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A 13 años del fallecimiento de Roberto "El Negro" Fontanarrosa, su legado

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Con sus personajes logró reflejar el sentimiento nacional y las costumbres de nuestro país. Fuente: Archivo
Con sus personajes logró reflejar el sentimiento nacional y las costumbres de nuestro país. Fuente: Archivo

Considerado uno de los dibujantes y humoristas más reconocidos de nuestro país, el rosarino Roberto "El Negro" Fontanarrosa sigue vigente en el ADN nacional gracias a sus personajes y su estilo único.

Nacido en Rosario, Santa Fe, el 26 de noviembre de 1944, Fontanarrosa demostró desde muy temprana edad su gusto por el dibujo. Trabajó como dibujante humorístico en varias revistas y periódicos, en donde la temática de sus historias y personajes demostraban el ser argentino. Desde Inodoro Pereyra y su perro Mendieta hasta el matón Boogie, El Aceitoso, todos tenían el sello distintivo de su trabajo.

El fútbol fue otra de las grandes pasiones del Negro, hincha fanático de Rosario Central, supo volcar ese sentimiento a muchas de sus obras, en la que se destaca el cuento 19 de diciembre de 1971, convertido ya en un clásico de la literatura futbolística argentina. Siempre se lo podía ver en el Bar El Cairo de Rosario, en donde se reunía con otros grandes de la cultura de nuestro país y formaba parte de la "Mesa de los Galanes".

El 26 de abril de 2006, el Senado le entregó la Mención de Honor Domingo Faustino Sarmiento, en reconocimiento a su vasta trayectoria y aportes a la cultura argentina. El 19 de julio de 2007 falleció a los 62 años.

Desde el 2015, se estableció el 26 de noviembre, fecha de su natalicio, como Día Nacional del Humorista.

Frases de Fontanarrosa

  • "De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura".
  • "Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero prefiero esa ignorancia".
  • "Trabajo como si me fuera a morir mañana".
  • "Me aburro cuando salgo de vacaciones. No sé qué hacer con el tiempo".
  • "Algunos intelectuales serios habrán ocupado sus horas leyendo a Tolstoi, mientras yo leía El Gráfico".
  • "Me genera algo de vergüenza ver si alguien lee mis chistes en el colectivo, digamos. Yo estoy en un boliche y veo que alguien está por mirar un diario y ya me pongo pálido y me digo: "¿Qué pelotudez habré publicado hoy?".
  • "Central es prioridad uno. No me vengan con el cumpleaños de mamá. Yo me voy a la cancha. Eso es innegociable".
  • "El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo".
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