PUNTA DEL ESTE.– Potes de pintura, planchas de madera y macetas que se ubican en sus lugares, semáforos que vuelven a funcionar y calles que se arreglan: el balneario se pone manos a la obra para recibir una temporada con pocas expectativas. Aquí esperan un movimiento turístico y comercial parecido al del verano pasado, con una temporada alta (22 de diciembre al 10 de enero) que viene atrasada y una temporada media (del 10 de enero al 15 de febrero) comprometida.
En la península se ven varios locales comerciales sin alquilar. Pese a los pocos clásicos que quedan, a algunas buenas propuestas y a la clásica feria hippie, Gorlero y alrededores quedaron con una identidad desdibujada. En el camino de La Barra a Manantiales, los que se mantuvieron con esfuerzo todo el año y se reinventan para la temporada conviven con espacios vacíos y carteles que se cuentan por decenas. Empieza a haber movimiento, pero no se ven propuestas nuevas interesantes. En José Ignacio, el panorama cambia: las novedades proliferan, y a los clásicos se suman varias iniciativas. Los gastronómicos apuestan este año por el antiguo pueblo de pesqueros convertido en una de las zonas más exclusivas del Este.
Pareciera también que varios decidieron viajar al balneario más temprano: desde mediados de noviembre se ven chapas argentinas, chilenas y paraguayas circulando por las calles. "La temporada se viene corriendo. Hay gente que, en vez de venir al final, llega bien al principio. Y también hay un público que está por fuera de los avatares’, sintetiza el director general de Turismo de Maldonado, Luis Borsari.
Será una temporada de pocas fiestas. Hubo varias cancelaciones y algunas marcas decidieron optar por un formato diferente, con mini eventos para clientes VIP. Cipriani sí va a estar haciendo eventos en su predio, cada dos días, quizá para amigarse con un balneario aún escéptico sobre su proyecto faraónico. El Hotel Fasano Las Piedras será sede de la renovación de votos del futbolista Luis Suárez y su mujer justo después de Navidad, y allí estará su gran amigo Messi. La feria Este Arte lanzará allí su sexta edición el día 30 (será del 4 al 8 enero), Micaela Tinelli prevé una gran comida con su marca, y sigue en pie la tradicional fiesta de fin de año para 250 invitados, además de proponer parrilladas con frutos de mar y una nueva edición de su Beach Club, camino a José Ignacio. Más lejos, camino al puente Garzón, frente a Casa Suaya, se prevé el lanzamiento de un nuevo proyecto de Bulgheroni, con loteo y posada. La presentación es el 7 de enero.
Las inmobiliarias coinciden: quedaron varios locales comerciales sin alquilar en la península y en La Barra, hay demanda para los alquileres turísticos de rango más alto, y la concreción de operaciones para unidades de uno o dos dormitorios viene más lenta. De hecho, varias agencias pidieron a los propietarios que bajen hasta un 15% el precio de los alquileres para estar más acorde y así no perder a esos inquilinos que vienen siempre.
"En general, los propietarios bajan los precios. Y tratamos de financiar en cuotas a uruguayos, argentinos y brasileños. El tema con la península es que, si no vienen los inquilinos, los departamentos son ocupados por sus propietarios. Al final no quedan tantas unidades libres", explica el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este, Javier Sena.
"En La Barra hay muchos locales vacios que están alquilados y abren en temporada, porque es una zona más marketinera. Este año hay menos porque se retiraron, y en la Península también quedan locales vacíos. Vemos una caída de la calle 20 que años atrás no pasaba. Marcas internacionales que venían no están viniendo. Muchos piensan que esta no será una temporada tan fácil como otras y hay menos propuestas. Esta es una temporada para que trabaje el clásico", sentencia Andrés Jafif, alcalde de Punta del Este y dueño de la inmobiliaria Santos Dumont.
Según Ignacio Ruibal, referente inmobiliario en José Ignacio y alrededores, desde el inicio se arrancó con incertidumbre. Las consultas se mantienen al mismo ritmo que el año pasado, pero el nivel de concreción es más bajo, y ello se agudizó tras las PASO, la devaluación y el resultado de las elecciones en Argentina. "Este es mercado chico y firme, pero no dejan de ofertar según lo que pasa en Argentina. Arrancamos con valores iguales al año pasado y ahora estamos un 10 o 20% más abajo. Aquí están los propietarios que cuentan con esa renta para amortiguar los gastos durante el año, y aquellos a quienes no les cambia tanto y son más pragmáticos. Estos últimos cierran operaciones por debajo de sus expectativas. Las casas caras, modernas y buenas ya están alquiladas. Van más allá de momentos puntuales. Son alquiladas por argentinos, público estadounidense, europeo o brasileño".
Como explica Ruibal, la temporada alta son dos semanas que cotizan en el mundo, y la diferencia de precios es abismal: una casa exclusiva pasa de 2000 dólares la noche a 1000 en temporada media y baja hasta 400 en temporada baja. "Este año lo que más se va a sentir es la agudización de esa diferencia entre la alta, media y baja. En la alta viene la gente de mayor poder adquisitivo a nivel regional. Pero después del 6 de enero el veraneo es argentino y uruguayo, y es ahí donde ahora es más difícil la concreción. Se escuchan ofertas ridículas: decís 10 y te dicen 3", analiza Ruibal.
La dueña del hotel boutique Awa, sobre Pedragosa Sierra, coincide. Si bien es el público brasileño que viene a fin de año quien hace la diferencia económica, el argentino es el que suele llegar para quedarse y consumir. "En la hotelería se nota la disminución de argentinos. El público fiel viene siempre. Lo incierto es después del 15 de enero. Creo que dependerá del tiempo. Si estás ahogado de calor en Buenos Aires, te venís igual", proyecta Analía Suárez, también creadora del espacio y oferta gastronómica del parador I’marangatú, en la 7 de la mansa.
Los que veraneen este año en el Este uruguayo, ¿van a consumir o traerán su picnic? Uruguay es más caro que Argentina y el bolsillo arde en restaurantes, supermercados y fruterías. Desde el rubro gastronómico aseguran que la directiva fue no subir los precios. "Cerramos precios con proveedores con costos de invierno. Hay mucha conciencia de lo que significa para un argentino venir acá así que nos juntamos con la liga de fomento y solicitamos varias cosas para subir lo menos posible. Todavía no tocamos precios del verano pasado. Apostamos al volumen y no al margen", confiesa Analía Suárez. I’marangatú lanza este año un Beach Club con 30 camastros y servicio de playa, delimitado por palmeras. La sombrilla y dos camastros costarán 1700 pesos uruguayos (unos 46 dólares) y en el restaurante proponen descuentos de 25 y 30% con tarjetas Santander argentinas. También habrá propuestas de reiki, yoga y meditación en la playa, música en vivo, carta de tragos y tapeos para ver la puesta del sol. Un menú con entrada, principal, postre y bebida con vino ronda los 1500 pesos uruguayos (unos 40 dólares al valor actual).
Además de las promociones de algunos bancos argentinos, hay que sumar la devolución del IVA del 18% en gastronomía (bares, restaurantes y catering) para quienes pagan con tarjetas extranjeras. "En varios lugares podés llegar a pagar la mitad de la cuenta si sumas los descuentos. Hay que saber usarlos correctamente. Los argentinos son número uno para encontrar vericuetos de todo", agrega Borsari. El balneario también lanzó en diciembre un Club de Beneficios Punta del Este, con descuentos o regalos en ciertos lugares, pagando 30 dólares anuales.
"No seguir la inflación. Sacrificarse y apretarse", asegura Martín Pittaluga, creador de La Huella. Comer en este parador de madera rodeado de dunas de arena y de la crème esteña cuesta en promedio unos 45 dólares con vino. En Mostrador Santa Teresita, de Fernando Trocca, el valor al mediodía baja a 30, y por las noches ya planean cenas especiales con cocineros invitados como el brasileño Alex Atala (D.O.M. en São Paulo) y el francés Pierre Touitou (Déviant y Vivant en París).
"Ya se está trabajando menos que el año pasado. E influye la gran devaluación argentina. Hace que vengan menos argentinos porque es muy caro. Nuestra bajada no es alarmante. Estamos un 10% debajo del año pasado, y ya el año pasado fue 10% menos que el anterior. Diciembre y febrero es cuando se siente la diferencia. En enero estamos a full, con muchas reservas para Año Nuevo", analiza Pittaluga. Confirmó además que Chanel canceló su tradicional fiesta en La Huella y que, este año, el local del fondo albergará los perfumes Fueguía. A las inauguraciones de Mostrador Santa Teresita en Montauk y un restaurante Orilla en Miami, se suma el proyecto de Santa Teresita en el puerto de Olivos, en colaboración con los dueños de La Parolaccia. Abre en mayo.
Otro con proyecto nuevo en Estados Unidos es Gastón Yelicich, el chef y fundador junto con su socio Gabriel Trajtemberg de Cuatro Mares, una de las mejores opciones de la península. "Justamente para zafar del sí y no de la temporada…. Creo que este año vamos a sufrir un poco. Los que viven de la temporada están nerviosos. Lo bueno es que estas temporadas limpian la cancha. El comerciante golondrina no aparece", sintetiza Yelicich en medio de una tortilla de papa, alcaparras y calabazas cortadas, mientras prepara la feijoada de todos los sábados y domingos al mediodía por 680 UYU. En el restaurante se puede comer pescado fresco y productos de estación por entre 30 y 50 dólares de noche, o 900 pesos uruguayos al mediodía, a lo que habrá que descontarle el 25% pagando con tarjetas Itaú argentinas, además de la reducción del IVA. A diferencia de otras temporadas, este año los descuentos de las tarjetas parecen durar todo el mes, y no sólo ciertos días.
Los precios en supermercados serán el mayor dolor de cabeza para los turistas argentinos. Uruguay es más caro y, si bien los establecimientos anunciaron una canasta de 200 productos con precios congelados, lo cierto es que los supermercados de toda la zona balnearia, que suelen estar con precios de entre 10 y 20% más caros que en Montevideo, aumentaron todos los valores antes de publicar ese listado. Mejor será traerse los productos autorizados desde Argentina, o calcular con los descuentos de las tarjetas dónde comer cada noche.