Pronóstico del tiempo: ataque polar a Buenos Aires
Escenas del capítulo anterior
A pesar de algunos amaneceres fríos, los ciudadanos seguían disfrutando de tardes agradables que parecían desmentir al termómetro matinal. El sol y las temperaturas placenteras mostraban al otoño muy seguro de lo que hacía. Pronto comenzó a correrse el rumor: el Yeti, tras dejar algunas nevadas en el sur, emprendía su camino hacia el Río de la Plata con la firme intención de dar una demostración de fuerza. Los insurgentes invernales se preparaban para salir a los balcones a vitorearlo, mientras los partidarios veraniegos se alistaban para una dura refriega que los haría perder el fin de semana. Comenzaban a sonar las alarmas, pronto Buenos Aires estaría bajo ataque polar.
Jueves: el otoño se florea
Bienvenidos a una nueva jornada de marcada amplitud térmica en la que volverán a coexistir las mínimas invernales con agradables máximas de otoño. El amanecer abre con 9°C para la ciudad, con cielo ligeramente nublado y viento templado llegando desde el oeste. Elija alguna remera decente antes de salir de casa porque se viene otro repunte térmico con el termómetro escalando hasta casi 21°C para moldear una tarde templada a pleno sol. La noche cierra con 16°C, toda una gentileza por ser fines de mayo.
Viernes: última tarde de calor suave
La mañana del viernes conservará el descenso de aire caliente que junto a la nubosidad no permitirán un descenso importante de temperatura durante la madrugada, por lo que se espera un amanecer en 14°C, todo un batacazo térmico, especialmente para el sector suburbano que abrirá la cuenta con 12°C, seis más que la mañana anterior. Se proyecta un día con poco sol, con la veleta rotando después del mediodía para anunciar el ingreso de aire desde el este, lo que desanimará al termómetro que aún así se recortará en 20°C. Hacia la medianoche vuelve a rotar el viento con la irrupción de un potente frente frío.
Sábado: se acabó todo, todo, todillo
Comienza el fin de semana con la llegada del expreso polar a Buenos Aires. Lo que se viene no es una entrada de aire frío, es una patada del Yeti con su pie grande aplastando el termómetro porteño hasta valores de pleno invierno. Desde temprano soplará viento helado en superficie, acaso uno de los chifletes más impiadosos que pueda conocerse. Estar expuesto a las ráfagas al amanecer puede dar una percepción de temperatura digna del sur patagónico. Claro que el evento recién comienza por lo que la mínima apenas se resiente con 10°C de salida. La tarde transcurrirá con cielo parcialmente nublado, con el viento soplando menos fuerte y con el mercurio logrando 14°C como máximo esfuerzo. Aquellos que quieran salir deberán abrigarse mucho para desafiar a las rachas de aire frío. La noche cierra con 9°C: vuelven a prenderse las estufas en la ciudad.
Domingo: mañana esquimal
La mañana dominical mostrará las últimas horas de circulación de aire antártico por el estuario. Atención a la hora de salir de casa para comprar el diario y las facturas, el amanecer puede llegar a ser exageradamente frío con sensación térmica de 3°C para la ciudad y bajo cero suburbano. Algunas heladas en zonas rurales no desentonarían. Antes del mediodía volverá a rotar el viento como para salvarnos de una ola polar, de todas formas nos dejará un paisaje invernal que no nos permitirá sacar la mesa afuera al mediodía por el frío imperante. La tarde mostrará algunos segmentos soleados que invitarán a salir, aunque habrá que abrigarse con el termómetro apenas tocando los 13°C de máxima.
Spoiler alert
Vuelve a rotar la veleta la semana que viene y se pasea por todos los cuadrantes, al termómetro le llevará varios días recuperarse por lo que se esperan mañanas muy frías para el lunes y martes. Las máximas podrían caer hasta 11°C como para ir entrenando para el invierno.
Eso es todo, amigas y amigos. Valoren la tarde de hoy porque pronto se viene un cachetazo antártico que por poco no configura como una ola polar. El Yeti se retira muy rápido, casi sin entrar en combate, pero sus primeras escaramuzas alcanzan para derribar al termómetro porteño a valores de pleno invierno. Después nada será igual y acaso haya que esperar hasta la primavera para volver a tocar los 20°C. Si le sobró algo de locro, guárdeselo para el amanecer del domingo como para poder sobrellevar una mañana helada. Si bien los que tenemos por delante son algunos días típicamente invernales para la ciudad, nos van a encontrar con nuestro cuerpo emparentado a temperaturas mucho más altas y puede que eso haga que se sienta todo mucho más frío. El otoño se toma el fin de semana y se vienen algunos días difíciles para los friolentos. Me despido silbado y abucheado por la hinchada veraniega con un concepto que pocos comparten: qué bien le queda el frío a Buenos Aires.
Hasta la semana que viene.
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