Publicó un ticket para criticar a una parrilla, pero la reacción no fue la esperada
Una usuaria de Twitter generó un acalorado debate tras compartir la cuenta de una exclusiva parrilla porteña, donde siete personas comieron por $24.212
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Una usuaria de Twitter se indignó por los precios de una reconocida parrilla porteña y decidió publicar el ticket de la compra en la red social. Sin embargo, lejos de apoyarla, los internautas le salieron al cruce y se generó un fuerte debate.
La polémica tuvo lugar a comienzos de 2021, más precisamente en febrero. Según puede leerse en el tuit que escribió Beatriz A. Albaytero, la comida costó $24.212. Se trató de una cena para siete personas en Don Julio, que este año fue nuevamente elegido como uno de los mejores restaurantes de América Latina (en el puesto número 10, detrás de Tegui). “¡Merecen fundirse!”, posteó la mujer, enojada por los costos.
Don Julio 7 personas $ 24.212, merecen fundirse !!!! pic.twitter.com/qnQTpy2mgv
— Beatriz A Albaytero (@bealbaytero) February 20, 2021
En el detalle de la cuenta se puede advertir que los comensales pidieron dos vinos de 4000 pesos, nueve aguas, cinco gaseosas, entradas (provoletas, salchicha parrillera), varias verduras a la parrilla (zucchinis, pimientos, cebolla de verdeo, chauchas), guarniciones (papas y huevos fritos), ensaladas, asado de tira, bife de cuadril, vacío, bife de chorizo, postres (flanes caseros, panqueques) y cuatro cafés. Además, se ve que hubo un 20% de descuento, lo que redujo más de 6000 pesos el monto final.
Rápidamente, varias personas le marcaron que se trataba, en verdad, de un lugar “muy barato” por el tipo de servicio, la calidad de la comida y la cantidad de comensales. “$3500 por persona en uno de los restaurantes top de América Latina, con vino y comiendo una bestialidad. Es barato”, le respondió un tuitero.
Otros señalaron el tipo de gastos que tiene la parrilla. “¿Por cuanto pretende comer? Factura que en su monto incluye: costo laboral, de insumos, servicios, impuestos y margen de ganancia. Si quiere comer barato, hágase unos fideos con manteca en su casa”.
3.500$ por cabeza.
— Shelby (@HShelby88) February 21, 2021
¿por cuanto pretende comer?
Factura que en su monto incluye: costo laboral, de insumos, servicios, impuestos y margen de ganancia.
Si quiere comer barato, hagase unos fideos con manteca en su casa.
¿Se enteró que además hay inflación?
“U$S20 por cabeza. Tomatelas...”, fue otra de las respuestas que recibió la usuaria.
Sin embargo, la foto original había sido publicada por el abogado Carlos Maslatón, quien al enterarse de que su ticket había sido subido por la mujer, le respondió: “Beatriz, es absurdo de barato. Para colmo me pedí dos champagnes de cuatro lucas cada uno. Masacramos con los platos. Uno de los mejores restaurantes del mundo, jamás fue tan barato en moneda real. No fueron ni tres milésimos de un bitcoin. ¿Cuánto querrías garpar?”.
Beatriz, es absurdo de barato. Para colmo me pedí dos champagnes de 4 lucas cada uno. Masacramos con los platos. Uno de los mejores restaurantes del mundo, jamás fue tan barato en moneda real. No fueron ni tres milésimos de un Bitcoin. Cuanto querrías garpar?
— Carlos Maslatón (@CarlosMaslaton) February 21, 2021
Otra controversia con un local argentino
En noviembre, el humorista Ezequiel Campa también decidió mostrar en su perfil de Twitter lo que había consumido en un bar de Buenos Aires. En esta ocasión, lo que le llamó la atención no fue el total de la cuenta, sino un recargo insólito que le hicieron por servirle una preparación bien clásica.
En un comienzo, todo parecía normal: un tostado por 320 pesos y una infusión por 160. Sin embargo, al final de la lista apareció lo llamativo: el “adicional tostado” (sic), por el tueste del sándwich de jamón y queso, equivalente a 50 pesos.
“Es lo más triste que vi en mi vida”, consideró el comediante, cuyo tuit se volvió viral en muy poco tiempo. La mayoría de los usuarios opinaron que era inapropiado cobrar un extra semejante. “¡El escándalo que yo hago!”, escribió uno de sus seguidores. “No por los 50 pesos en sí, sino por la falta de ética y de estafar. Obvio que ni ahí lo pago. Soy cocinero y sé que eso es un abuso. Adicional: ¡por atención de un mozo!”, añadió.
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