Remate
Cinco últimas ideas antes del final
Anteojos redondos como dos vieiras, bigote en “v” invertida sobre la boquita, moño abatido, andarín de ley. De apellido Pessoa –es decir, ¡persona!–, andaba peligrosamente solo, divertidamente custodiado por sus poéticos heterónimos: Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Bernardo Soares, Álvaro de Campos… Si alguien lo vio, por favor devuélvalo al bar A Brasileira, en Lisboa. Una muestra en el Círculo de Bellas Artes madrileño rescata algunas de sus intimidades, pasibles de ser vistas como desde una minúscula sala de cine.
Vuelvo a la carga con el cineasta más interesante del momento: Werner Herzog, viejo lobo del celuloide. Vi otro documental reciente de él, Lo and Behold, que bucea en las ensoñaciones del mundo conectado, según el subtítulo. Guerra cibernética, un hacker fanático de Houdini, adictos a los videojuegos, alérgicos a las antenas de celulares… peculiarísima turma de rechiflados que sólo el alemán apelotona con la gracia de una gacela en fuga e interroga con refinado sentido común. ¿Qué sería de nosotros sin Internet? ¿Eh?
Quedo in albis con la curiosísima etimología de la palabra gol (pasando por alto la curiosísima etimología de la palabra curiosidad, que tiene su raíz en la palabra latina cura, sinónimo de esmero y de cuidado…, en fin): gol viene del inglés goal y éste del inglés arcaico gaelan, algo así como impedir, y éste del prefijo gal, que originó palabras como galería o gal (“gal”, dice un diccionario machista, “equivale a mujer, la meta del hombre”). Es todo muy loco en el alocado mundo de las palabras locas.
El disco se llama On My New Piano, lo edita Deutsche Grammophon y Daniel Barenboim lo tituló así porque lo grabó con el instrumento que él mismo diseñó junto con el fabricante Chris Maene y la casa neoyorquina Steinway & Sons, que aportó los componentes. ¿Cómo hacerse de uno? Usted entra, silbando bajito, en la tienda de pianos de su barrio y profiere en tono cheronca: “¿Me da un Barenboim? Envuélvalo para regalo”. Hay un detalle no menor en este asunto: las 25 unidades firmadas por el pianista argentino están agotadas.
Se sabe de las profecías que viven dentro de los 605 episodios de Los Simpson; la más resonante fue la victoria de Trump en las elecciones yanquis. Pues bien, aquí una lista de predicciones simpsonianas para el año que empieza: en los Estados Unidos habrá un referéndum sobre la deportación de los inmigrantes, existirá un desastre medioambiental, Angelina Jolie y Brad Pitt engordarán tras su divorcio, el actor Benedict Cumberbatch protagonizará a Cameron en un drama sobre el Brexit y Stephen Hawking aprenderá a volar.