Se encuentra una cría de cocodrilo en su casa, lo capturan y lo devolverán a su hábitat natural

Una cría de cocodrilo fue localizada dentro de un domicilio particular en la comunidad de Bellavista, cuyos habitantes se asustaron, por lo que la Unidad de rescate de Fauna Silvestre del Zoológico de Culiacán lo capturó.

Este es el tercer animal de esta especie que ha sido descubierto en zonas pobladas, el caso más reciente fue de un caimán de dos metros de largo, que fue capturado en la comunidad de la Higuerita, en el municipio de Navolato, donde sus habitantes notificaron su presencia.

Diego García Luna, director del Zoológico explicó que en auxilio de personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se acudió a un domicilio en el poblado de bellavista, en la capital del estado, en el que se encontró el pequeño animal de 67 centímetros de largo, con un peso menor al kilo.

Señaló que se trata de una cría de cocodrilo de la especie acutus, por lo que se mantendrán en observación por un veterinario para determinar su estado de salud y una vez valorado se regresara a su hábitat natural.

Pidió a la población reportar a las líneas de emergencia o al Zoológico los avistamientos de cualquier especie de fauna y no tratar de manipularlos, puesto que resulta un grave riesgo hacerlo, sin los conocimientos y el equipo necesario.

El pasado fin de semana, en la comunidad del Vergel, en Navolato, en el patio de una vivienda se descubrió un enorme cocodrilo de cuatro metros de largo, el cual fue sometido por personal de Protección Civil y trasladado al Zoológico de Culiacán.

¿Son los cocodrilos animales agresivos?

Un cocodrilo es uno de los animales más temidos del mundo. Su tamaño y velocidad en el agua, además de la fuerza de sus mandíbulas, lo convierten en una “bestia” digna de respeto. Los denominados cocodrilos americanos pueden medir hasta 4,8 metros y alcanzar un peso cercano a los 500 kilos. Si bien esas son las medidas más extremas, existen otras especies del mismo animal de menor tamaño. Por lo general, grandes y chicos conviven en el mismo hábitat sin ningún problema a excepción de las épocas de apareamiento.

En este sentido, los cocodrilos y los caimanes grandes atacan de forma muy agresiva. Según su naturaleza, si ven que son más pequeños que su presa, suelen huir. Pero si se sienten atacados o en peligro, pueden atacar con mucha fuerza y ser letales, sobre todo si están en el agua, donde muerden a sus presas, las arrastran al fondo y allí las ahogan.

Por otra parte, estos reptiles cuentan con un fabuloso sentido de la orientación. Por este motivo, todo aquel que quiera deshacerse de algún molesto ejemplar, y decida trasladarlo a unos cuantos kilómetros de distancia del lugar donde habita, tarde o temprano habrá de llevarse una sorpresa.

A los 10, 20, 30 o 40 días –dependiendo de qué tan lejos haya sido reubicado el animal–, verá regresar al cocodrilo exiliado tiempo atrás, dispuesto a ocupar aquella porción de río que considera su hogar. Esta es una de las características que los investigadores aún intentan descubrir de estos predadores.

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