Sexo a diario. El día del soltero y el negocio del orgullo single
Cada 11 de noviembre (el 13 de febrero en Occidente, previo a San Valentín) en China festejan el Día del Soltero, o Guanggun Jie, una fecha dedicada a resaltar el "orgullo single" y alejar el estigma que siempre rodeó a las personas sin pareja sentimental, paradójicamente en un país donde la presión por casarse sigue siendo agobiante para hombres y mujeres. Pero como tantas otras citas del calendario comercial, la intención de fondo no es darle visibilidad a este creciente fenómeno mundial sino más bien facturar con su "desgracia", por así decirlo, al menos ése es el espíritu del gran Black Friday que se organiza inspirado en el mito de que las rebajas del shopping alivian la tristeza. "El Día del Soltero se ha convertido en los Juegos Olímpicos del mundo de los negocios" dijo Jiang Fang, presidente de Tmall y Taobao, dos tiendas gigantes de electrónica, durante la inauguración en Shangai de la gran jornada de ofertas y descuentos pensadas para que los live aloners se den una panzada de compras.
De vestir santos y ser el paria de la familia, a protagonistas estelares de una sociedad donde el matrimonio parece ser una convención a punto de desaparecer. Según investigaciones recientes, los solos es el grupo demográfico de más rápido crecimiento en el planeta. La soltería es un estatus civil más frecuente en los países desarrollados y civilizados; en las sociedades naturales o no industrializadas sucede al revés: un individuo es considerado anormal si no pasa por algún altar. Pero hoy los adultos se casan más tarde y se divorcian antes, confirma el sociólogo Elyakim Kislev en su último libro Happy Singlehood: The Rising Acceptance and Celebration of Solo Living un ensayo reciente publicado por la Universidad de California que explora los cambios económicos, geográficos y culturales que alentaron el notable aumento de la epidemia (léase población soltera) en el planeta, también revisa el viejo estigma y los supuestos beneficios de vivir sin pareja, libres, sueltos. Pero el gran desafío de esta época ya no es conseguir compañía, sostiene, de hecho las aplicaciones de citas lo hacen fácil. Lo imposible es poder sostenerla en el tiempo. "En esencia, hoy estamos en movimiento buscando oportunidades y no queremos ataduras; queremos privacidad y tiempo para desarrollarnos; las mujeres son más independientes y educadas no necesitan que otros las apoyen. Por último, somos menos conformistas y tradicionales. Debemos estar convencidos de que el matrimonio es bueno para nosotros, especialmente cuando vemos sus graves consecuencias a nuestro alrededor" destacaba el autor.
Según el Centro de Investigación Pew, una cuarta parte de los niños de hoy nunca se casarán, y aproximadamente la mitad de los que sí lo hagan se divorciarán, una tendencia nada exagerada si observamos la liquidez de las relaciones afectivas que actualmente cultivamos los individuos, no solo los milenials. "No debemos ignorar estas estadísticas. Más que nada, es crucial prepararlos para vivir solteros e incluso si están casados, para aceptar que quienes los rodean eligieron ir solos o han perdido a sus cónyuges por divorcio o muerte. Existe una gran idea errónea de que estar soltero y solo son lo mismo. Los casados a veces están solos. El matrimonio es un cierto nivel de compromiso que no se ajusta a todos, necesitamos aceptar la noción de una escala más amplia de lo que significa estar comprometido: matrimonio, convivencia, vivir separados y estar juntos, pareja ocasional, etc."
Si la resignificación de las etiquetas ayuda al sinceramiento afectivo, en horabuena: quizá sea ése el principio de una vuelta a las relaciones profundas, y duraderas.