Quién fue...Helena Rubinstein
Pasó una infancia difícil, y siempre supo que debería ayudar a su familia. Casi jugando, fundó un imperio que todavía está vigente
"Un buen cuento siempre vale más que la verdad", repetía Helena Rubinstein. Según creía, a nadie le gusta recordar la realidad, y ésa es justamente la causa por la que sus biógrafos han tenido que desenterrar la suya de la leyenda.
Su vida parece una superproducción rodada en escenarios de Europa y Estados Unidos, donde la protagonista construye sola un gran imperio.
La primera escena transcurre en Cracovia, donde HR nació el 25 de diciembre de 1872. La mayor de ocho hermanas tiene un destino marcado. "Como yo era la mayor, sabía que tendría que ayudar a la familia." Australia, en los albores del siglo XX. A los 20 años, vive con un tío materno, pastor de ovejas en una pequeña aldea a cien kilómetros de Melbourne. Pero se aburre. Por eso propone sus servicios a un viejo farmacéutico de la ciudad: prepara ungüentos y hierbas medicinales. Se le había ocurrido una idea: como todas las mujeres se maravillan de su tez diáfana y piden la receta milagrosa, decide vendérselas.
Valaze, su primera crema (la bautiza así "simplemente porque sonaba bien"), fue puesta a punto por dos químicos, los hermanos Lykusky. Luego consigue un aliado, el periodista local Edward Titus, que dedica un ar- tículo alabando los méritos de esta crema (no es extraño que al tiempo se casaran) y así obtiene su primer éxito. Acto seguido, Helena Rubinstein recibe quince mil pedidos acompañados de otros tantos cheques.
En 1902 y en Melbourne, abre Valaze (el primer instituto de belleza del mundo). Allí, en persona, prodiga consejos y cuidados y aprende todo de las mujeres. Después deja su empresa en manos de una de sus hermanas y, durante dos años, viaja por Austria y Alemania para consultar a los más grandes dermatólogos, biólogos y dietólogos de la época.
Tercera escena. HR y su marido se instalan en Londres, donde nacen sus dos hijos. Allí inauguran la segunda casa Valaze, a la que acude toda la aristocracia. Ahora la joven polaca se ha vuelto una mujer famosa. Fue la primera en clasificar los tipos de pieles (grasa, normal o seca) y confeccionar mezclas para cada una. Valaze se convierte en una línea completa de productos: cremas de día y de noche, la primera máscara contra el acné y tónicos astringentes o estimulantes como el Eau d´or, Eau verte o Eau qui pique.
A Londres le sigue París, donde crea los primeros lápices labiales y polvos de color para el rostro. Transcurren los años 50. HR dirige personalmente un imperio que abarca cuatro continentes. En 1950, crea Deep Clanser, el primer producto que limpia en profundidad; en 1954, lanza al mercado Lanolin Vitamin formula, la primera crema enriquecida con vitaminas. En 1956, Skin Dew es la primera emulsión hidratante del mundo y Longlash, la primera máscara de pestañas en tubo.
A mediados de los años 50, la marca Helena Rubinstein tiene 14 fábricas en el mundo y unos 40.000 empleados. Ella tiene más de 80, pero aparenta la mitad. Necesita visitar sus filiales y dar conferencias. En 1956, año de su muerte, todavía hace el seguimiento de sus negocios personalmente. "Quisiera que el negocio durase por lo menos trescientos años más", dijo entonces. Va en camino, y no es cuento.
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