Cualquier bebedor moderadamente atento tiene que haber visto cómo la góndola se fue llenando de botellas etiquetadas como White o Red Blend. Al principio, allá por 2014 o 2015, apenas llamaba la atención el atrevimiento. Pero ahora, este segmento de las cartas y las góndolas viene cobrando fuerza en la oferta.
Del otro lado, los consumidores de vino tradicionales, los esquivan. Los menos, celebran. Es que estos dos grupos –son distintos aunque se llamen parecido– ofrecen hoy algunas de las mejores chances de beber vinos modernos. Particularmente en blancos.
Sucede que un White o Red blend son algo más que vinos de corte, como su nombre sugiere. Así como existen los Bordeaux blend, para señalar los tintos de estilo profundo y frutado de esa zona de Francia, estas dos categorías describen estilos de vinos de corte. Ahí está la clave de su ascenso.
Tendencia en alza
Mientras que el mundo habló de vinos de corte, de blends o assemblage para referirse a vinos importantes y de prestigio, las nuevas categorías no se apoyan en este punto. Por el contrario:
- principalmente los Red blends están enfocados en un público joven, mientras que los White blend campean sobre el lado de los vinos modernos para consumidores que buscan experiencias.
- Así, mientras que los red blend en general tiene un perfil frutado, entre dulce y goloso, los blancos ofrecen un cantera rica en sabores. Si los primeros son vinos de público masivo, los segundos están enfocados en uno más especializado.
Cualquiera sea el campo, una cosa es segura: Red y White blend ganan terreno en el mundo y en Argentina.
Paladares sofisticados
Cuando un bebedor de vinos lleva recorrido el largo camino que va del asombro al tedio de la reiteración de sabores, agradece cuando algún nuevo perfil le despeina la rutina de las copas. Eso es exactamente lo que sucede hoy con los White blends.
Sean de base Chardonnay, Sauvignon blanc o Torrontés, la combinación de estas tres variedades con pizcas de las menos conocidas Marsanne, Roussanne, Viognier y Riesling consigue esa pátina de sofisticación modernizante que los paladares entrenados agradecen. Es que la combinación de perfiles tan diferentes permite la creación de sabores.
- Así, a la hora de darse un gusto, buenos ejemplos dentro de este campo son: Chakana White Blend Nuna Vineyard 2019, Nieto Senetiner White Blend 2018, La Posta White Blend 2018.
- En precios más elevados, destacan por lejos Luigi Bosca Blend del Alma 2018, el flamante Proyecto Hermanas White Blend 2019 y Susana Balbo Signature White Blend 2019.
Red Blend para todos
La categoría fue inaugurada en nuestro mercado por Nicasia Red Blend. Pero en el mundo está hace más de una década calando en las góndolas. En pocas palabras, el estilo de estos tintos de corte ofrecen fruta roja como anzuelo, seguido de un paladar goloso y de frescura comedida. Algo así como un combo universal.
Pero a diferencia de los blancos, la ecuación no busca paladares formados. Sino aquellos que están descubriendo el gusto del vino. En esa línea, no fallan Nicasia Red Blend 2018, Aimé Red Blend 2018, Bianchi Red Blend 2018, Las Perdices Red Blend 2018, Casarena 505 Red Blend 2018, Los Cardos Red Blend 2018 Imago 2018.
¿Hay Red blends más serios? Sí, pero en general se llaman Assemblage o Tintos de corte. Pero que los hay, los hay.
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