¿Qué son los pozos de aire?¿Pueden evitarse? Tres especialistas despejan dudas
Luego de la grave turbulencia que agitó a los pasajeros de un vuelo de Aerolíneas Argentinas como si fueran cubitos dentro de una coctelera, los incidentes aéreos se volvieron tema de conversación y quedó flotando una pregunta: ¿qué son los pozos de aire? LA NACION consultó a distintos expertos y la primera conclusión es que los pilotos pueden ver en el radar, y eludir, las nubes peligrosas que pueden golpear a la nave, pero otros fenómenos son imprevistos y se producen en "aire claro". Por eso la recomendación es volar siempre con el cinturón de seguridad puesto, aunque los carteles indicadores no estén encendidos.
El instructor de vuelo Franco Bronzino explicó que un avión se sostiene básicamente por la velocidad que tiene dentro de la masa de aire, pero la velocidad se altera en forma brusca cuando hay corrientes ascendentes y descendentes o cambios de viento. Esas variaciones generan una pérdida de sustentación. El avión, en efecto, cae decenas de metros. Incluso puede caer más de cien. Dentro de la cabina, los pasajeros se sienten como en el ascensor del terror de los parques de diversiones, o peor. En los casos más severos golpean contra el techo, como ocurrió en el vuelo que venía el jueves último de Miami, causando 15 heridos. Del mismo modo, puede haber un aumento en la fuerza de sustentación, y entonces la aeronave sube de golpe.
Los principales enemigos
Uno de los principales enemigos de la aviación son los cumulonimbos, nubes gigantes, de gran desarrollo vertical, con corrientes ascendentes y descendentes de más de 100 kilómetros por hora en su interior, según explica el licenciado en Ciencias de la Atmósfera Nicolás Rivaben en un posteo del sitio miedoalosaviones.com.
Los cumulonimbos, agrega Rivaben, tienen su base alrededor de los 1.000 metros de altura, y sus cumbres pueden superar los 18.000 metros. Los aviones comerciales vuelan en torno de los 12.000 metros y deben evitar estas nubes monstruosas (que casi siempre tienen granizo y actividad eléctrica y pueden formar hielo sobre el fuselaje), rodeándolas a una distancia no inferior a los 18 kilómetros.
Desde la División Prensa de la Fuerza Aérea Argentina agregaron ante la consulta de este diario: "Cuando una aeronave se encuentra cerca de una nube cumuliforme, va a sufrir turbulencia; lo que se hace es tratar de pasar por el costado; sin embargo, a veces cuando el piloto se aleja puede encontrarse con otra; el piloto sabe con qué se va a encontrar, las áreas de tormentas se ven en el radar. Además hay turbulencias sin tormentas, denominadas de aire claro, y son provocadas por vientos fuertes en altura".
Bronzino, jefe de instructores de la escuela de aviación Flight Center (la mayor entre unas 25 instaladas en la Base Aérea de Morón, especie de "ciudad universitaria" para pilotos civiles y comerciales), añadió que el radar de vuelo en realidad muestra el agua que se encuentra dentro de la nube. La mayor o menor intensidad de colores en la pantalla permite calcular la virulencia del fenómeno. Si la turbulencia esperable es leve, el piloto puede decidir atravesarla. Si es media o fuerte, lo aconsejable siempre es esquivarla, previa comunicación a la torre de control. Para esto, obvio, hay que tener reserva de combustible.
Con respecto a las turbulencias de "aire claro", Bronzino sostuvo que se producen por lo que los pilotos llaman "cortantes de viento", cambios repentinos e impetuosos en la dirección o en la velocidad del viento. La consecuencia es la misma: pérdidas o aumentos de la fuerza de sustentación de la máquina y, en consecuencia, subidas y bajadas similares a las del dólar.
Aunque los "cortantes de vientos" son imprevisibles, los pilotos comunican la novedad a la torre, para que los vuelos siguientes sepan con qué van a encontrarse, concluyó el instructor.
El cazador de turbulencias
Nicolás Rivaben es rosarino, tiene 33 años y obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Atmósfera en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. De esa carrera egresan al año menos de diez estudiantes.
Su tesis de licenciatura fue un estudio sobre "turbulencias de aire claro" en Sudamérica. En su trabajo analizó dos casos severos en el cruce de la Cordillera de los Andes. Actualmente trabaja en el Departamento de Meteorología Aeronáutica del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Rivaben respondió las preguntas de LA NACION:
-¿Qué es un pozo de aire? ¿Cómo se forma?
-Pozo de aire es una expresión utilizada para indicar la presencia de turbulencia en vuelo. La turbulencia es un fenómeno caracterizado por un cambio en la performance de la aeronave debido a variaciones abruptas en la temperatura y viento de pequeña escala y escasa duración. Estos cambios en las variables están generados por ondas o remolinos similares a las olas en el mar cuando rompen. El fenómeno puede ser catalogado como "ligero", "moderado", "fuerte/severo" o "extremo", dependiendo de la percepción recibida a bordo y del grado de impacto en la performance de la aeronave. Las categorías "fuerte/severa" y "extrema" representan menos del 3% de los casos de turbulencia observados en aeronaves comerciales.
-¿A qué altitud se produce este fenómeno?
-La turbulencia depende del tipo de fenómeno que la origina. La turbulencia mecánica es la asociada al encuentro del viento fuerte con obstáculos en el suelo, por ejemplo, un edificio. La altura oscila entre la superficie y dos o tres veces la altura del obstáculo (como máximo 100 metros). La turbulencia orográfica se debe al encuentro del viento intenso con una cordillera o sistema de sierras. La altura depende de la orografía, pero puede alcanzar los 15 kms de altura. La turbulencia convectiva está relacionada con "térmicas" (o burbujas de aire caliente que ascienden hasta 3 kms de altura aproximadamente) o con nubes de tormentas que pueden alcanzar los 18 kms. Por último, la turbulencia en aire claro está asociada -entre otros factores- a corrientes intensas de aire llamadas "corrientes en chorro" y a inestabilidades en altura. Se dan por lo general entre 6 y 14 kms de altura.
-¿El avión efectivamente cae o es una sensación?
-Lo que experimenta el pasajero es un aumento y disminución instantánea de la sustentación de la aeronave. Si la turbulencia es fuerte o severa, puede experimentar cambios en la altitud de la aeronave en torno a 100 metros o más en pocos segundos, a una altitud de 12.000 metros.
-¿Qué servicios ofrece Meteorología Aeronáutica del SMN? ¿Con cuánto personal cuenta?
-El Servicio Meteorológico Nacional es el proveedor de productos meteorológicos aeronáuticos para la aviación comercial (a través de los servicios de tránsito aéreo de la empresa estatal EANA). Contamos con más de 60 meteorólogos especializados en aeronáutica distribuidos en las cinco regiones de información de vuelo del espacio aéreo argentino, brindando asesoramiento las 24 horas los 365 días del año. Este personal monitorea y advierte los peligros meteorológicos para la navegación aérea como turbulencia, engelamiento (formación de hielo sobre el fuselaje), ondas de montaña, tormentas eléctricas, tormentas de polvo y cenizas volcánicas, entre otros. El objeto de esta área es proveer información meteorológica precisa, clara y confiable para la toma de decisiones y asegurar la gestión de la seguridad operacional de la industria aérea. En este sentido colaboramos de manera estrecha con la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, organismo del Estado responsable de la investigación de los incidentes de seguridad operacional.