Remate
Cinco últimas ideas antes del final
1
De un glosario de terminología musical afanado por ahí rescato estas expresiones de origen tano: “a bene placito” (a voluntad del ejecutante), “dolcissimo” (muy dulcemente), “falsetto” (voz masculina por encima del registro habitual del bajo o el tenor), “gaudioso” (con alegría), “ma non troppo” (pero no mucho), “mancando” (desvaneciéndose), “nobile” (en un estilo noble), “ostinato” (persistente), “pizzicato” (técnica de interpretación que consiste en pellizcar las cuerdas con los dedos) y “tenuto” (mantenido).
2
Entro en casa, abro la factura de la luz –buenas noticias, claro– y, mientras la examino, empiezo a escuchar de fondo un goteo que suena a todo menos a común y a silvestre. Viene del living. Cae del cielorraso. Glú glú, horrible onomatopeya. Las piernas de la humedad caminan por el techo. Súbitamente trapos de piso y un balde verde (¿sabían que a los deuteranómalos se les complica distinguir ese color?): qué desubicado un balde fuera de su ámbito. Un desagüe tapado, diagnostican. Por delante, un fin de semana de lluvias.
3
En virtud de mis capacidades municipales, vulgares y errantes, declaro que invento en este solemne acto y porque sí un apellido de origen francés: Dutillard. Es el de alguien masculino-femenino –oui, Godard, pourquoi pas?– de testarudez supina que tejerá sus redes en este aire seco que huele a tinta. Dirá cosas, emitirá juicios (“Paolo Sorrentino, puro humo” o “Ginamaría Hidalgo, la más talentosa”, por ejemplo). Por si acaso no l@ huelen –si la escritura oliera…–, ahora está envuelt@ en una nube de café, rabios@.
4
Ushuaia en agosto es un poco como enero en Vladivostok (donde Mandelstam recitaba a Petrarca, “y ardo y soy hielo”). Salgo del aeropuerto y un alazán pastando bajo la nieve, postal estalinista en la estepa junto a carteles de free shop. Pruebo erizo, centolla, merluza negra, cojinova y finiquito la panzada con licor de Calafate –nombre de la ciudad, también de un berry–: otro país. El último día, antes de volver, me topo, seis bajo cero, con una multicolorida procesión boliviana en honor a la Virgen de Urkupiña.
5
Vinilos por doquier en modo vindicativo, hasta una serie –Vinyl– que producen ¡Martin Scorsese y Mick Jagger! Eran escoria de las bateas y ahora son oro en polvo; paradójico, los discos de pasta vuelven a girar, así como los turntables vintage marca Crosley. Después de 22 años, dos empresas argentinas los fabrican de nuevo. Otros mercados que resisten: el checo, el canadiense y el brasileño. Eso sí, melómanos, hipsters y audiófilos garpan fortunas por copias que hace un suspiro costaban cincuenta centavos.