En esta charla con la diseñadora Carolina Aubele hablamos sobre los tonos elegidos en este 2016 para decorar la casa; además, algunas propuestas deco para estar a tono con la tendencia
Por primera vez en su trayectoria, el Instituto del Color Pantone ha elegido no uno sino dos colores para este año. Rose Quartz (Pantone 13-1520) y Serenity (15-3919): "Unidos expresan el equilibrio inherente del rosa cálido y el celeste tranquilo, reflejando conexión y bienestar, así como también sensación de orden y paz" explica Leatrice Eiseman, Directora Ejecutiva de Pantone.
Desde el instituto Maison Aubele, la diseñadora Carolina Aubele, especialista en imagen y tendencias, comparte con Living sus impresiones acerca de los colores del año. Precisamente en su último libro, "¡Color!" (Aguilar, 2015), explora cómo el mismo incide en los usos y costumbres de las personas a través de la moda, el diseño, las etiquetas sociales y los estados de ánimo.
LIVING: ¿Cómo y cuándo se inició tu interés por el color? Al ser diseñadora no pensar en color es como no pensar en forma o contenido, pero quizás hubo un antes y un después en esta búsqueda más profunda.
CAROLINA AUBELE: Es algo innato que tengo, es una forma de relacionarme con el disfrute al contemplar una obra, experimentar un espacio o atmósfera, o diseñar e interpretar los colores que favorecen a las personas. Soy muy sensible a los colores, si estoy en una espacio con tonos que me molestan, realmente me quiero ir. Los colores tienen muchos aspectos que están relacionados entre sí y me pareció enriquecedor mostrar este punto de vista integral del cual no escapamos porque convivimos con ellos todo el tiempo. Al comprenderlos podemos percibir el mundo que nos rodea de una forma más profunda.
L: ¿Cuál es tu repertorio de colores favoritos, tus básicos tanto en casa como en el placard?
C.A: Mi casa es súper blanca y llena de texturas relajadas, pero la paleta no pasa del blanco, tiza y hueso con grandes ventanales que integran el verde de las plantas del exterior. Sinceramente me guío por cómo me siento: esos tonos hacen que la casa se llene de rebotes de luz, se siente limpio y eso me hace sentir bien. En casa tengo objetos que amo y también son en esos tonos iluminados por toques en tonos plata y oro y siempre flores blancas. Mi dormitorio, baño, cocina y escritorio tienen la misma paleta. Mi hijo se quejó y en el playroom y su dormitorio incorporé colores más relacionados con lo lúdico, la calidez del hogar y la reunión: madera, rojos, ocres, violeta y blanco. En general armonicé levemente con pequeños toques para que la casa tenga un buen Feng Shui. Los blancos, el orden, la luz y limpieza me hacen sentir en armonía y es como la nieve que silencia y me trae paz. Mi placard es mayormente blanco, negro y azul en todas sus gamas.
L: Hablás del color como un recurso que potencia y que embellece a las personas cuando es bien elegido. ¿Cómo aplica esta idea a los espacios?
C.A: Los colores que nos favorecen crean un efecto fotográfico sobre el rostro: básicamente las personas se dividen en paletas frías y cálidas, este estudio se llama colorimetría. Si logramos tener predominancia de estos tonos en nuestro hogar, sumados -por supuesto- a los colores que nos hacen sentir bien y que cooperan con las tareas que se desarrollan en cada caso, los colores que nos favorecen por colorimetría hacen una cámara de luces que nos hacen ver bien. La diferencia sería, por ejemplo, en personas de paletas frías pintar de blanco o tonos fríos, empolvados o hielo y en paletas cálidas, champagne, marfil o tonos de beige más tirando al amarillento.
L: Si bien son elecciones personales determinadas por el gusto, los usos y las costumbres, ¿qué tips generales podés brindar para elegir los colores ideales para una casa u oficina?
C.A: Yo creo en el gusto, pero pienso que lo ideal es conectar con lo que llamo estado cromático interior, qué colores siento que me hacen bien, sin tanta explicación teórica. Todos reaccionamos emocionalmente a los colores, entonces es importante preguntarnos: ¿cómo me quiero sentir en el living de mi casa? Una respuesta puede ser, por ejemplo, alegre, con reuniones cálidas y felices, entonces podemos elegir colores que generen eso, como tonos cálidos, madera, etc. Luego, para quienes gustan de cambiar, se pueden agregar toques y accesorios de colores que se cambien fácilmente, por ejemplo en velas, almohadones, mantas, flores, suculentas con macetas o piedras de algún tono que nos haga bien.
En el dormitorio de los chicos podemos preguntarnos: ¿qué necesitan? Descansar bien, entonces necesitamos colores que favorezcan el relax principalmente, el descanso, tonos celestes, aguas y marfiles en pintura, muebles y sábanas. Si queremos integrar alegría, podemos hacerlo con la deco pero también los juguetes y peluches agregan siempre lo suyo. Como todo tiene un color, es jugar con lo que se ve y lo que no. En la cocina, a la hora de armar una paleta podemos usar frascos translúcidos para poner alimentos que son de la paleta, pero en latas esmaltadas o frascos de color, alimentos que no van con la paleta. En casa, por ejemplo, se ven los brownies, los pochoclos caseros y el arroz basmati, pero la polenta y las pastas están guardadas en un mueble con puerta de madera.
En la oficina pasa un poco lo mismo: ¿qué es lo que se requiere a nivel imagen de la empresa en sí y qué es lo que se quiere lograr? En empresas serias, que necesitan demostrar confianza y solidez, el piso oscuro es fundamental porque nos remite a algo estable y enraizado, mientras que los espacios con pisos claros o bancos son más etéreos, ideales para creativos. Siempre pongo el caso de Google: ellos han marcado una tendencia fuerte en cuanto al estado de quienes trabajan y los colores en los espacios, lo casual, la reunión, lo diferente, lo nuevo. Entonces vemos espacios luminosos con colores fuertes, es una empresa de personas jóvenes de quienes se esperan nuevas ideas. En un banco o compañía prepaga, por ejemplo, se va a buscar que la gente esté concentrada de una forma más metódica y que reflexionen: los azules son muy comunes porque producen eso, concentración y estabilidad.
L: ¿Cuál es tu lectura sobre los dos colores del año? ¿Cómo los combinarías dentro de una casa?
C.A: No soy de seguir las tendencias, estoy muy focalizada en el estilo, tanto en el diseño de interiores como en el diseño de indumentaria e imagen personal. Pero igualmente opino que los colores de moda son tonos en algunos casos fugaces, que en el momento nos gustan porque ese es el efecto buscado. Cuando los colores se ponen de moda, los podemos usar en pequeños toques o accesorios, pero incluso reinterpretarlos: ahora se usa mucho el rosado cuarzo, no es un tono fácil sinceramente, tiende a llevar todo a un lugar amoroso y algo bucólico, pero si lo mezclamos con maderas o tonos suela o cognac, puede ser súper interesante y moderno, o si lo combinamos con amarillo limón es igualmente moderno pero en una dirección y con un mensaje también inesperado y fresco, completamente diferente. Hay que incorporarlos con la conciencia del estilo principal e incluso combinarlos con otros colores con los que podemos generar una innovación interesante. Los colores de moda tienen que nutrir el estilo y no al revés. Las tendencias renuevan, pero no podemos en esencia modificar nuestras pieles (casa y ropa) por las modas.
L: ¿Crees que es posible superar los protocolos culturales del color (el negro para el luto, los pasteles como naive, el celeste para nenes, el amarillo como neutro, etc.), haciendo ilimitada su potencialidad?
C.A: La realidad es que los colores adquieren un nuevo sentido cuando los combinamos con otros colores: de esa forma cambian su vibración y hasta crean un nuevo equilibrio. Por ejemplo, el lavanda puede parecer un tono tranquilo, amoroso y relajante si lo combinamos con natural o gris perla, pero va a intensificarse junto a un naranja fuerte, azul cobalto o verde esmeralda: su sentido cambia y se vuelve un cable a tierra de esos colores fuertes, los baja y equilibra, se vuelve un neutro, mientras que al lado de los neutros juega el rol del color protagónico. Yo creo que es importante inspirarse y comenzar a jugar sin reglas, sin prejuzgar el color, porque no hay combinaciones válidas o no, ya no hay reglas de "combina o no combina". El punto es expresar colores, estilos, sensaciones, mensajes e ideas en nuestra imagen y en nuestros espacios. Ya no hay más protocolos culturales en realidad: hay percepciones, construcciones y lenguajes. Un vestido fucsia en un velorio es desubicado porque grita celebración y felicidad, puede verse irrespetuoso, pero depende de quién, cuándo y dónde.
L: El blanco y el negro siempre serán clásicos. ¿Hay algún otro color que, en los últimos años, haya buscado ganar esa condición de "va bien con todo"?
C.A: El azul es un súper color, principalmente en tonos marino y azul noche, que es sofisticado, cumple la función del negro pero tiene una luminosidad leve y es especial. Para diseño de interiores, el greige y el hueso van con todo.
Deco cromática
En Indio la tienda de cerámicas de autor, textiles y piezas curadas por Ágata, hay una alfombrita mágica para niños en tono serenity con elefantes blancos: "El color me transmite frescura y tranquilidad. Lo combinamos con tonos claros, como el tiza, el vainilla o el beige", cuenta. Tiene 1 x 1.40 metros y es de algodón.
Para mantener cajas, recipientes, libros y cuadernos organizados, la edición limitada de la rotuladora portátil Brother P-Touch H100 es una herramienta útil para la casa y la oficina: imprime etiquetas laminadas en una y dos líneas con gráficos, patrones y tipografías a elección.
Entre las cerámicas de My Pottery hay piezas de uso diario, como bowls y vasitos para café, y figuras para los más pequeños, como el chancho alcancía y el gato facetado. "Son los que vengo usando desde siempre porque son colores que me gustan mucho, son súper femeninos y quedan bien con prácticamente todo. Me gustan porque me dan paz, son más armoniosos", explica Cecilia, creadora de la marca.
Blanc también acerca algunas propuestas para la cocina en rosa cuarzo y celeste serenity: delantal de gabardina en color crudo con vivos en rosa, frasco "Chanchito" de vidrio con tapa pintada a mano, vela de vainilla "Burbujas" y jarra "Rayas", pintada y horneada artesanalmente. Natalia y Analía Morano, la dupla detrás de la marca, comentan sobre los colores del año: "Una buena forma de combinarlos es uniéndolos a través del uso contundente de un neutro claro como el crudo, que armoniza los ambientes. El detalle del color le da un poco de vida y rompe con la monotonía al colocar almohadones, velas o simplemente un utensilio en estos tonos".
Los muebles recuperados de Valiente Pepe también están a tono con la tendencia: entre su colección de únicos (se pueden encontrar piezas estilo Mid Century, americano, modernista, industrial, Shabby Chic, Art decó y Art Nouveau) hay una mesa de sala inglesa, trabajada con un desgaste que imita el paso del tiempo, y una vitrina de campo completamente restaurada que se intervino sobre su color tiza original. Norma y Marcos, creadores de Valiente Pepe, comentan sobre el rosa cuarzo y el celeste serenity: "Son colores que ya venimos usando, junto con el menta y el crema. Los tonos pastel los combinamos con maderas naturales y decapadas o con pátinas, o con tonos neutros en el resto de la deco: receta infalible para dar al ambiente calidez, claridad y relax visual".
Para ambientar dormitorios de bebés, en Almacén de Curiosidades se pueden encontrar almohadones, mantas y muñecos tejidos a mano en lanas e hilos con los colores elegidos por Pantone, y en Manifesto una silla mecedora con asiento en rosa cuarzo y con patas de madera.