Realeza noruega: los príncipes que revolucionaron a la nobleza europea con esposas plebeyas
Corrían los años sesenta y las realezas del mundo todavía seguían arreglando matrimonios entre herederos, no era para nada común que las parejas de nobles se casaran por amor, sino todo lo contrario. En este contexto, el príncipe Harald de Noruega -actual rey- se enamoró de una plebeya, Sonia, que conoció a los quince años en un campamento de verano. Su historia de amor revolucionó a la realeza europea cuando después de un fuerte enfrentamiento con su padre, Harald pudo casarse con ella y reinar cuando le llegó el momento.
Sonia era hija de un comerciante textil. Cuando se conocieron con Harald decidieron mantener el romance en secreto, mientras ella estudiaba y trabajaba como costurera y él ingresaba a la academia militar.
El amor es más fuerte
A los 18 años, el príncipe se sinceró con su padre, el rey Olaf V, que se opuso a la relación y envió a Harald dos años a Oxford creyendo que la distancia los separaría para siempre. Durante esa etapa, el rey organizó encuentros con candidatas dignas como Desireé de Suecia y Sofía de Grecia -la reina emérita de España-.
La historia se puso trágica cuando, mientras Harald y Sofía salían, Sonia amenazó con suicidarse. El príncipe le dio a elegir a su padre: o le permitía casarse con su amor de los quince años o renunciaría a sus deberes reales. El rey y el parlamento europeo lo autorizaron casi nueve años después del inicio de la relación.
El 29 de agosto de 1968, la pareja se casó. Sonia usó un vestido de novia diseñado por ella -en los años de espera estudió diseño de moda-. En 2018 cumplieron cincuenta años de casados. Tienen dos hijos: Martha Luisa y Haakon que asistieron a la escuela pública por decisión del matrimonio. En 1991 cuando murió Olaf V, el príncipe y su mujer se convirtieron en reyes.
Así como ellos fueron pioneros, no se podía esperar menos de sus hijos. Martha Luisa se casó con un escritor polémico llamado Ari Mikael Behn -del que luego se separó- y Haakon con Mette-Marit, una de las bodas más comentados por la prensa. Si bien actualmente no rige la ley sálica, lo hacía cuando nació Martha Luisa, por lo tanto, aunque sea la mayor, el heredero es su hermano.
Una madre soltera en el palacio
Mette-Marit irrumpió en la vida del palacio como una madre soltera que se había dedicado durante unos años a la vida "loca". Haakon estaba enamorado y también amenazó con abdicar como lo había hecho su padre. En contra de las costumbres reales, y a pesar de lo difícil que fue casarse para ellos, no lo autorizaron pero acordaron que la pareja conviviera un año antes de la boda para ver si ella lo merecía.
Hoy, el hijo de Mette-Marit es muy querido en la familia real. Cuando se enfrenta con su padrastro Haakon es la reina Sonia la que interviene para calmar los ánimos. El joven de 19 años tenía cuatro cuando su madre se casó con el príncipe.
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