Sabían que necesitaban salir de su zona de confort, comenzaron a conversar sobre la posibilidad de dejar todo atrás y encarar un proyecto diferente, lejos de lo conocido y más cerca de la aventura
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La relación de dependencia laboral les generaba cierta “incomodidad”. Sí, era cierto que habían hecho muchos esfuerzos para llegar a los puestos donde estaban en ese momento. Pero había algo de aquel sueño hecho realidad que no terminaba de encajar en el rompecabezas de la vida que habían imaginado.
Con 15 años se habían conocido en el cumpleaños de un amigo en común en el Club Náutico de Mar del Plata. Aunque no fueron muy cercanos, durante varios años frecuentaron los mismos ambientes y fue en 2015 que decidieron probar suerte y comenzar una relación a distancia. Hacía unos años Nicky se había mudado a la ciudad de Buenos Aires para comenzar allí la carrera de Administración de Empresas. "Ni bien terminé, a los 21, empecé a trabajar en Cablevisión. Estuve algunos años allí hasta que sentí que era el momento de buscar un cambio en mi carrera profesional. El marketing siempre me había llamado la atención y quería trabajar en algún área donde pudiera aprender una habilidad que me permitiera vivir en cualquier lado. Así, con ese objetivo en mente, al poco tiempo obtuve un puesto dentro de una agencia de publicidad corriendo campañas en medios digitales", relata Nicky.
Por su parte Max aún permanecía en Mar del Plata. Allí se había volcado por el Derecho y, en forma paralela, entrenaba atletismo. Fue en 2016 que su pasión por el deporte lo llevó a hacer una pretemporada en Cachi, en el noroeste de Argentina, en un centro de alto rendimiento en la altura. "El lugar y las circunstancias me permitieron clarificar que quería estudiar una carrera que me permitiera poder vivir en cualquier parte del mundo así que decidí mudarme a capital para estudiar Marketing. Para solventar mis estudios comencé a trabajar en un laboratorio en el departamento de marketing. Fui avanzando en la carrera y mis ganas de seguir desarrollándome me llevaron a MercadoLibre donde trabajé dos años en diversas áreas relacionadas al Marketing Digital y la Experiencia del Usuario".
Sin embargo, había algo que no los llenaba. Sabían que necesitaban salir de su zona de confort y así comenzaron a conversar sobre la posibilidad de dejar todo atrás y encarar un proyecto diferente, lejos de lo conocido y más cerca de la aventura. "Lo pensamos muchísimo. Teníamos trabajos que mucha gente desea y nos estaba yendo muy bien en lo profesional. Pero sabíamos que había una necesidad de libertad que no teníamos cubierta. Y decidimos emprender viaje. Además, asumimos la idea de renunciar".
De la dependencia a la libertad
Mientras se organizaban para la despedida, cumplían con sus obligaciones laborales y compromisos sociales, pusieron en marcha la vente de objetos pequeños y electrodomésticos. Además, Nicky comenzó a buscar clientes para tener la tranquilidad de asegurarse siempre un ingreso mínimo. "Entre los ahorros que teníamos y los ingresos de trabajos remotos estábamos tranquilos aunque en ese momento no teníamos ni idea realmente cuánto íbamos a ir gastando. Paralelamente desarrollamos un itinerario de viaje y al mismo tiempo identificamos cientos de puntos de interés que queríamos conocer. Los dos preparamos la mochila tres días antes del viaje. Llenamos la mochila rapidísimo, queríamos agarrar lo menos posible. Max tenía la idea de adelgazar los más de 20 kilos que había subido desde que se había mudado a la capital (algo que logró) por lo que se llevó ropa super contada".
Renunciaron a sus puestos bajo relación de dependencia dos meses antes de la fecha de partida que indicaba su boleto de avión. Ni antes ni después. Ese era el tiempo que habían acordado como necesario para ultimar detalles y pasar tiempo de calidad con la familia y los amigos.
Su primer destino fue California, en los Estados Unidos. "Elegimos ese lugar porque una de las hermanas de Nicky vive ahí y nos pareció buena idea situarlo como punto de partida. La hermana de Nicky justo estaba buscando una niñera para su beba entonces aprovechamos y fuimos de niñeros allá". Pasaron un mes trabajando como niñeros los días de semana y viajando los fines de semana. El mes siguiente lo dedicaron a recorrer California.
Viajar en pandemia
"Es curioso porque en principio íbamos a arrancar el viaje desde Argentina y hoy haciendo retrospectiva estamos agradecidos de haber tomado la decisión de iniciar desde Estados Unidos ya que de lo contrario damos por hecho que nuestro viaje hubiera terminado mucho antes".
La pandemia los encontró en México. "Tuvimos suerte: a pesar de la cantidad de muertes que el país registra, nunca tuvo demasiadas restricciones y pudimos viajar durante 9 meses en pandemia alrededor del país. Conocimos 16 estados con los cuidados y protocolos correspondientes. Mientras en el mundo la gente estaba encerrada en la casa sin poder salir, sin siquiera poder transitar libremente internamente, en México podíamos estar tirados en la playa del Caribe, visitando ruinas arqueológicas, museos o simplemente caminando por pueblos y ciudades increíbles".
Viajar en pandemia fue la experiencia más desafiante que tuvieron que enfrentar. "No veíamos como opción volver a la Argentina, pero nos daba incertidumbre ya que no sabíamos cuándo iba terminar y cómo era realmente la enfermedad. En México las noticias en cuanto a casos y muertes iban empeorando día a día y nos daba miedo. Nos daba miedo seguir viaje pero también nos daba miedo volver. Decidimos frenar un tiempo y pensar. Luego, cuando nos dimos cuenta que no iba a terminar y que todos los países se encontraban en la misma situación nos arriesgamos a seguir viaje. En México no se necesitaban permisos para circular. Aún así nos pasó de llegar a lugares donde los atractivos principales estaban cerrados y eso nos frustraba y al mismo tiempo nos llevaba a conocer circuitos alternativos ¿Si tuvimos el virus? Creemos que sí pero la situación de los hospitales era fea, no nos arriesgamos así que simplemente nos aislamos. Fue una experiencia muy difícil pero el arriesgarse tuvo sus frutos y hoy creemos que es de las experiencias más valiosas, enriquecedoras y donde más aprendimos. Si pudimos viajar durante una pandemia mundial, ¿qué nos puede detener a seguir haciéndolo?".
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