Skinwalker: el tenebroso rancho rodeado de fenómenos paranormales que nadie puede explicar
Periodistas, científicos y magnates trataron de encontrar una interpretación lógica para los insólitos sucesos sobrenaturales que ocurrieron en este campo de Utah
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El Área 51, la misteriosa base militar secreta ubicada a 133 kilómetros de la ciudad de Las Vegas en el desierto de Nevada, no es la única zona de Estados Unidos conocida por las historias relacionadas con naves extraterrestres y seres alienígenas. Un singular rancho del estado de Utah también acaparó la atención de los científicos por los enigmáticos acontecimientos que se desarrollaron en sus inmediaciones durante décadas y, que hasta la actualidad, no tienen una explicación racional.
A lo largo de los años, el rancho Skinwalker fue el centro de interés de investigadores y periodistas que trataron de encontrar una interpretación lógica para los insólitos sucesos que ocurrieron en la hacienda. Y aunque todos los especialistas lo intentaron, no pudieron evitar la palabra “sobrenatural” para definir las situaciones paranormales que experimentaron.
Entre los episodios más inusuales que tuvieron lugar en estas tierras se encuentran presuntas abducciones extraterrestres, inexplicables círculos en los cultivos, la presencia de animales extraños y hasta mutilaciones de ganado bovino.
Uno de los últimos propietarios del rancho Skinwalker fue Terry Sherman, quien quedó tan traumatizado por los acontecimientos ocurridos en su vivienda, que 18 meses después de trasladar a su familia a la finca vendió el terreno de 207 hectáreas.
La historia de los siniestros eventos que presenciaron los Sherman
Según la tradición del pueblo indígena Ute, una tribu nativa que le da nombre al estado de Utah, una criatura sobrenatural habita el lugar donde está emplazado el rancho. Los Ute bautizaron a este animal como Skinwalker y, de acuerdo con la leyenda, se trata de un ser de otra dimensión que puede cambiar de aspecto y que es capaz de adquirir una forma combinada entre humano y animal.
En 1994, Terry y Gwen Sherman compraron el rancho Skinwalker y fueron sorprendidos por una criatura parecida a un lobo al día siguiente de su mudanza. El matrimonio había terminado de instalar a sus primeros animales en el corral cuando vieron al extraño ser que acechaba en las cercanías del establo. La particularidad de este animal radicaba en que era tres veces más grande que un lobo normal y estaba erguido sobre dos patas traseras.
Terry vio a la criatura atacar a un ternero y arrastrarlo fuera del corral. Inmediatamente sacó su rifle y disparó a matar repetidas veces, pero el animal siguió con su presa en la boca sin inmutarse y se alejó en la oscuridad. Al parecer, ningún proyectil lo alcanzó, porque el hombre no encontró rastros de sangre sobre el suelo.
A partir de ese momento, comenzaron a producirse otros siniestros acontecimientos, como exóticos rugidos procedentes del bosque y luces que se movían por el piso y luego volaban por el cielo nocturno.
La situación para la pareja se tornó más inquietante cuando, según su relato, una mañana encontraron quemados a sus dos perros guardianes y aparecieron varias vacas desmembradas de forma quirúrgica, con el macabro detalle de que sus vísceras estaban dispersas sobre el suelo a modo de rompecabezas.
En 1996, los Sherman, cansados de los episodios violentos y sobrenaturales, decidieron acudir a los medios para dar a conocer su versión. Tres meses más tarde, y gracias a la difusión del programa con su testimonio, el multimillonario Robert Bigelow compró el rancho Skinwalker por 200.000 dólares.
Las investigaciones del magnate Robert Bigelow
Bigelow, de 75 años, quien mantuvo desde temprana edad un inquieto interés por los eventos anómalos, utilizó su fortuna para investigar los fenómenos paranormales en la propiedad.
Su interés por descubrir la verdad sobre los acontecimientos ocurridos en la finca lo llevó a fundar el Instituto Nacional para el Descubrimiento Científico (NIDS), su propia versión de los Expedientes secretos X.
El magnate creó un sistema de vigilancia las 24 horas del día para poder captar cualquier actividad extraordinaria que sucediera en el rancho. Sin embargo, no pudo reunir ninguna prueba física significativa que respaldara la oscura historia del sitio, ya que todos los equipos sufrían daños cada vez que ocurría un evento anómalo. Solo pudo utilizar las interferencias repentinas, los cortes de señal y las averías de los dispositivos para apoyar su teoría de que los fenómenos paranormales de Skinwalker eran reales.
Dos científicos que trabajaron con Bigelow en NIDS, Colm Kelleher y George Knapp, escribieron el libro A la caza del Skinwalker: la ciencia se enfrenta a lo inexplicable en un remoto rancho de Utah, en el que dejaron asentados los extraños sucesos que presenciaron en la finca.
En la publicación, Kelleher afirmó haber visto una gran criatura humanoide, la noche del 12 de marzo de 1997, que espiaba al equipo de investigación desde un árbol. El científico detalló que la figura estaba a unos 50 metros de distancia y que los miraba desde una rama de un árbol a seis metros del suelo.
“La gran criatura yacía inmóvil en el árbol. La única señal de la presencia de la bestia era una penetrante luz amarilla en sus ojos, que no parpadeaban mientras nos miraban fijamente”, contó Kelleher en el libro.
A la caza del Skinwalker
Con una duración de un poco más de dos horas, en 2018, se estrenó la película A la caza del Skinwalker. El documental incluye el material que publicaron Kelleher y Knapp en el libro homónimo de 2005, durante la investigación que realizaron sobre el rancho.
Según el documental, los miembros de la tribu Ute reconocieron que raros fenómenos de otro mundo ocurrían en la zona desde hace siglos. De hecho, desde que llegaron los primeros exploradores europeos, se registraron objetos extraños en los cielos de Utah. En 1776, el misionero franciscano Silvestre Vélez de Escalante, uno de los primeros que se adentró en América del Norte, escribió sobre unas inusuales bolas de fuego que aparecían por la noche sobre el campamento.
Una nueva venta
Frustrado por no obtener ningún registro significativo, Bigelow vendió el rancho apenas tres años después de haberlo comprado. En 2016, el magnate de bienes raíces, Brandon Fugal, adquirió Skinwalker.
“Lo que realmente me interesó de esta propiedad fue una conversación que tuve con unos científicos que se me acercaron, en 2015, que habían estado asesorando a Bigelow. Me contaron que él había adquirido esta propiedad que supuestamente era el sitio de más actividad paranormal y ‘alta extrañeza’ que cualquier otro reportado en el país en ese momento”, dijo Fugal en una entrevista con la cadena KSL.
El empresario reunió a un equipo multidisciplinario de científicos e investigadores con la esperanza de revelar la verdad sobre los episodios inexplicables del rancho. “Durante cinco años, estuvimos registrando fenómenos que realmente desafían toda explicación natural. Pero, definitivamente, existe una inteligencia que vive en esta propiedad y que está interactuando con todos los que visitan Skinwalker “, aseguró Fugal.
En la actualidad, numerosas cámaras y sensores monitorean la finca las 24 horas del día para registrar cualquier suceso fuera de lo normal. Erik Bard, el investigador principal contratado por Fugal, tiene algunas teorías sobre el rancho. Por un lado, supone que Skinwalker está ubicado sobre algún tipo de fuente de energía o un portal que genera un cierto fenómeno interdimensional. Además, especula que una tecnología de origen desconocido podría estar involucrada, e incluso insinúa la presencia de una “inteligencia sensible, precognitiva y no humana”.
Las distintas hipótesis de Fugal y Bard dieron pie para que History Channel pusiera al aire un programa sobre los eventos anómalos que suceden en el rancho. Hace algunas semanas, comenzó una nueva temporada de El secreto del rancho Skinwalker, donde el equipo estudia las imágenes de un ovni que cruzó sobre el cielo de la propiedad.
La explicación científica de los avistamientos de ovnis en la actualidad
El investigador Joseph Hicks, quien estudió más de 400 reportes de ovnis en Utah desde principios de la década de 1950, señaló que la zona era utilizada para la experimentación gubernamental de tecnología desconocida.
Además, otros investigadores aseguraron que en el norte de Utah existen varias instalaciones militares secretas que ensayan con naves experimentales, y estas podrían ser la explicación de las extrañas luces brillantes que suelen ver los lugareños.
Un informe de NIDS del año 2002 sugirió que los ovnis observados por los residentes eran probablemente las naves de prueba del ejército norteamericano.
Como ninguna de las justificaciones anteriores fue confirmada o desmentida por el gobierno estadounidense, los insólitos sucesos del rancho Skinwalker permanecen como una incógnita. Los especialistas siguen sin poder evitar la palabra “sobrenatural”, y este pedazo de tierra de 207 hectáreas en Utah continúa siendo uno de los grandes misterios de nuestra época.
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