Spinning o Aquacycling: cuáles son los beneficios y diferencias de estos entrenamientos con bicicleta

De bajo impacto, en el agua o en el gimnasio, la bicicleta es una excelente opción de trabajo aeróbico que ofrece distintas variantes. Si bien es posible optar por la versión que se acomode a cada uno, acquacycling o ciclismo en el agua tiene la particularidad de que es apto para todos.

En cualquiera de sus variantes, la bicicleta activa el sistema cardiovascular y, por ende, la resistencia aeróbica; fortalece los músculos de piernas y glúteos; trabaja la zona media o core, por lo que mejora la postura. Al no tener impacto, es la opción aeróbica ideal para no empeorar casos de celulitis. Entrenar en bicicleta “es un buen complemento para sumar en el hábito de una persona que esté con objetivo de descenso de peso”, destaca a LA NACIÓN Bárbara Rod (@barbararodteam), entrenadora de atletismo y preparadora física de Open Park.

La actividad también aporta beneficios sociales, ya que los alumnos “se relacionan entre ellos, toman confianza en sí mismos, se sienten mejor y se nutre la autoestima”, añade. La profesional recalca la importancia de que toda actividad aeróbica se complemente con alguna actividad de fuerza.

Acquacycling

En el agua, acquacycling es el mismo trabajo aeróbico y de fuerza que se hace en el gimnasio, con la ventaja de que el ambiente acuático aliviana el peso de la persona y, al mismo tiempo, ofrece resistencia. Si bien es efectiva y divertida para cualquiera, se vuelve la actividad indicada para aquellos con alta presión arterial o con alguna problemática que necesita tener un seguimiento distinto. Es también una alternativa segura para quienes se encuentran con mucho sobrepeso.

¿Cómo es la clase que dura entre 45 y 50 minutos? “Inmersos en el agua, se pedalea para obtener ventajas del ambiente acuático. Se realizan ejercicios propios del entrenamiento del ciclismo combinados con movimientos del tren superior y del tronco, para el acondicionamiento integral del cuerpo”, describe Rod.

Sentados en el asiento, la bicicleta se ajusta a la medida del alumno, de modo que el nivel del agua llegue a una altura entre el codo y el pecho. “Los primeros minutos se destinan a la entrada en calor y luego se combinan rutinas de ciclismo de interior y ejercicios que implican la acción de todos los grupos musculares. Es importante una buena selección de música que acompañe el trabajo del día y que el entrenador esté atento a la correcta postura del alumno”, recalca la profesora.

Si bien es una opción apta para todos, incluso para adultos mayores y personas con algún tipo de limitación física, es especialmente recomendada para aquellos que están en rehabilitación. Sus beneficios, según detallan desde @watercycling_ciclismo_acuatico, son muchos: produce un importante gasto calórico que favorece la pérdida de peso; aumenta la fuerza muscular y tonifica piernas, brazos, glúteos y abdomen; es un trabajo integral que involucra en forma conjunta el tren inferior y el superior; gracias a la inmersión en el agua relaja la zona lumbar y la descomprime debido a la flexión de cadera propia de la posición; contribuye a un mejor proceso de rehabilitación luego de una cirugía o una lesión, ya que el ambiente acuático atenúa la inflamación y la sensación de dolor; optimiza el entrenamiento cardiovascular dado que disminuye la frecuencia cardíaca como consecuencia de la presión hidrostática; compensa la tendencia de la sangre a acumularse en las extremidades inferiores durante el ejercicio; ayuda problemas circulatorios dado que asiste el retorno venoso hacia el corazón.

“Se trabaja en un ambiente seguro, divertido y sin riesgos para las articulaciones, tendones, ligamentos y músculos. Además, produce sensación de bienestar ya que el agua es un ambiente agradable y el efecto de masaje es constante. Y suma variedad de entrenamiento, ya que da la posibilidad de incorporar materiales”, asegura Rod.

Indoor Cycle

En cuanto a las clases en gimnasio, “el tipo de entrenamiento va a variar según los objetivos. Varían también los ritmos e intensidad de la carga”, aclara Rod. Indoor, simula mountain bike o de ruta. El ciclismo que se asemeja al de calle tiene altos y bajos, “es decir que las intensidades varían”.

Algunas clases suman música para acompañar el ritmo de la pedaleada y permiten realizar algún movimiento con el cuerpo. En todos los casos, la idea es trasladar el entrenamiento de exterior al interior, cuidando la biomecánica natural del cuerpo. “Siempre el entrenamiento debe ser guiado por un profesor que corrija posturas”. Todo trabajo en bicicleta es una actividad aeróbica de bajo impacto que activa el sistema cardiovascular, por lo que exige un previo control médico y, durante su práctica, se recomienda la supervisión de un instructor.

¿Contraindicaciones? “Cuando el peso es mucho hay que tener en cuenta que no se puede pedalear de pie para no dañar las articulaciones”, enfatiza Rod. También aconseja prestar especial atención con las personas hipertensas que, como en cualquier actividad aeróbica, deben realizarla con menor exigencia.

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