este escenario, tomó la decisión de llamar a un médico. ¿El motivo? Sus años de trayectoria en enfermería le hicieron percatarse de que su salud estaba en juego. “Fue entonces cuando me entró el pánico. Sabiendo que la ictericia en los adultos puede ser un signo de una afección subyacente, busqué ayuda de inmediato”, sostuvo.
Finalmente, se contactó con un médico de guardia y le dijo que se traslade a una unidad de evaluación quirúrgica. Una vez que llegó, le hicieron estudios de sangre. “Mis análisis de sangre revelaron niveles altos de bilirrubina (causando la ictericia), ALT y ALP (lo que sugiere problemas hepáticos) que necesitaban más investigación. Vi análisis similares a este y sus eventuales resultados en el pasado, y en ese punto estaba muy asustada”, consignó.
Los resultados respondieron sus propias inquietudes: las células analizadas eran malignas. A principios de enero del 2022, a sus 43 años, recibió la desoladora noticia de que tenía cáncer de páncreas. “Es el más letal, con la tasa de supervivencia más baja. Ni siquiera podía tener a mi esposo conmigo para consolarme cuando recibí mi diagnóstico debido al Covid”, recordó.
Tras sus dichos, dijo que, por su experiencia, sabía que debía disfrutar de la vida. Sin embargo, sus pensamientos no la dejaban descansar: “El miedo, la ansiedad y la ira me consumían. Me preguntaba: ¿por qué yo? Me senté, en estado de shock, sin entender realmente lo que me decía el médico”.
Si bien este hecho provocó una gran angustia en ella, una nueva novedad le dio fuerzas para seguir adelante: tenía la posibilidad de pasar por una cirugía: “A menudo implica la extirpación de partes de múltiples órganos y puede demorar hasta nueve horas. Aun así, me sentí afortunada de ser parte de la minoría que podría recibirla, por el hecho de que más del 80 % de los pacientes con cáncer de páncreas son diagnosticados demasiado tarde”.
Con ansiedad y mucha valentía decidió pasar por el procedimiento. “Entré en pánico tratando de arreglar todo en caso de que no lo lograra. Le escribí cartas a mis hijos, que fue lo más difícil que tuve que hacer, pero necesitaba asegurarme de que supieran lo que significaban para mí si no lo lograba”, rememoró con tristeza.
“Para mi esposo, anoté los detalles del cuidado de los niños, los horarios de recogida para la escuela y las actividades extracurriculares, los días de recolección y los planes de alimentación, ya que yo era quien manejaba esto normalmente y quería asegurarme de que estuviera preparado para todas las eventualidades, me preocupaba lo que iban a hacer los dos”, agregó.
El 17 de febrero del 2021 se despidió de su familia y se operó en el Royal Free Hospital de Londres. Todo salió a la perfección. “La cirugía en sí fue larga y fue tan compleja como un bypass cardíaco, pero salió bien. A los 11 días me dieron de alta”, detalló.
Ahora, espera terminar con las últimas quimioterapias y dijo que se siente confiada por el equipo médico que la atiende día a día. “El camino hacia la recuperación hasta ahora ha sido un proceso largo y doloroso, tanto física como emocionalmente, pero me siento afortunada de estar viva”, concluyó.
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