Salir o no del aeropuerto: ¿qué hacer en una escala larga?
Lo pensamos todos: me compro el pasaje más barato que consigo, no importa que tenga tres escalas en el medio, total salgo del aeropuerto y conozco una ciudad nueva. Pero muchas veces nos encontramos con varios problemas a la hora de lograr pasarla bien mientras estamos en tránsito. Y aunque lo barato siempre es atractivo, puede salir muy caro si no planeamos bien el cómo y sobre todo, el dónde.
La oportunidad
Cuando salieron esos pasajes baratísimos de Level, no lo dudé un segundo: compré el primero que encontré en la fecha más alejada que pudiera conseguir y planifiqué mi viaje. Era Ezeiza a El Prat en Barcelona, directo con 13 horas de vuelo. Re fácil. Decidí ir a Londres, una ciudad que no conocía y que sabía era cara, pero por el precio del pasaje era todo demasiado bueno para ser cierto. El clima y la temperatura eran otros temas, pero tuve suerte y me tocaron días soleados.
Como saqué el pasaje con varios meses de anticipación, me preparé para buscar un vuelo low cost que se ajustara a mi horario de llegada. Iba a llegar a las 7 de la mañana, encontré un vuelo en British Airways a cinco horas de mi llegada, pero por retrasos en su propia agenda, la aerolínea lo cambió para las 19. Podría haber entrado en en pánico: preferí planificar y ver si podía escaparme un rato a la ciudad.
El plan
Como iba a hacer un vuelo low cost, llegué con un carry, una mochila y lo puesto. Si viajás más pesado, en El Prat hay consignas de equipaje de 10 euros la pieza por 24 horas. No lo hice y me arrepiento porque lo cierto es que Barcelona es la ciudad ideal para caminar, comer y tomar, y por un precio bajo, es mejor dejar la valija en el aeropuerto y recorrer el centro sin peso extra.
Antes de bajar a la ciudad, fui al baño del aeropuerto a cambiarme la ropa para sentirme más cómoda (y más fresca). Por eso es muy importante tener lo que querés usar - remera limpia, medias nuevas, cepillo y pasta dental y toallas higiénicas - en tu mochila o en tu valija. La idea sería hacer un rápido baño a lo Tom Hanks en "La terminal" con todas tus cosas en una bolsa para no tener que desarmar tu equipaje.
El transporte aeroportuario por excelencia en Barcelona es el Aerobús, un colectivo que sale cada cinco minutos de El Prat y en menos de una hora te lleva hasta puntos como Plaza Espanya o Plaza Catalunya por solo 10.20 euros ida y vuelta.
Para ir al centro de Barcelona, tenés que calcular una hora de ida y otra de vuelta, pero si tenés ganas de recorrer sin la amenaza de perder tu vuelo, El Prat de Llobregat está a 25 minutos del aeropuerto y es tan encantadora como el centro. De calles y veredas angostas con grandes plazas que se llenan en verano, este barrio te da un pantallazo de la tranquila vida de los barceloneses.
Lo primero que hice cuando me bajé del colectivo fue ir a desayunar a La Bodega d'en Rafel, un bar muy parecido a los bodegones locales, con largas mesas y bancos donde podés charlar con cualquiera que se te siente al lado. Como en muchos bares de Barcelona, los tapeos eran la estrella. Aproveché para tomar una cerveza (sí, a las 9 de la mañana), comer algo y estirar las piernas.
Cerca de ese bar en la parada de Espanya, está la fuente de Montjüic y un poco más lejos, los jardínes, un punto turístico ineludible para los que quieran acostarse un rato en el pasto antes de emprender otro viaje. Barcelona tiene muchos puntos turísticos que son pagos, pero recorrer las calles y maravillarse con la arquitectura es gratis, sin contar que podés gastar esa plata en una comida más suculenta que la del avión. En Plaza Catalunya, la Rambla y la Boquería son los paseos obligatorios para todos los visitantes y, el último, uno de los lugares más famosos para comer papas bravas mientras hacés tiempo.
En todo este recorrido, las horas se me pasaron volando, llegaron las 15 y emprendí la vuelta al aeropuerto. Acordate de volver al menos tres horas antes de tu vuelo. Las aerolíneas cierran el check in dos horas antes del despegue y las puertas de embarque, una, sin contar el chequeo de seguridad y si tenés que hacer migraciones.
¿Conviene salir?
- En resumen, es necesario calcular si durante tu escala tenés tiempo de sobra para ir y volver del aeropuerto. Para eso, vas a tener que chequear de antemano cómo ir a la ciudad y, muy importante, si vas a tener un lugar para dejar tus valijas mientras salís de excursión.
- Cualquiera se siente cansado después de un vuelo largo. Lo mejor es llevarte una remera y medias limpias para cambiarte, además de todos los productos de limpieza que creas necesarios (cepillo de dientes, toallas húmedas, etc.). Las podés guardar en una bolsa en tu mochila o en tu carry.
- Es crucial que la conexión entre el aeropuerto y la ciudad te sea lo más cómoda posible, tanto en precio como en rapidez. Algunos destinos como Londres los tienen tan alejados, como Luton, que nos termina saliendo más barato quedarse que salir del aeropuerto.
- Si tenés miedo de alejarte mucho, buscá qué se puede hacer en los barrios más cercanos al aeropuerto, podés llevarte una sorpresa.
- Parar en algún lugar para comer siempre es una buena opción. Aprovechá la conexión del aeropuerto y buscá un bar o restaurante que quieras conocer como punto de partida de tu viaje.
- Buscá tres o cuatro lugares que sepas que son ideales para pasear y, a menos que no tengas un presupuesto ajustado, gratuitos.
- Acordate de volver al menos tres horas antes de tu vuelo. Las aerolíneas cierran el check in dos horas antes del despegue y las puertas de embarque, una, sin contar el chequeo de seguridad y si tenés que hacer migraciones.
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