En realidad, se llama Pedro Cernadas (47), pero desde que apostó a la actuación, lo conocemos como Segundo. Tras una carrera que incluyó las exitosas novelas Ricos y famosos, Muñeca brava y Dulce amor, entre otras, el actor rionegrino sorprendió al relegar su pasión para transitar un camino político. "Siempre tuve la inquietud, pero por una cuestión de tiempos nunca pude involucrarme del todo. Creo que en el fondo sabía que tarde o temprano iba a tener que elegir entre mi carrera de actor y mi vocación política", dice el actual concejal de Tigre, quien sueña con convertirse en intendente en las próximas elecciones.
–¿Cuándo empezaste a soñar con la política?
–Creo que sucedió sin buscarlo. En 2012, San Fernando sufrió una inundación tremenda y con unos amigos armamos un grupo de rescate. Puse mi camioneta y ayudamos a llevar alimentos y todo lo que fuera necesario. Cuando nos dimos cuenta de lo bien que había funcionado el grupo, lo ampliamos para hacer más cosas. De repente, habíamos armado una red para solucionar distintos problemas sociales. En ese camino de acción social, empecé a cruzarme con personas ligadas a la política. En 2014, conocí a Alex Campbell, que entonces era candidato a intendente para 2015. Me encantó el trabajo que estaba haciendo a nivel social y ahí me llegó la primera propuesta.
–¿Cómo fue la decisión de dejar la actuación?
–Mi carrera en el plano de la actuación era justamente lo único que le ponía freno a eso. Siempre decía: "Pará, que primero soy actor". Y traté de mantener esa línea hasta que me di cuenta de que cada vez me iba involucrando más, que había un apasionamiento por querer transformar, sobre todo cuando ya empezaba a ver los resultados. La ola se volvió imparable. Fui candidato a concejal y me eligieron en 2015. Quise vivir el proceso con un perfil muy bajo. No quería que se mezclaran las cosas, no quería que se volviera algo mediático. Así que fui muy de a poco hasta que llegó un momento en que tuve que elegir.
–¿Te resultó difícil?
–Estuve dos noches sin dormir. [Se ríe]. Cuando ya se estaba hablando de una candidatura a intendente, me llamaron para trabajar en una ficción de Netflix: "Te acomodamos los horarios, te armamos un personaje a medida". No sabés lo que me costó rechazar semejante oferta. "¿Vos votarías a un tipo que sale actuando en televisión?", respondí.
–¿Qué te pasa cuando ves una novela?
–Cada vez veo menos ficciones para que no me duela tanto… Todavía extraño la televisión. La verdad es que haber suspendido la actuación es algo que me costó y me sigue costando.
–¿En qué cambió tu vida?
–En casi todo. Por ejemplo, cuando uno es actor, la gente te quiere y, por lo general, te transmite cariño. Pero cuando te metés en política, por más que lo estés haciendo con todo el amor del mundo, la mitad no te va a querer. Te agarran en la calle y siempre tienen algo malo para decirte. La primera vez que me ligué un reto pensé: "Bueno, hay que fumarse esto también". Al principio trataba de contestar a cada uno que me cuestionaba, pero después se me hizo imposible… Entendí que es imposible quedar bien con todo el mundo.
–¿Fantaseás con la idea de ser presidente algún día?
–No hay manera. [Se ríe]. Ya me parecía una locura lo de la intendencia…, el Presidente no tiene vida. Te puede gustar o no lo que hace, pero no tiene vida. Por eso te digo que yo llego hasta acá, esto es lo que puedo hacer y dar de mí.
Cuando uno es actor, toda la gente te quiere y por lo general, te transmite cariño. Pero cuando te metés en política (...) la mitad no te va a querer
En un momento tuve una oferta de Netflix, pero les dije que no. ¿Vos votarías a un tipo que sale actuando en televisión?"
–Una de tus últimas novelas fue Dulce amor, que protagonizaron Calu Rivero y Juan Darthés. ¿Cómo viviste las denuncias contra tu ex compañero?
–Es algo muy delicado. Al principio, lo único que escuché fue un comentario y nada más. Cuando aún transcurría la novela, la verdad es que yo nunca escuché nada de ninguno de los dos lados. Después, cuando se transformó en algo judicial, no me quise meter...
–¿Llegaste a hablar con Darthés?
–Antes de que explotara la bomba, sí. Él me daba su versión. Después, cuando el caso salió a luz, preferí dejar que se encargue la justicia.
Sofía está embarazada de tres meses: es un hijo muy deseado, tenía muchas ganas de volver a ser padre
LOS TIEMPOS DEL AMOR
–¿Qué fue lo primero que te conquistó de Sofía, tu mujer?
–Nos conocimos en un bar y enseguida me contó que había vivido gran parte de su vida en Rusia. Y ahí pensé que las charlas con ella seguro iban a ser divertidas. Con eso ya teníamos una salida asegurada, pero nunca imaginé que llegaríamos a formar una familia. Yo tenía 40 y Sofi, 26. Yo venía de una separación difícil [de su primera mujer, la actriz peruana Gianella Neyra, con quien tuvo a su hijo, Salvador, de 10 años]. Pero nos enganchamos. Me encanta su idealismo, que muchas personas perdemos con el tiempo, es soñadora, cabeza dura y trabajadora, va siempre para adelante. Sofi no es una persona a la que la vida le pase por encima, tiene objetivos claros y eso es admirable. Me parece que es fundamental admirar a la persona que tenés al lado; si no, la relación se quiebra. Yo siento que los dos nos admiramos mutuamente y, además, compartimos la pasión por la política.
–¿Cómo estás viviendo el embarazo?
–Con absoluta felicidad. Sofía está de tres meses: es un hijo muy deseado, tenía muchas ganas de volver a ser padre.
–¿Cómo es tu relación con tu hijo Salvador?
–Nos llevamos muy bien, aunque a él le cuesta agarrar el teléfono todos los días, así que yo le quemo la cabeza para hablar aunque sea un ratito. Me organizo para viajar a Perú también. Y por suerte, tengo buena onda con la mamá, que es elemental para cualquier persona que se separa y tiene hijos. Mi ex me ayuda bastante en mi vínculo con Salvador.
–¿Cómo imaginás tu futuro?
–Desde muy chico soñé con vivir en el campo, de hecho, quería ser agrónomo. Las vueltas de la vida me llevaron a encontrar un folleto de clases de teatro, me enamoré de la actuación. Tiempo después se cerró ese capítulo y empecé otro que también es apasionante. Aunque no creo que mi paso por la política sea para toda la vida, hoy quiero ser intendente de Tigre. Pero estoy seguro que sería una etapa. Después vendrá otra, donde seguramente podré irme al campo y estar más tiempo con mis hijos.
Pelo y make up: Luli de la Vega
Otras noticias de Segundo Cernadas
Más leídas de Lifestyle
Una por una. Estas son las 7 peores maneras de morir, según la psicología
No fallan. Los siete trucos de un neurólogo para fortalecer y cuidar la memoria
Indispensable. La razón de por qué deberías llevar una hoja de laurel siempre en la billetera
Fin del misterio. La ciencia reveló dónde se encuentra el centro del universo