Especies como salvias, echiums o la popular Flor de San Juan aportan rojos, rosados, azules y naranjas que se recortan en el paisaje invernal. Conocelas en esta nota.
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El invierno no es necesariamente una época de reposo y melancolía. Además de las clásicas flores de estación, otras herbáceas y arbustivas alcanzan su máximo esplendor en aquellos jardines protegidos de las heladas. En esta nota seleccionamos seis plantas que desafían el frío a pura flor.
Salvia involucrata
(Coral de invierno)
Florece desde el otoño y durante todo el invierno en jardines reparados de las heladas. Sus flores rosadas son muy visitadas por colibríes. Prefiere media sombra y suelos fértiles. Se multiplica por estacas y acodos.
Echium candicans
(Echium)
Es un arbusto de 1 o 2 m de altura, que florece en invierno y primavera. Produce grandes inflorescencias azules o violáceas, de impactante belleza. Sus flores son frecuentadas por abejas y picaflores. Requiere pleno sol y suelos fértiles y bien drenados. Es sensible a las heladas. Se multiplica por estacas y se reproduce por semillas.
Pycnostachys urticifolia
Es una herbácea perenne aromática que puede alcanzar hasta 2 m de altura. Se destacan sus flores de intenso color azul y las espinas rojizas de las inflorescencias. En Buenos Aires y alrededores debe cultivarse a media sombra, evitando el sol intenso del mediodía en verano.
Requiere suelos fértiles y bien drenados y riego abundante en tiempo caluroso. Florece de abril a julio y es sensible a heladas. Se multiplica fácilmente por estacas o semillas sembradas en primavera.
Pyrostegia venusta
(Flor de San Juan)
Esta trepadora puede alcanzar hasta 10 m de altura. Sus flores se utilizan en la festividad de San Juan (24 de junio) y de allí deriva su nombre vulgar.
Las flores abren desde julio hasta octubre y son visitadas por picaflores. Crece rápido y requiere de una estructura para trepar. Prospera a pleno sol o media sombra en suelos fértiles y bien drenados. Se multiplica por estacas. Es sensible a las heladas, pero prospera en los jardines urbanos de las ciudades del centro y norte de nuestro país. Es indicada para cercos, glorietas y entramados en general.
Streptosolen jamesonii
(Arbusto de fuego)
Es un arbusto de hasta 3 m de altura que florece en invierno y primavera en jardines protegidos de las heladas. Las flores cambian de color con la edad, del amarillo al anaranjado, generando contraste. Crece en distintos tipos de suelos y prospera a media sombra o a pleno sol. Resiste la sequía una vez establecida. Se multiplica por estacas en primavera.
Salvia gesneriiflora
Este subarbusto aromático alcanza hasta 2 m de altura. En Buenos Aires florece de junio hasta octubre. Sus flores, de un intenso color rojo o anaranjado, son muy visitadas por colibríes. Requiere un sitio protegido a media sombra, preferentemente con sol de mañana. El suelo debe ser fértil, bien drenado, y el riego abundante. Se multiplica por esquejes en primavera y otoño.