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La tetera es uno de los elementos fundamentales a la hora de llevar a cabo el ritual del té. Este utensilio fue creado en China durante la Dinastía Ming (1368- 1644) cuando los artesanos comenzaron a fabricarlo con arcilla para facilitar la preparación de la infusión. Fue a partir de esa época que el ritual del té se completó y adquirió su sentido místico.
En el mercado existen varias opciones de teteras y, a la hora de adquirir una, hay que prestar atención a varios detalles, como el material y el tipo de té que se desee preparar.
Teteras de hierro y acero inoxidable
Una de las más tradicionales es la de hierro fundido, que proviene originariamente de Japón. “Suelen presentar un diseño cuidado hasta el más mínimo detalle. Esto también las convierte en un elemento decorativo. Tiene capacidad para 600 ml, por lo que tenemos té para unas tres tazas”, explican en el blog de la tienda “Lo mejor”.
Gracias a su material, estas teteras conservan el calor por un tiempo prolongado. Para preservarlas, es recomendable lavarlas con agua y secarlas meticulosamente después de su uso para evitar que se oxiden.
Por su parte, las teteras de acero inoxidable son ideales para el uso diario e incluso, por su resistencia, son las elegidas por muchos bares y cafeterías. “Suelen utilizarse en sitios donde se sirve té constantemente, se pueden ingresar al lavavajillas y, generalmente, contienen infusores de metal en su interior”, detallan en “Tetera Perfecta”.
Al momento de comprar una tetera de este tipo, es recomendable buscar un ejemplar que cuente con un agarre de seguridad de goma para no quemarse a la hora de servir la infusión.
Teteras de vidrio
Los infusores de vidrio son uno de los modelos más exóticos y una de las características por las que se destacan es que permiten observar a simple vista el color del té en su interior. “Están pensados para contener la bebida caliente, es decir, no se pueden colocar en el fuego directamente, sino que pondremos el agua ya a temperatura con las hierbas de té para que infusionen”, indican en “Lo Mejor”.
Una de las desventajas de este contenedor es que no conserva el calor de la bebida durante un tiempo prolongado. Por este motivo, es recomendado para preparar té verde o blanco (que se beben a menor temperatura).
Teteras de porcelana y barro
En los bazares también es común encontrarse con las teteras de porcelana, que vienen con innumerables diseños ornamentales y que, muchas veces, se pueden conseguir con tazas haciendo juego.
Si bien este modelo tampoco puede colocarse sobre el fuego directo, debido a su material, conserva muy bien el calor de la bebida. “Otro punto a favor es que mantienen muy bien el sabor. No obstante, ya sean teteras de este material o de otro, no conviene cambiar el sabor del té. Se recomienda contar con una tetera para preparar infusiones suaves y otra para las más intensas”, sugieren.
Por su parte, en el caso de elegir una de barro, es importante que, antes de su primer uso, sea curada. “Se las puede llenar con agua y anís estrellado o canela. Luego se la debe dejar reposar por al menos dos días con esta mezcla. Finalmente, ya se podrá utilizar con normalidad”, recomiendan en “Lo Mejor”.
Tetera eléctrica
La última tetera de la lista es la eléctrica, que permite elevar la temperatura del agua con una mayor velocidad y que resulta útil si se quiere preparar té para una mayor cantidad de personas (ya que puede llegar a tener hasta un litro de capacidad).
“Además, este tipo de teteras ofrecen más opciones que no encontramos en las manuales, como el apagado automático; el medidor para indicar la cantidad de agua necesaria; o el termostato para programar la temperatura exacta del agua”, concluyen.
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