Se cumplen 70 años de la muerte de Enrique Santos Discépolo: las mejores frases del exponente del tango

Enrique Santos Discépolo, también denominado Discepolín, fue un músico, actor, compositor, dramaturgo, escritor y cineasta argentino, cuyo aniversario del fallecimiento se cumple hoy 23 de diciembre . Su trabajo influenció a la cultura popular porteña, con muestras de sus pensamientos críticos de la sociedad de entonces y con señalamientos sobre la desigualdad que se vivía en la época en la que compuso sus tangos.

Discépolo nació el 27 de marzo de 1901 en el barrio de Balvanera, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su hermano Armando fue quien, luego de la muerte de sus padres, lo introdujo al mundo artístico.

Si bien Discépolo es recordado mayormente por sus tangos, también se desempeñó como escritor y actor en obras teatrales. Comenzó a componer tango y algunas de sus canciones más recordadas, denominadas como tangos fundamentales o tangos de oro son, “Yira, yira”, “Cambalache”, “Uno” y “Cafetín de Buenos Aires”. En estos expresaba su descontento con la realidad social y económica del país, en los que encarnaba personajes humildes con cierto tono de disconformidad y crítica.

Su obra se vio afectada por la supresión del lenguaje lunfardo, herramienta recurrente en su obra, por parte de distintas campañas militares de la década del 40. En 1947 compuso Cafetín de Buenos Aires, uno de sus tangos más recordados. Luego produjo y participó en numerosas películas y obras teatrales, muchas de ellas estrenadas después de su muerte.

Falleció el 23 de diciembre de 1951, en su barrio de Balvanera a causa de un síncope en el corazón.

Frases memorables de Enrique Santos Discépolo

• “Me diste en oro un puñado de amigos, que son los mismos que alientan mis horas.”
• “Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias. Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina.”
• “Yo sé que en la luz de una estrella me espera tu amor.”
• “Aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor, no esperes nunca una ayuda ni una mano... Ni un favor.”
• “Hay un hambre que es tan grande como la del pan y es la de la injusticia, la de la incomprensión.”
• “Déjame que llore como aquel que sufre en vida la tortura de llorar su propia muerte.”
• “¿Cómo olvidarte en esta queja, cafetín de Buenos Aires? Si sos lo único en la vida que se pareció a mi vieja.”
• “Tu ausencia es un tormento que tortura sin matar.”
• “Si yo pudiera como ayer querer sin presentir.”
• “Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue.”
• “Al evocarte, tango querido, siento que tiemblan las baldosas de un bailongo y oigo el rezongo de mi pasado.”
• “Melodía porteña, secreto de amor... Que la voz no se atreve a contárselo a Dios...”
• “Nací a las penas, bebí mis años, y me entregué sin luchar.”
• “He arrastrado llorando la esperanza de olvidar, enfangando mi alma en cien amores, sin piedad.”
• “¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!...”

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