La tribu de la isla Sentinel es un misterio. No se sabe qué idioma hablan, ni cuántos hay.
Los habitantes autóctonos de la isla Sentinel del Norte son una de las últimas tribus que están "fuera de contacto" con el mundo exterior. La isla, parte del archipiélago Andamán y Nicobar en la Bahía de Bengala del Océano Índico, queda a más de mil kilómetros de cualquier puerto de salida en India continental.
Son tan desconocidos que aún en la propia India hay poca consciencia de su existencia, comentó Ayeshea Perera, editora del Servicio Hindi de la BBC, en Delhi: "La última vez que se les prestó atención fue tras el tsunami de 2004, cuando el gobierno indio investigó si habían podido sobrevivir el desastre".
Ahora vuelven a estar en la mira, tras el trágico incidente en el que el turista estadounidense John Chau fue muerto a flechazos, después de viajar a Sentinel del Norte para predicar el cristianismo.
En peligro de extinción
Se estima que sólo quedan entre 50 y 150 de la tribu en la isla, cuya visita es ilegal, debido al riesgo de que la tribu se contamine de enfermedades foráneas. "Sin inmunidad, un virus cualquiera podría acabar con toda la tribu", explicó la editora del Servicio Hindi.
Andamán alberga cinco tribus "particularmente vulnerables". Además de esta tribu están los jarawas, los gran andamaneses, los onge y los shompen. Los sentineleses y los jarawas no se han integrado al resto de la comunidad isleña.
"Los ´sentineles´ son uno de los pueblos más primitivos y en mayor peligro de extinción en la Tierra", dijo un alto funcionario indio citado en el diario Indian Express.
Lo poco que se sabe de ellos es que migraron hace unos 60.000 años de África y habitan en una pequeña zona selvática de Sentinel del Norte. Son una de las muy pocas tribus cazadoras-recolectoras del mundo.
También los distingue el uso de arco y flechas, con lo que cazan y se defienden, y demostraron ser hostiles con los extranjeros.
En 1974, un director de cine que visitó el lugar recibió un flechazo en una pierna cuando su equipo intentaba filmar un documental para la National Geographic.
Después del tsunami de 2004, que afectó la cuenca del Océano Índico, las autoridades de India revisaron en helicóptero las condiciones en que estaba la tribu y fueron recibidos con flechazos.
"Su resistencia a todo contacto con el mundo exterior ha hecho imposible que alguien se pueda acercar a ellos", destacó Ayeshea Perera de Servicio Hindi de la BBC.
En Sudamérica -en especial en Ecuador, Perú y Brasil- también existen varias tribus aisladas.
Golosinas
TN Pandit, un antropólogo indio que estudió las tribus de Andamán durante años en los 70, intentó apaciguar a los aborígenes de Sentinel con golosinas como cocos, pero la tribu no abandonó sus sospechas.
Según Pandit, los indígenas se acurrucaban y daban la espalda a los que llegaban a manera de insulto.
"Han demostrado una y otra vez querer ser dejados en paz" dijo en un comunicado la ONG Survivor International.
Los lingüistas que han estudiado las lenguas de las islas Andamán indican que las características físicas de esta tribu se asemejan a las de la tribu jarawa, que habitan en las islas vecinas.
De acuerdo a Shailendra Mohan, profesor de idiomas austroasiáticos del Departamento de Lingüística de la Universidad Deccan, en Pune, la tribu parece tener una estatura un poco mayor al resto de las tribus en el archipiélago.
Mohan fue parte de dos grupos de investigación internacional que estudió las lenguas tribales en las islas entre 2001 y 2002.
El equipo pudo interactuar con los jarawa, onge y gran andamaneses, pero no pudo establecer qué vínculos hay entre ellos y los "sentineleses" (como se les dice en inglés).
"Aunque estas tribus viven en cercanía, ninguna ha reportado tener idea alguna de la existencia de sus vecinos sentineleses", dijo Mohan, citado en el portal Livemint.
Concluyó que "son genéticamente diferentes". La mayoría de las tribus actuales desarrollan algún tipo de agricultura. "Los sentineleses son una tribu importante pues son un pueblo puro, no mezclado, que todavía cazan y recolectan" expresó Shailendra Mohan.
Turismo tribal
Esa rareza y aislamiento hace que sean una fuente de intriga para muchos de los 500.000 turistas que visitan las de las islas de Andamán y Nicobar todos los años, según el Servicio Hindi de la BBC.
A comienzos de este año, el Ministerio del Interior emitió un comunicado que eximía a los extranjeros de la necesidad de obtener un permiso para visitar 29 islas del archipiélago.
La lista incluía nueve islas ocupadas por tribus y comunidades indígenas consideradas "particularmente vulnerables".
Los turistas viajan dos horas en micro desde Port Blair, la capital de Andamán, y luego atraviesan una reserva forestal entre el sur y el centro de Andamán para ver a los jarawas.
Pero no hay una ruta directa para llegar a Sentinel del Norte, que está protegida por la Guarda Costera y el Departamento Forestal de India.
A veces, barcos con turistas extranjeros pasan por la isla, pero son ahuyentados por la Guarda Costera y no se detienen, aseguró a la BBC Manish Chandi, del Equipo Ambientalista de Andamán y Nicobar.
Según el Departamento de Bienestar Tribal, hay constantes patrullajes de las islas para evitar este contacto pero, debido al tamaño del área, "hay posibilidad de que algún pícaro entre".
La muerte del turista estadounidense John Chau está siendo considerada por las autoridades como un "lapso" en la seguridad.
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