Prólogo a la acción
En la Fundación Klemm, Bianchedi muestra mucho más de lo que se ve
Hace nueve años, Remo Bianchedi comenzó a alejarse del circuito institucional. Lo hizo, en primera instancia, recluyéndose en la ciudad cordobesa de Cruz Chica, donde trabaja en su taller. Las razones del ostracismo atendían a una íntima necesidad de contestar a la violencia del sistema del arte, transformado en un tira y afloje de favores, presiones y negociaciones que poco tienen que ver con los legítimos canales de circulación de la producción artística.
A esta postura ideológica y vital hay que agregar un factor clave en la formación del artista: los años que pasó en Kassel estudiando con Joseph Beuys. Este telón de fondo es necesario para considerar los alcances de la instalación de dibujos que está presentando en la Fundación Klemm, y que no es sino una parte de una obra mayor concebida como totalidad.
Los inocentes es el título de cincuenta dibujos hechos en tela y pegados con cinta adhesiva a las paredes de la fundación. Un título que refiere, en principio, a los excluidos del sistema social. En esos dibujos, Bianchedi combina la figuración tradicional, apenas deconstruida, con textos y gestos derivados de una acción que realizó para completar su sentido (caminó sobre ellos, componiendo con las huellas de sus zapatos sucios; trabajó con chorreados sobre la tela puesta en el piso, a la manera de Pollock, y congeló el flujo de pigmentos sobre esa tela en el momento en que captaba la medida exacta impuesta por un tiempo interior, subjetivo).
Los "retratos" de los cincuenta inocentes tienen su correspondencia, primero, en un libro de poesía que editó para esta ocasión. (Aclaremos: el dibujo es la materialización más pura -o precisa- del pensamiento visual). Desde la plástica y desde la literatura, Bianchedi escribe un diario personal dirigido a Max, su Doppelgänger (literalmente, "el que camina al lado"; en retórica, figura del doble), soliloquio que recorre y explicita preocupaciones existenciales y políticas del artista. Epítome de esas reflexiones es la voluntad de explorar nuevas formas de activar el "concepto ampliado del arte", como pedía Beuys.
"La lluvia cae Max y no rebota", escribe Bianchedi, que quiere ser considerado escritor antes que artista plástico. Sus frases, contenidas y sentenciosas, adoptan un sentido litúrgico y un tono de plegaria laica dirigida a sí mismo y al prójimo. Del dolor y de la dureza que trae ese dolor surgen continuos interrogantes sobre la misión del artista. Y Bianchedi, convencido de la prédica de Beuys, concibe su misión con un pathos que trasciende la práctica artística entendida de manera tradicional, para adquirir visos de chamanismo, heroísmo romántico o, como quería Camus, santidad laica. De otro modo, se trata de una forma radical de compromiso político y humanitario.
La obra total que Bianchedi propone tiene un tercer momento: ese en el que se introduce en la praxis social, modificándola. De este impulso -el artista concibe los dibujos como "prólogo de una acción"- nació la Fundación Nautilius, asociación civil que abrió en La Cumbre hace casi tres meses, un taller de diseño y oficios del que participan cincuenta chicos de la calle. Dos son los objetivos básicos de la fundación: capacitar e insertar laboralmente a la franja más vulnerable de la sociedad (los jóvenes de entre 13 y 24 años), e incidir directamente en el paisaje social. Promover la noción de trabajo creativo -en contraposición al trabajo como sometimiento- es el eje conceptual por medio del cual se unen arte y vida, según aquella idea, también beuysiana, de que "todo hombre es un artista". Bianchedi piensa en la fundación como una intervención urbana desarrollada en equipo.
Los primeros resultados de Nautilius han sido exitosos. La zona de los pobladores más ricos de la ciudad comienza a integrarse con la de los más pobres por medio de acciones de mejoramiento urbano y reinserción social, demostrando así que la preservación de los inocentes es un sueño posible. Como dice el artista, el modo es "convertir la gramática de la vida cotidiana en un símbolo". (Fundación Nautilius en Internet: http://www.bianchedi.com.ar ; e-mail: remoagora.com.ar ) .
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Remo Bianchedi, instalación. En la Fundación Klemm. Marcelo T. de Alvear 626. Lunes a viernes, de 11 a 20; sábados, de 11 a 14. Gratis.