Creatividad, pasiones y colores propios en un recorrido por la casa y la historia de la estilista Carina Michelli.
Cuando no existían las redes sociales y muchísimo antes de convertirse en estilista para marcas, Carina Michelli fue una nena que caminaba de la mano de su mamá por las calles de Reconquista soñando con saber cómo eran las casas por adentro. "En mi familia la decoración no era un tema, pero sí se respiraba esa calidez de hogar. Mi infancia fue un culto a la mesa grande, la charla y el mate", repasa esta licenciada en periodismo que cuando creó la cuenta de Instagram @carina.michelli lo hizo pensando en enaltecer esos valores que resume como "encontrar la belleza de lo cotidiano".
"En un momento empecé a sentirlo como una necesidad", confiesa Carina sobre el colorido que transformó por completo su antiguo living de tonos neutros.
No hay un lugar donde me sienta más cómoda y más feliz que en mi casa. Los cuatro somos un poco así y realmente disfrutamos acá adentro
El punto de inflexión fueron la maternidad y una gran mudanza. La mamá ama de casa y el papá que trabajaba en el canal local signaron una carrera que empezó por la comunicación y se consolidó a medida que se fue orientando al hogar y la deco. "Cuando empecé con esto, de alguna manera era como jugar a ser una productora de revista Living", cuenta hoy, muy cerquita de la curiosidad de esa nena que se dio todos los gustos y hoy entra a las casas de más de 175 mil seguidores.
En cada rincón, la excusa para el color. Tapizadas en terciopelo color #84 (Casa Almacén), sillas ‘San Juan’ en torno a la mesa ‘Brasa B’ (todo, Bull) cuya tapa es una losa de ónix (Marmolería Ragomar para Canteras del Mundo) con arreglo verde (Mery Arroyo). Lámparas colgantes ‘D 18’ (Astor Luces) y vajillero antiguo (Mihran).
Un cocina como siempre imaginó
"No me gustan los ambientes enormes, pero quería una cocina amplia con una gran mesa que me recordara a esa en la que mi abuela amasaba; siempre la imaginé así".
"La verdadera famosa de la casa", dice Carina de su ambiente más instagrameado, al que los dueños decidieron darle la mejor vista.
Una puerta corrediza de hierro (Herrería DGH) conecta con el lavadero estucado en color 0070 (Sinteplast). Bandeja de madera (Mínima Huella), frascos, lámpara colgante (todo de Cari Ríos), cuadro (Färg) y dispensers vintage (Belgika Home).
Una espacio de trabajo en rosa
Las sensaciones que le provoca el rosa a la dueña fueron el leit motiv de esta ambientación.
Junto a la entrada, el espacio de trabajo de Carina, bautizado como "la habitación rosa" por sus paredes enteladas en tussor color #2 con cortinas de gasa pintadas a mano (ambos, Casa Almacén).
Galería a gran escala
Cuando la duda es sobre tamaño, Carina siempre va a más: "En lo chico se nota el defecto, en cambio las cosas fuera de escala, como estas lámparas, me dan una onda medio teatral que me encanta", dice sobre su galería.
Junto a la pileta, un rincón de estar para la hora del mate. A falta de una "mano verde" en la familia, se optó por especies tupidas y de poco mantenimiento para el jardín.
Color para la tranquilidad y el descanso
"Lo que me tiene cautivada de este azul satinado es que además de esa sensación de tranquilidad y de descanso, en la oscuridad provoca una cosa muy de cueva, de cobijo".
El color de las paredes es el gran protagonista de la suite (8277, de Sinteplast) y se replica también en las cortinas de gasa. Para acertar con la pintura, la dueña hace tres pruebas: una con el color elegido, más uno más claro y una variante.
Una biblioteca de pino tea en el baño, una vasija como florero o un mantel como cubrecama... "Creo que todos los objetos tienen una forma versátil y así los uso. Si no, me aburro".
Para el cuarto de su hija menor, Carina eligió el color lavanda. "No me gusta esa cosa referencial de los cuartos infantiles, prefiero que la caja no determine una edad".
En la zona del escritorio (Ukelele), díptico de Mila Argañaras, lámpara de pie (Easy Argentina) y silla ‘Cosmos’ (Grupo A2).
"Soy de dar unos toquecitos vintage; no es mi estilo, pero en cada rincón de mi casa podés encontrar un detalle retro", señala la estilista, que para el cuarto de su hija mayor optó por piezas contemporáneas de inspiración Mid Century.
En el baño de Isabel y Francisca, empapelado ‘Liberty Pattern’ (Mercedes Costal), espejo ‘Prince’ y lámpara ‘Pauline’ (ambos, Belgika Home).
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