“Sí ,se puede”, el origen de la frase que usaron Barack Obama y Mauricio Macri
La frase fue pronunciada por Dolores Huerta y se convirtió en una idea muy usada en la campañas políticas
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La frase “Sí, se puede” es muy conocida en la Argentina por haber sido el eslogan de la campaña del expresidente Mauricio Macri. Sin embargo, pocos saben que fue utilizada por Dolores Huerta durante su campaña para concientizar a la población estadounidense de las necesidades de los trabajadores agrícolas.
Además, el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, la tomó prestada para sus campañas presidenciales.
Dolores Huerta cumple hoy 91 años y su militancia cambió el curso de la historia, erigiéndose en un modelo ejemplar de representante sindical.
Su vida estuvo impregnada de ética, transparencia, sinceridad, abnegación y trabajo. Para conocer más a la autora de esta emblemática frase, es preciso saber a qué se dedicó y los orígenes de Dolores Huerta.
Cómo Dolores Huerta se convirtió en una referente de los derechos laborales
De condición humilde, Dolores Huerta no cambió cuando llegó a la cima de su carrera. A diferencia de otros representantes, no acumuló riquezas en beneficio propio o de sus familiares.
Un repaso de sus vivencias, personalidad y familia puede ayudar a conocer las razones por las que una joven maestra a los 28 años decide ponerse al frente de los trabajadores agrícolas de California y negociar el primer acuerdo de derechos laborales del sector.
Dolores Clara Fernández Huerta, hija de Juan Fernández y Alicia Chávez, nació en Dawson, Nuevo México, el 10 de abril de 1930.
Su padre fue trabajador agrícola, activista social y legislador estatal.
El matrimonio se divorció cuando Dolores tenía apenas 3 años y su madre la crió junto a sus dos hermanas y otros dos hermanos en una comunidad de agricultores del Valle de San Joaquín, Stockton, California. Alicia Chávez era propietaria de un hotel y restaurante donde supo cobijar a familias campesinas gratuitamente.
Dolores Huerta reconoció públicamente la importante influencia materna en las decisiones de su vida que la llevaron a convertirse -sin proponérselo- en un ícono femenino de la movilización social.
Su desempeño como maestra rural la puso en contacto directo con las necesidades de los hijos de las familias de campesinos agricultores de la zona. Los magros salarios y precarias condiciones de vida de sus vecinos fueron, seguramente, un disparador de lo que sucedería.
Corría el año 1962 cuando César Chávez, líder activista por los derechos de los trabajadores agrícolas, la invita a fundar la Asociación Nacional de Campesinos, más tarde reconocida como Sindicato Unión de Campesinos (primera organización sindical representativa de los trabajadores agrícolas estadounidenses).
Sin haber estudiado negociación, logró el primer acuerdo en favor de los trabajadores con una importante empresa productora vitivinícola.
La asimetría de poder que existía entre esta mujer de precaria condición económica y las corporaciones no fue obstáculo para la firma del acuerdo que puso fin al conflicto.
La vocación de servicio de Dolores Huerta, su entereza y tenacidad, puesta de manifiesto en la defensa de las familias afectadas, sorprendió a un mundo empresarial manejado por mayoría de hombres.
Como representante de la organización sindical a la que pertenecía, lideró el boicot nacional de la uva convenciendo a más de 17 millones de consumidores de las vicisitudes y penurias de los trabajadores del vino. Tamaña gesta logró la adhesión del por entonces senador Robert Kennedy quien acompañó la protesta.
Una historia de desafíos y dolor
Dolores Huerta participó de innumerables movilizaciones y huelgas, fue arrestada por desobediencia civil, privada de su libertad y víctima de lesiones corporales de toda índole.
Su lucha estuvo signada por la filosofía de la No Violencia, al igual que la de otros líderes sociales como Gandhi.
Su prédica ante la agresión fue siempre responder con acciones pacíficas. Era preferible ayunar tres días antes que tomar una fábrica por la fuerza.
La maternidad de Dolores Huerta (11 hijos) no fue un impedimento para convertirse en la precursora del movimiento feminista en los Estados Unidos.
Algunas de sus hijas comparten la tarea de la fundación que lleva su nombre y que centra su acción en tres áreas:
- Compromiso cívico y desarrollo de liderazgo de base.
- Equidad educativa.
- Desarrollo del liderazgo juvenil.
Dolores recibió de manos del Presidente Barack Obama, en el año 2012, el máximo galardón que se otorga en los EE.UU: “La Medalla de la Libertad”.
Permanente militante de la lucha contra el racismo y el odio, reivindica la importancia histórica de los inmigrantes no europeos (mexicanos, esclavos, africanos, entre otros) en su país.
Dolores resumió con la simpleza característica de la sabiduría la causa del éxito de la organización que representa: “La gente tiene poder, solo debe organizarse”.
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