Es la hermana menor de Milagros “Mili” Maylin, la flamante novia del jefe de gobierno porteño, y se especializa en vestidos de fiesta
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Magdalena –Maga- Maylin tiene 29 años, es diseñadora de indumentaria y trabaja en su propia marca, Sentido Vertical, junto a su socia, Yasmin Anania. Atiende de manera personalizada en su espacio de Belgrano R y acaba de terminar su cita con una clienta antes de detenerse a hablar.
Su nombre comenzó a correr el 12 de octubre último, cuando Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno porteño, contó que estaba de novio con su hermana mayor, Milagros ‘Mili’ Maylin. La primicia fue de LN+, en el programa de Luis Novaresio.
Las hermanas Maylin son cuatro. “Están Mili (36) que estudió Comunicación Social en la Universidad Austral. Delfi (34) es arquitecta, recibida en la UBA, casada con un abogado y tres hijos. Después está Agustina (33), que estudió Administración de Empresas en la UCA, y sigo yo, la menor, Maga, 29 años, diseñadora de indumentaria”, detalla.
-¿Dónde estudiaron las hermanas Maylin?
-Yo fui al colegio St. Catherine Moorlands. Ahí teníamos inglés y francés. Desde siempre me gustó la moda, el maquillaje. Me leía todas las revistas de moda.
-La moda llegó más tarde.
-Arranqué estudiando economía en UCEMA, pero no era para mí. Un día levanté el teléfono, la llamé a Mili y le dije: ‘No aguanto más, la facultad de economía no es para mí’. ‘Ya te paso a buscar’, me respondió. Me pasó a buscar y me dijo, ’¿Qué querés hacer?’ Ahí mismo me empezó a ayudar. Me di cuenta de que me gusta la moda, las revistas, éste mundo... También me ayudó mucho Delfina, a quien admiro. Las admiro a las tres, todas tienen un algo muy especial.
-¿Cómo te convertiste en diseñadora de indumentaria?
-Delfina estaba en la UBA, así que quise estudiar ahí para estar un poco más con ella. Pero, apenas llegué, ella se recibió (ríe). Mili y Delfi ayudaron bastante en la elección de mi carrera. Con ellas, todo fue apoyo. Yo era muy aplicada, tanto que en la Facultad de Economía me preguntaron por qué me estaba yendo... Es que quería algo más artístico, de diseño, algo que tuviera más que ver con el arte.
-Tus hermanas siguieron carreras más tradicionales. Tus padres, ¿pretendían un título de grado?
-¡No sabés lo que son papá y mamá! Te apoyan en todo, son incondicionales. En todo lo que quieras hacer, ellos te van a apoyar. Ya desde que iba al curso para aprender a maquillar a los 14 años, ellos me llevaban desde Zona Norte a Palermo. Me esperaban las dos horas tomándose un café en la esquina. Hasta que terminé el curso con Regina Kuligovsky. Ya desde los 16 años maquillé sociales, tuve que parar cuando empecé la cursada en la universidad porque ya no me daban los tiempos.
-¿Cómo se tomaron tu cambio de carrera?
-Papá, Claudio Luis Mailyn, tiene una aseguradora y mi mamá, Mariana Vasquez Ferro, fue maestra de inglés. Cuando les dije que me pasaba a diseño de indumentaria, me apoyaron. Así, siempre. Ellos fueron quienes me consiguieron mi primera máquina de coser. Mi mamá y sus amigas fueron mis primeras clientas.
-Sos la menor de cuatro, ¿hay preferidas?
-Siempre lo hablamos con mis hermanas (ríe) y no creo. Pienso que cada una tiene su lugar, su rol en la familia. Mili es la guerrera, la que se pone a la familia al hombro. Delfi tiene espíritu de madre y Agus es súper compañera, ella nunca te va a juzgar. Yo soy la menor, ¡la que siempre hice lo quise! A mí todas me cuidan. Si me pongo a pensar, siempre me interesó la moda. Ya a mi abuela y mi bisabuela les encantaba la moda. Mi papá tiene mucho estilo, tiene un ojo crítico para la decoración, para la moda... Y yo aprendí mucho de ellos. De tomar esa pasión y que todo tenga cierta estética. Toda la vida me compré las revistas de moda, de maquillaje. Hice la tesis en la universidad y fue después que decidimos crear “Sentido Vertical”. Es que en 2016 y en 2017 viajé por Europa y ahí fue cuando me dije ‘Tengo que hacer una marca’.
-¿Por qué ‘Sentido Vertical’?
-Nuestra tesis fue sobre la tercera edad, siempre sentí que nunca se le daba el espacio a la gente mayor. Y en un libro Osho hablaba de la vejez y de la plenitud al envejecer, de un camino, un crecimiento, en línea vertical que sea una celebración. Ellos fueron nuestra primera inspiración. La marca se fue ampliando y el consumidor te va llevando hacia otros caminos. Y está buenísimo, porque queremos borrar las líneas de los límites de edad. La juventud se no ve por el cuerpo sino por el espíritu.
-¿Cómo te abriste paso con tus diseños?
-Mucho boca en boca. Empecé con los vestidos de fiesta. En 2017 me había diseñado uno para un casamiento, lo mostré en Instagram y empezaron a decirme ‘¡Lo quiero!’. Era un vestido largo, con un cuello bordado de gasa color salmón, nada especial, se ve que era el corte. Ahí le dije a mi amiga Yasmin: ‘Voy a hacer vestidos de fiesta, ¿lo hacés conmigo?’. Empezamos con los de fiesta, civiles y novias, y después sumamos una línea urbana. Los cambios que generó la pandemia nos permitieron eso. Ya no había fiestas y lanzamos una línea urbana. Nos abrimos del círculo de solo novias, madrinas y civiles.
-Hacés vestidos de novia y ya se habla sobre quién haría el vestido de novia de Mili…
-Prefiero no hablar del tema. Solo responder que somos una familia muy unida. Yo estoy enfocada en mi trabajo.
-¿Tus hermanas opinan sobre tus diseños?
-Sí, y me gusta. Somos cuatro, de chica nos robábamos la ropa, nos escondíamos todo. Hoy en día me piden ropa prestada, todo el tiempo, y me encanta que les guste mi estilo. Minimalista, elijo una paleta de colores bastante reducida con blanco, negro, colores tierra (aunque si las clientas eligen, hacemos corales, rojos, lilas...). Todo lo que diseñamos con mi socia, mi familia lo ve. Al que más le muestro es a mi papá, que siempre me pide que hagamos sastrería para hombre. Papá es quien tiene ese ojo, quien siempre huele a perfume, él sabe que las críticas que me hace sirven. Me ha llegado a decir “Esta calidad no me gusta”. Y a mamá le hago prendas, arranqué con ella y con sus amigas.
-¿Usás solo prendas propias?
-Un poco de todo, pero mayormente Sentido Vertical. Pienso que lo que llevás puesto transmite algo. Y, yo salgo a la calle y todo el tiempo trato de estar impecable, porque nunca sabés a quién te podés encontrar. Y, en el trabajo yo no puedo estar rea atendiendo. Ahí no uso jeans, me dan informales. Los sábados y domingos, sí.
Vestidos de fiesta no suelo comprar, sé lo que me gusta y lo que no. Para los casamientos me diseño para mí, casi siempre una semana antes... ‘Casamientos’, no digo ‘bodas’. Y sí, digo ‘rojo’, no ‘colorado’... Hice el de mi hermana Agustina y, al mío me lo terminé cosiendo a las dos de la mañana con mi novio, Manuel (con quien se casa en breve) bancándome al lado.
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