Rachel Weisz: como la gente común
Feminista a ultranza, la inglesa protagoniza El legado Bourne, última entrega de la saga de espías. Corre con ventaja: en la vida real es la esposa de 007
NUEVA YORK.— Hay dos rasgos que saltan en la mente de Rachel Weisz cuando imagina un personaje al cual le gustaría darle vida, ya sea en el teatro o en la pantalla del cine: complejidad y contradicción.
No son muchos los rostros que pueden encerrar ambas en una sola expresión. El rostro de Weisz, cautivante, es uno de ellos. No es infinito pero viaja en un pestañeo desde una risa simple que lo arruga y esconde sus ojos, hasta una seriedad que separa sus labios, ensancha su mirada, estira su piel, y lo congela por un segundo mientras ella absorbe una pregunta y acomoda su pelo con su mano antes de soltar su respuesta.
"Me gusta un personaje al que hay que describir con muchos adjetivos. Puede ser molesto, vulnerable, ya sabés, muchas, muchas cosas. Me gusta escribir cómo es la gente en la vida real, y la gente es muchas cosas. Así que supongo que la complejidad tiene que ser parte del personaje. Y la contradicción. Esa es a menudo una de las mejores cosas de un personaje", afirma la actriz inglesa.
Weisz ofrece un ejemplo para graficar su punto al recordar a su personaje más famoso, que le valió un Oscar: "Alguien como la mujer de El jardinero fiel, que está haciendo un gran bien, pero también es una pesada. Eso es una gran contradicción y es un gran personaje para interpretar. No hay nada mejor. Si juegas a alguien que sólo es bueno, dulce, amable y vulnerable, creo que es muy aburrido para el público. Y para mí".
La actriz dialogó con LNR en la presentación de su última película, El legado Bourne, la cuarta entrega de la saga de espías de la CIA, en la cual comparte protagonismo con Jeremy Renner, que se estrenará en nuestro país el jueves próximo. Weisz interpreta a una bióloga molecular involucrada en el programa de espías del cual Jason Bourne, el personaje interpretado por Matt Damon, es tan sólo uno de los integrantes.
Ya sea envuelta en drama, acción o romance, Weisz parece sentirse cómoda, llevada quizá por su propia historia: Weisz nació y se crió en Londres, a donde llegaron sus padres, una psicoanalista austríaca y un inventor húngaro, escapando del Holocausto. Ahora, divide su vida entre su ciudad natal y Nueva York, donde vive con su hijo y su marido, el actor Daniel Craig, con quién se casó en 2011 en una ceremonia íntima.
Se le pregunta si en los tiempos que corren se encuentran en abundancia ese tipo de personajes, complejos, interesantes y atractivos para interpretar. "Es infrecuente, pero hay suficientes para seguir trabajando", responde.
Feminista a ultranza, sobre todo en sus días como estudiante en la Universidad de Cambridge, Weisz cree que tiene que haber más mujeres escribiendo guiones de películas y dirigiendo películas para que haya más papeles interesantes para mujeres. Y como madre, reconoce las dificultades para encontrar el equilibrio en su vida. Una dificultad que no es exclusiva de las mujeres.
"Es una lucha. Pero eso es así para los abogados, banqueros, o las personas que trabajan en Facebook y que luchan tanto como yo. Ser una madre de trabajo completo es una lucha. Pero creo que los padres luchan también. Es difícil. Tenés que quererlo realmente", afirma. ?
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