Rafaela, Santa Fe: la ciudad que le ganó a la crisis
Puso en marcha un modelo exportador que hoy mueve unos 120 millones de dólares anuales, sólo en mercaderías vendidas a otros países. Sus habitantes, 85 mil, aplican a pie juntillas la receta que, hace un siglo, trajeron los colonizadores piamonteses: la cultura del trabajo
Prepárese. Las líneas que siguen lo van a sorprender. Tal vez le alegren el domingo, o lo convenzan de la falsedad de aquel dicho que consagra a Ezeiza como la única salida para los argentinos.
Trate de situarse en Rafaela, una ciudad de 85 mil habitantes, 90 kilómetros al oeste de la ciudad de Santa Fe, casi en el límite con la provincia de Córdoba.
Allí, en el corazón de la cuenca lechera más importante de la Argentina (se producen más de seis millones de litros diarios), José Luis Basso, un industrial local, cuenta que en octubre de 2002 invirtió dos millones de dólares para comprar la fábrica de un competidor en los Estados Unidos. Que luego la desarmó y la embaló. Que la trajo en contenedores a la Argentina y que volvió a montarla dentro del pre- dio de su industria, en Rafaela.
Desde esa planta -en la que trabajan más de 500 empleados- salen, por mes, 13 millones de válvulas Tres B para equipar motores de los autos que Peugeot, Mercedes Benz, Volvo, Citroën y Renault fabrican en Europa. Basso, de 51 años, es hijo de uno de los fundadores de la empresa y hoy la maneja junto a con hermano Juan Carlos.
Alfredo Curiotti, presidente de la firma Sucesores de Alfredo Williner SA, una industria láctea también rafaelina cuya marca comercial más importante es Ilolay, cuenta que para capacitar a sus tamberos idearon un sistema de videos que se entregan directamente en el campo. "A los productores no los podíamos traer durante una semana a la ciudad para darles un curso. En el campo hay que ordeñar dos veces por día", explica. Ya van por la quinta edición de los videos -que se hacen íntegramente en la ciudad-, a los que les agregaron revistas y otro tipo de material informativo. Lograron llevar la producción a más de un millón de litros de leche por día. Sus productos se venden en México, Venezuela, Perú, Chile, Bolivia y Argelia, entre otros destinos.
Curiotti es nieto del fundador de Ilolay y aún recuerda el día en que, con el cargo de cadete, empezó a trabajar en la empresa.
De Santa Fe al mundo
Rubén Valsagna, de la autopartista Edival, cuenta que los empleados de la fábrica deben hablar dos idiomas (inglés y francés) y que para facilitar las cosas, la solución fue crear una escuela en la que los operarios toman clases casi a diario. Edival factura alrededor de dos millones de dólares mensuales y de allí salen válvulas para motores de explosión para las fábricas europeas de Mercedes Benz, Scania y VW. También fabrican válvulas para motores de aviones y de locomotoras. Tienen, además, un departamento de competición que abastece el mercado estadounidense y a gran parte de las categorías del automovilismo argentino. También compraron una fábrica en Portugal, desde donde abastecen a parte del mercado europeo.
Rubén, de 47 años, es hijo del fundador de la firma, Edison Valsagna, un rafaelino que hace 50 años decidió comenzar a fabricar cocinas en lo que era el gallinero de la casa de su madre.
Daniel Limansky es el presidente de Limansky SA, el mayor fabricante de colchones de la Argentina. Abastece el mercado interno y además de los productos de su marca (Inducol), produce bajo licencia otros de una marca norteamericana y los que comercializa en la Argentina un hipermercado de capitales franceses. Sus productos viajan también a Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil, aunque del mercado brasileño se encarga la filial que levantaron hace ya algunos años en Bento Gonçálvez, Rio Grande Do Sul, donde hay 120 empleados trabajando.
El empresario, de 45 años, es el continuador de la firma que fundó su familia.
La ciudad en la que nació el ex presidente justicialista Italo Argentino Luder y que hoy celebra las conquistas internacionales de otro hijo dilecto, el motociclista Sebastián Porto, tiene dos parques industriales -uno provincial y otro municipal- y según Alfredo Lencioni, presidente de la Sociedad de Comercio e Industria local, las 750 empresas que existen hoy en Rafaela (cuenta entre ellas Pyme y microempresas) generan unos 12.000 puestos de trabajo y conforman el segundo polo exportador de la provincia.
¿Qué significa esto? Unos 120 millones de dólares anuales sólo en concepto de mercaderías vendidas al exterior, estima Lencioni. Tal es volumen de lo que desde estas tierras se vende al mundo que decidieron instalar una aduana en la ciudad. En el primer piso de la central que agrupa a los empresarios rafaelinos tiene sus oficinas el despachante de aduanas. Es decir, quien quiere puede cerrar los contenedores en la ciudad para que partan hacia cualquier puerto del mundo.
Rafaela tiene hoy tres universidades a las que asisten 2500 alumnos, un instituto superior de profesorado, siete colegios secundarios y más de 30 escuelas primarias.
El 90% de la población tiene agua corriente, más del 50% cuenta con servicio de gas natural y alrededor del 48% tiene servicio de cloacas.
En la ciudad hay dos diarios, veinte radios de frecuencia modulada, una de amplitud modulada, dos empresas de TV por cable, seis clínicas privadas y un hospital provincial.
En una ciudad de 85.000 habitantes, hay 50.000 vehículos, es decir, 1,7 automóvil por persona. Pese a todo, la desocupación ronda el 15% y la gran preocupación del momento es la constante migración de desocupados que llega desde el norte santafecino, atraídos por los que algunos creen que es el milagro rafaelino. Mucha gente teme un crecimiento desmedido y peligroso para una comunidad en la que todos se conocen. Hablan de la proliferación de ranchos o villas y en ese punto, las miradas convergen hacia el intendente Ricardo Peirone (PJ), que está concluyendo su segundo mandato.
"Es cierto que vino mucha gente suponiendo que aquí iba a encontrar trabajo. Villas, o ranchos, no hay en la proporción que se indica. Y nuestra obligación, como Estado, es atender a esa gente", se defiende el jefe comunal que completa el cuadro con una imagen bien gráfica. "¿Qué tipo de migración podemos esperar en un país como la Argentina? Supongo que nadie esperará que desde el norte empobrecido lleguen suizos, alemanes, con título universitario", dice.
Pero las cosas no parecen irle mal a un intendente que en ocho años construyó mil viviendas a través de un floreciente Instituto Municipal de la Vivienda; que acaba de finalizar la pavimentación de una pista de aterrizaje de 1200 metros con la que Rafaela espera estar aún más en contacto con el mundo, y que se enorgullece de haber propiciado el llamado Plan Estratégico de la Ciudad, mediante el cual convoca a todos los ciudadanos a planificar en conjunto la ciudad que quieren para los próximos 25 años.
¿El paraíso? No, dicen los rafaelinos. ¿Un retazo de la república perdida? Tampoco. ¿Una isla entre tanta decadencia argentina? Mucho menos, se enojan los locales.
Es, simplemente, el éxito de un modelo que, hace más de cien años llegó a la zona de mano de los duros colonizadores piamonteses: la cultura del sacrificio y el trabajo. Nada más y nada menos.
- Para saber más
www.castellanos.com.ar
- En esta ciudad nacieron, entre otros, el expresidente Italo Luder, el motociclista Sebastián Porto, la tenista María Emilia Salerni y la modelo y conductora de televisión Nequi Galotti
Modelo
- Es la cuenca lechera más importante de la Argentina
- Hay 50 mil vehículos, nes decir, 1,7 automóvil por persona
- El 98% de la producción de las dos fábricas de válvulas de la ciudad se exporta a Europa y los Estados Unidos
- Con 85 mil habitantes, Rafaela tiene tres universidades, a las que asisten 2500 alumnos
Cómo llegar
- Desde Santa Fe (capital), por la ruta provincial 70 y, desde Rosario, por la nacional 34. Ambos puntos de referencia sirven para quienes lleguen desde Buenos Aires.
- En avión se puede viajar hasta el aeropuerto de Sauce Viejo, y de allí seguir en los ómnibus que salen de la estación terminal de la capital santafecina. También en micro, pero desde Buenos Aires, el viaje demora unas 8 horas.
Jugar en primera
El tema deportivo tampoco escapa a las generalidades de la ley en Rafaela. Atlético, una de las más tradicionales, acaba de ascender con su equipo de fútbol a la primera división.
Un logro más para una institución que, con 6000 asociados, supo tener otros momentos de gloria. En 1966, por ejemplo, inauguraron la pavimentación del tradicional autódromo de esta ciudad en el que, durante décadas, se corrieron las 500 Millas Argentinas. En esa misma pista, los amantes del automovilismo se dieron el gusto de ver correr a los autos de Indianápolis.
Ben Hur, otra entidad deportiva, va por su segunda temporada en la Liga Nacional de Basquet. Lo llamativo es que ni Atlético ni Ben Hur son clubes. Son asociaciones mutuales. Y no son deficitarias. Sus socios pagan entre diez y doce pesos por mes y reciben diferentes beneficios. Ben Hur acaba de inaugurar un moderno hotel cuatro estrellas. Atlético encara obras por más de un millón de pesos para remodelar el estadio donde, a partir del primer domingo de agosto, jugará como local por el Torneo Apertura. Ricardo Tettamanti, reconocido abogado del fuero local, presidente de la Asociación Mutual Atlético Rafaela -tal su nombre oficial-, explica la parte que le toca. "Vamos a jugar en primera división y no por eso pondremos en juego el patrimonio de la entidad. El dinero que vamos a invertir en esta campaña ya lo tenemos. Para nosotros, el fútbol nunca fue deficitario", afirma.
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